A través de películas como Cristiano de la secreta (2009), Mi novia está de madre (2007) y la trilogía Lotoman (2011), el director Archie López ha sido testigo del cambio en la producción cinematográfica, desde el uso del celuloide hasta la adopción de la Ley de Cine 108-10.

“La industria dominicana del cine se ha desarrollado y tenemos más técnicos y creativos, mayores recursos, personal más preparado y eso es lo que crea la demanda”, dijo.

El costo promedio para producir una película que aplica al Artículo 34 varía entre RD$ 70 millones y RD$ 80 millones, monto que dependerá de la magnitud, el tipo y los requerimientos.

“Cada película que hacemos es marca país y cómo se cuantifica eso cuando vienen Vien Disiel y otros actores internacionales a filmar su audiovisual en suelo dominicano”, inquirió. Para López, proyectar la cultura dominicana en otros países carece de valor monetario.

“La Ley de Cine no es una política económica, sino cultural que dinamiza a las provincias o locaciones donde grabamos las películas”, afirmó.

Aclaró que con la producción de Tubérculo Gourmet (2015) en Monte Plata, se inyectó RD$ 10 millones a la provincia del Este en una semana, ocupando los hoteles, adquiriendo el servicio de cocina y la contratación de transporte.

Aún falta desarrollo

En 2023, el llamado séptimo arte movilizó RD$ 10,197 millones a través de 120 producciones.  La Ley 108-10 cumple 14 años en 2024 desde su promulgación. “Cuando hicimos la ley nunca pensamos en los números, aunque los números están muy bien, y recalco que cada vez que viene una película extranjera deja una cantidad inmensa de dinero en el país que no tiene precio, pero es una política cultural”, comentó.

De acuerdo con López, el cine dominicano está en su mejor momento. De hecho, aclaró que las industrias de los “big player” como México y Argentina, además de España y Colombia, tardaron “30 años” en convertirse en lo que hoy son.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señaló que en Colombia los productores extranjeros tendrán la devolución del 40% del gasto realizado en servicios nacionales, más el 20% de los egresos de pagos del hotel, transporte y alimentación. Mientras, México contempla la devolución del 16% del impuesto de valor agregado (IVA) de los gastos realizados en el país.

“Apenas tenemos 10 años con la ley… Cada vez tenemos mejor cine, calidad y actores, pero no podemos correr antes que caminar”, sostuvo.

Las películas son el reflejo de las sociedades. “Yo entiendo lo que el público quiere de una película, claro vengo del área de mercadeo y de publicidad y puedo entender el público”, comentó.

La transformación del cine

En la pandemia, los conglomerados como Disney, HBO y Netflix vieron una oportunidad de impulsar las plataformas de videos por suscripción, que consiste en la producción de contenido original y la adquisición de audiovisuales por un lapso.

En 2023, estos servicios generaron ingresos de US$ 95,900 millones a nivel mundial y Statista prevé que se sitúe en US$ 138,000 millones en 2027, por lo que se convierten en una alternativa del usuario para consumir el llamado séptimo arte desde su dispositivo electrónico.

Además, de que los productores pueden internacionalizar su producción a través de la digitalización. Archie López lo confirmó, “el streaming lo podemos ver como un aliado y no como un enemigo”. Indicó que luego de un largometraje terminar su recorrido en las salas de cine, puede ir a las plataformas digitales, acción que ampliará el espectro de un audiovisual.

“Las plataformas se complementan y es el aliado más grande para que la gente siga viendo nuestro contenido, además ayuda a la industria nacional porque las casas productoras llegan a República Dominicana a filmar”, explicó. Un ejemplo es Nyad (2023), de Netflix, que fue filmada en los estudios de Lantica Media en Juan Dolio, San Pedro de Macorís.

República Dominicana con perspectivas de destino fílmico

En 2022, según datos de la Dirección General de Cine (DGCine), 63 audiovisuales extranjeros tuvieron un presupuesto aprobado de RD$ 11,565.2 millones, siendo el promedio de RD$ 183.3 millones. De este monto, cinco proyectos representaron el 73.1% del total, con RD$ 8,458.6 millones.

Al desglosar los datos, la película más cara fue Road house, de Doug Liman, mientras que la serie de televisión Exatlon, de Mustafa Kazan, tuvo un presupuesto de RD$ 975.1 millones. El drama biográfico Nyad se acogió a RD$ 1,634.2 millones, al igual que Saint X, de Dee Ress, con RD$ 1,249.8 millones, de acuerdo con datos de la DGCine.

El “top 5” lo completó el programa de telerrealidad Love in paradise con RD$ 724.3 millones, pero no se acogió a los incentivos.

El Artículo 39 “Crédito fiscal transferible”, establece que las personas naturales o jurídicas que realicen obras en territorio dominicano podrán beneficiarse de un crédito fiscal de hasta un 25% de los gastos realizados en República Dominicana.

Por ejemplo, Road House costó RD$ 3,875 millones, el crédito fiscal fue de RD$ 968.7 millones, de acuerdo con los cálculos de Acento.

En tanto, el de Exatlon se situó en RD$ 243.7 millones de los RD$ 975.1 millones aprobados por la DGCine. Mientras, la nominada a los Premios Oscar 2024, Nyad, tuvo un crédito fiscal de RD$ 408.5 millones por su presupuesto aprobado de RD$ 1,634.2 millones.