Un grupo de rebeldes hutíes en una protesta contra Israel en Saná

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Los hutíes, los rebeldes yemeníes que ahora están en la mira de Israel, gobiernan buena parte del país arábigo desde hace más de una década.

Israel continúa su ofensiva militar contra sus enemigos en Medio Oriente.

Este jueves, el ejército israelí lanzó una serie de ataques sobre Yemen contra "objetivos militares" de los rebeldes hutíes.

Los ataques se produjeron porque, según Israel, estos rebeldes apoyados por Irán les han "atacado repetidamente".

Al menos tres personas murieron, de acuerdo a medios de comunicación gestionados por los hutíes.

Dos personas murieron durante el ataque al aeropuerto internacional de la capital de Yemen, Saná.

El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se encontraba en el aeropuerto a punto de embarcar un vuelo en el momento del ataque.

Adhanom Ghebreyesus y otros miembros de las Naciones Unidas se encuentran a salvo.

Israel también atacó dos plantas de energía y puertos clave controlados por los hutíes. De acuerdo a Israel, estos se usan para "transportar armas iraníes" y permitir que funcionarios iraníes entren al país.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que continuará atacando "al eje del mal iraní".

Irán, por su parte, describió los ataques como una "violación de la seguridad y la paz internacional".

Desde hace más de un año, Israel protagoniza una fuerte ofensiva contra sus enemigos en la región, que incluye al grupo armado Hamás en la Franja de Gaza, a la milicia Hezbolá en Líbano y a los rebeldes hutíes en Yemen, un grupo chiita aliado de Irán y de Hamás.

A fines de septiembre, Israel llevó a cabo una "operación aérea a gran escala" en este país, bombardeando distintas posiciones hutíes.

Pero, ¿quiénes son y que buscan estos rebeldes?

Vista de una explosión a lo lejos en Yemen.

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Puertos y plantas de energía suelen ser objetivos de los ataques israelís en Yemen.

Los partidarios de Dios

La milicia hutí —o Ansar Allah (Partidarios de Dios), su nombre real— es un movimiento chiíta que controla alrededor del 30% del territorio de Yemen, donde impuso un régimen fundamentalista y represor acusado de graves violaciones de derechos humanos.

El grupo se formó en la década de 1990 y está integrado por miembros de los zaidíes, la minoría musulmana chiita del país.

Los zaidíes son la rama del chiismo más cercana al sunismo teológicamente hablando, según los expertos. Este grupo tribal se concentra en el norte de Yemen y representa alrededor de un tercio de los 33 millones de habitantes del país árabe.

La milicia hutí denunciaba tanto la corrupción del entonces presidente Alí Abdalá Salé como la opresión a la que estaban sometidos los chiitas por la mayoría suní, respaldada por la rica Arabia Saudita.

Sin embargo, no fue sino hasta principios de este siglo que comenzó a ganar notoriedad, luego que la agrupación se alzó en armas contra Salé.

En 2004, tomaron el nombre de uno de sus líderes, el clérigo Hussein Badreddin al Houthi, quien fue asesinado por las fuerzas gubernamentales en septiembre de ese año.

Houthi, quien además de líder religioso fue un militar y parlamentario yemení, aspiraba a hacerse con el poder, si no en todo el país, al menos en una parte, y crear un nuevo Estado independiente para los zaidíes.

En 2011, el grupo se sumó a la llamada Primavera Árabe y participó en las masivas protestas que forzaron a Salé a entregar el poder a su segundo, Abdrabbuh Mansour Hadi.

Retrato del expresidente de Yemen, Alí Abdalá Salé.

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Los hutíes se sublevaron contra el gobierno de Alí Abdalá Salé, a quien terminaron deponiendo y asesinando.

No obstante, a los pocos años ya estaban alzados también contra el nuevo mandatario e incluso llegaron a un acuerdo con Salé, su antiguo enemigo, al cual le prometieron devolverlo a la presidencia a cambio de su apoyo contra Hadi.

En cuestión de meses los hutíes tomaron el control de la provincia de Sadá en el norte del país y, a principios de 2015 capturaron la capital, Saná, obligando a Hadi a huir al extranjero.

Sin embargo, sus conquistas fueron frenadas por Arabia Saudita, que junto a Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, lanzaron una campaña militar con el propósito de derrocar a los hutíes y restaurar al presidente Hadi en el poder.

Las autoridades saudíes temían que Yemen se convirtiera en un satélite de su enemigo: Irán.

Pese a que los ataques han provocado 150.000 muertos y miles más de heridos, los hutíes han conseguido retener el control de grandes zonas del país.

A finales de 2022 se alcanzó una tregua que puso fin a los combates entre el grupo y la coalición liderada por Arabia Saudita.

El actual líder de los hutíes es el hermano del fundador del grupo, Abdul Malik al Houthi.

