Por qué comer sandías podía ser letal hace 6000 años
La pulpa de la fruta no era dulce y roja como en la actualidad, sino amarga, blanca y potencialmente mortífera, según un estudio genético de semillas halladas en un sitio arqueológico de Libia.

Roja, dulce, hidratante.
La sandía ya era consumida hace más de 4.300 años en Egipto, según iconografías halladas en papiros de esa época.Pero las semillas más antiguas que se conocen de esta planta fueron encontradas en otro país del norte de África, Libia, y tienen 6.000 años de antigüedad.Un grupo internacional de científicos analizó el ADN de estas semillas ancestrales y descubrió que correspondían a una sandía muy diferente a la que se vende en los mercados hoy en día.La pulpa de la sandía de 6.000 años era amarga y blanca, y consumirla podía inclusocausar la muerte.Un trabajo de detectives
Las semillas milenarias fueron halladas en un sitio arqueológico llamado Uan Muhuggiag, en lo que es hoy el desierto del Sahara en el sur de Libia.Blanca, amarga y potencialmente mortífera
Estudiando qué genes estaban presentes en las semillas y sabiendo qué caracteres controla cada gen, los científicos descifraron cómo era la sandía consumida hace 6.000 años."Fue así que nos dimos cuentaque con un alto grado de probabilidadesta sandía era amarga y su pulpa era blanca", señaló Pérez Escobar.La pulpa tenía además "un gran contenido de un compuesto que se llama cucurbitacina, que es lo que da el sabor amargo a algunas calabazas". "Es un compuesto que si se consume en cantidades importantes puede llevar a la muerte"."La cucurbitacina se encuentra principalmente en un grupo de plantas conocido como Cucurbitaceas, que incluye las calabazas, melones y sandías. La toxicidad de este compuesto se debe a una adaptación para prevenir el daño por depredadores".El misterio de la domesticación
Los científicos creen que la sandía que consumimos actualmente, cuyo nombre científico es Citrullus lanatus subsp.vulgaris, no desciende directamente de la especie analizada en el estudio, sino de otra población con la que la sandía de Libia intercambiaba genes hace ya 6.000 años.Uno de los grandes interrogantes que sigue sin respuesta es cuándo fue domesticada la sandía que consumimos hoy en día. En otras palabras, en qué momento alguien comenzó a seleccionar estas sandías por sus rasgos deseables y a propagarlas."Una hipótesis que manejamos es que antes de que se domesticara la sandía para cualquier tipo de uso, ya sea la semilla o la pulpa roja, el ancestro de estas especies era una sandía que era amarga, tenía pulpa blanca y semillas pequeñas", señaló Pérez-Escobar."Algún día alguien por azar encontró una planta con una mutación que tenía pulpa roja o amarilla y dulce". "Y esa persona tomó las semillas y las empezó a propagar".Por qué importa el hallazgo
Comprender el pasado de la sandía es crucial para el futuro, según Pérez-Escobar.Cuando los seres humanos domestican un cultivo siempre hay una pérdida de diversidad genética. En otras palabras, hay un conjunto de caracteres que una planta tenía y que ya no tiene, señaló el investigador. Por ello, entender la historia de los cultivos permite identificar "reservorios genéticos" en plantas que en el pasado compartieron genes con las especies que se consumen hoy en día.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.https://www.youtube.com/watch?v=kw3FYvWT-Po&t=3s
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