Milicianos hutíes marchan armados por la capital del país.

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Los servicios de inteligencia occidentales acusan a Irán de financiar y armar a los hutíes yemeníes.

Sus apoyos

El grupo yemení copió el modelo de Hezbolá, la milicia-partido chiita de Líbano, con el que mantienen estrechos nexos.

Hezbolá les ha proporcionado entrenamiento militar desde 2014, de acuerdo con el Centro de Lucha contra el Terrorismo, un instituto militar de investigación estadounidense.

Los hutíes también consideran a Irán, el gran estado chiita, como un aliado, mientras ven a la sunita Arabia Saudita como uno de sus enemigos, así como a las potencias occidentales y a Israel.

Los servicios de inteligencia occidentales aseguran que Irán suministra armas y recursos financieros a los rebeldes yemeníes.

EE.UU. y Arabia Saudita han acusado a Irán de darle al grupo los misiles balísticos que en 2017 fueron disparados contra la capital saudí, Riad, y los cuales fueron derribados.

Arabia Saudita también culpó a Irán de suministrar a los hutíes los misiles de crucero y los drones que fueron usados para atacar algunas de sus instalaciones petroleras en 2019.

El suministro de estas armas violaría un embargo de armas impuesto por Naciones Unidas sobre Yemen. Desde Teherán niegan tales acusaciones.

Un camión transporta un misil en un desfile militar en Irán

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Irán ha negado las acusaciones de que financia y arma a los hutíes, pese a que ellos poseen armamento sofisticado.

¿Qué tan fuertes son?

El gobierno internacionalmente reconocido de Yemen es el Consejo de Liderazgo Presidencial, al que el presidente Abd-Rabbu Mansur Hadi transfirió sus poderes en abril de 2022. Esta instancia tiene su sede en Riad, Arabia Saudita.

No obstante, la mayor parte de la población yemení vive en áreas bajo control hutí, y la organización recauda impuestos en la parte norte del país y también imprime dinero.

Los rebeldes controlan alrededor del 30% del territorio de Yemen, incluida gran parte de la costa del mar Rojo, desde donde, en los últimos meses, han atacado buques mercantes que buscan pasar por el Canal de Suez y también reciben suministros de aliados como Irán.

Eso explica por qué los puertos suelen ser objetivos de ataques israelíes.

El Consejo de Seguridad de la ONU estimaba que en 2010 los hutíes contaban con entre 100.000 y 120.000 seguidores, compuestos por tropas armadas y partidarios desarmados.

Poseen armas sofisticadas, como drones y misiles de largo alcance.

Un helicóptero hutí sobre un barco mercante.

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A finales de 2023 los hutíes ganaron notoriedad con los ataques que lanzaron contra barcos mercantes que se dirigían al Canal de Suez.

En la mira desde hace tiempo

Tras la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos en 2003, los hutíes adoptaron el lema: "Dios es grande. Muerte a EE.UU. Muerte a Israel. Maldición a los judíos y victoria para el Islam", lo cual los colocó bajo el radar de los servicios de inteligencia occidentales y de Israel.

La agrupación se declara parte del "eje de resistencia" liderado por Irán junto con Hamás y Hezbolá y contra Israel, EE.UU. y Occidente.

Desde finales de 2023 volvieron a atraer la atención mundial con los ataques con drones y misiles que lanzaron contra decenas barcos cargueros que pasaban por el Mar Rojo rumbo al Canal de Suez.

El grupo presentó estas acciones como una represalia por las operaciones militares que Israel lanzó contra de Hamás en la Franja de Gaza y los cuales fueron la respuesta israelí a los mortíferos ataques que la organización palestina perpetró el 7 de octubre de 2023 y donde más de 1.200 personas murieron y 250 fueron secuestradas.

"Están luchando contra los imperialistas, contra los enemigos de la nación del Islam… Eso resonó bien en su base", dijo hace unos meses Hisham al Omeisy, experto en Yemen del Instituto Europeo de la Paz, para explicar las acciones de los rebeldes yemeníes.

Los ataques contra los cargueros forzaron a muchas compañías a utilizar rutas más largas, bordeando África y encareciendo el precio de los fletes un 170%.

Y, por ello, a finales de 2023 las fuerzas armadas de EE.UU. y el Reino Unido bombardearon posiciones de los hutíes para asegurar que la ruta por la que discurre el 12% del comercio mundial de mercancías continuara abierta sin problemas.

Pese al castigo que recibió en el pasado de EE.UU. y sus aliados y ahora de Israel, los rebeldes han rechazado abandonar el “eje de la resistencia” y se han mostrado desafiantes.

Un avión de combate israelí a punto de aterrizar

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Las autoridades israelíes advierten que ningún enemigo está muy lejos de su brazo.
raya gris

BBC

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