Es una de las bases militares más caras del ejército de Estados Unidos y, probablemente, también la más polémica.
La Base Naval de Guantánamo, ubicada en territorio cubano en arrendamiento perpetuo a Estados Unidos desde 1903, es conocida por haber albergado a migrantes de la "crisis de los balseros" en la década de los 90.
Está situada en un lugar estratégico en el mar Caribe y, desde 2002, funciona como una cárcel para los acusados de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Muchos de ellos pasaron años allí sin que fueran acusados formalmente ni procesados en juicios. De hecho, la bahía de Guantánamo fue elegida como sede de la prisión en parte porque no era suelo estadounidense y así se evitaba aplicar la ley de ese país.
Ahora, en el marco de su política de mano dura contra la migración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para movilizar a los distintos departamento federales y operar allí un centro de detención para inmigrantes sin papeles que se encuentran actualmente en EE.UU.
Un viejo lugar de detención de migrantes
Los migrantes no serán recluidos en la prisión militar, donde aún se encuentra un número indeterminado de extranjeros sospechosos de terrorismo -incluyendo al presunto autor intelectual de los ataques del 11-S, Jalid Sheij Mohamed-, sino en un área aparte, en la que desde la década de 1990 han estado detenidos migrantes que han sido interceptados en el mar, en especial, cubanos, haitianos y dominicanos.
Esa zona de Guantánamo fue usada como parte de una operación humanitaria, por parte del gobierno de Bill Clinton en la década de 1990. Fue en esa época cuando hubo allí el mayor número de migrantes: miles de cubanos y haitianos, principalmente.
A partir de entonces, distintos gobiernos han usado esa área para albergar a miles de migrantes, pero ya desde los años 1970 los gobiernos estadounidenses recurrían a Guantánamo para operaciones migratorias y, de hecho, en la década de 1980, el presidente Ronald Reagan la usó para la llamada Operación de interdicción de migrantes haitianos (HMIO, por sus siglas en inglés).
En la actualidad, el centro es conocido como Centro de Operaciones Migratorias de Guantánamo (GMOC, por sus siglas en inglés) y apenas ocupa una pequeña área de las antiguas barracas.
Según ha reportado The New York Times, tiene una capacidad para unas 120 personas, aunque en los últimos años solamente ha albergado a unas pocas decenas. Algo que promete cambiar drásticamente en los tiempos por venir.
"Lo peor de lo peor"
Trump afirmó que quiere ampliar hasta "30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores extranjeros ilegales criminales que amenazan a los estadounidenses".
El nuevo "zar de la frontera" de Estados Unidos, Tom Homan, aseguró a la prensa que el centro de detención de Guantánamo solo albergará "lo peor de lo peor", mientras el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó el anuncio de EE.UU. como un "acto de brutalidad".
"El nuevo gobierno de EE.UU. anuncia el encarcelamiento en la Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente, a los que ubicará junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal", escribió el gobernante cubano en la red social X.
"La preocupación obvia para cualquiera a quien le importen los derechos humanos es que a los migrantes detenidos en Guantánamo se les puede negar fácilmente el debido proceso legal y mantenerlos retenidos indefinidamente", le dice a BBC Mundo Dan Tichenor, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Oregón.
Qué se sabe del centro de detenciones
Aunque hay poca información pública disponible sobre la instalación, el Proyecto Internacional de Asistencia a Refugiados (IRAP), una organización sin fines de lucro, afirmó en un informe haber entrevistado a varias personas que pasaron por el centro de detención.
"Estos refugiados están detenidos indefinidamente en condiciones similares a las de una prisión. No tienen acceso al mundo exterior y están atrapados en un sistema punitivo operado por el Departamento de Estado y el de Seguridad Nacional y otros contratistas privados, con poca o ninguna transparencia o rendición de cuentas", apuntan en el documento.
Los inmigrantes que acudieron al IRAP, otros refugiados detenidos y exempleados del GMOC describen el edificio como "ruinoso, con problemas de moho y alcantarillado".
"A los detenidos se les niegan las llamadas telefónicas confidenciales, incluso con sus abogados, y son castigados si se atreven a compartir relatos de malos tratos", dice.
Además, las familias con niños y los adultos son confinados regularmente en sus habitaciones durante semanas seguidas, dijo la organización. Estos refugiados permanecen allí hasta que un tercer país acepta su repatriación.
"El anuncio de Trump para expandir el centro de detención en Guantánamo, Cuba, representa un regreso al pasado", cree César Cuauhtémoc García Hernández, especialista en estudios migratorios y catedrático de Derechos y Libertades Civiles en la Facultad de Derecho Moritz de la Universidad Estatal de Ohio.
En conversación con BBC Mundo, el experto explicó que "desde la época de George H.W Bush, el gobierno estadounidense ha visto la base militar en Cuba como opción para las personas que considera una amenaza a la seguridad del país".
Pero la diferencia ahora, dice el experto, es que en el pasado, las personas detenidas en Guantánamo fueron aprehendidas fuera del territorio estadounidense.
"Nunca se han enviado personas de Estados Unidos a Cuba porque la Constitución y leyes estadounidenses otorgan protección judicial a personas físicamente presentes en el territorio nacional sin importar su estatus migratorio", añade.
¿Cómo llegó a manos de Estados Unidos este territorio?
Desde hace más de 100 años, Estados Unidos controla 117 kilómetros cuadrados en el extremo sureste de Cuba. Es un territorio bajo su jurisdicción desde 1903, cuando Washington obtuvo su arrendamiento perpetuo tras la guerra hispano-estadounidense.
Sin embargo, la primera economía del mundo sí reconoce que Cuba conserva la soberanía de este pedacito de la isla.
Su presencia ha sido fuente de tensiones entre Washington y La Habana desde la Revolución Cubana de 1959, cuando el gobierno de Fidel Castro comenzó a exigir su devolución al considerar que su arriendo fue impuesto bajo coerción y es inválido según el derecho internacional.
En la primera Constitución de la República de Cuba, Washington forzó la inclusión de la llamada Enmienda Platt, por la que la isla quedaba obligada a ceder partes de su territorio a su vecino del norte.
De este modo, el 16 de febrero de 1903, los presidentes de ambos países, Tomás Estrada Palma y Theodore Roosevelt, firmaron un acuerdo por el que Cuba cedía a Estados Unidos "por el tiempo necesario y para los propósitos de estación naval y estación carbonera" dos territorios, en Guantánamo y en Bahía Honda. Éste último nunca se hizo efectivo.
En el pacto quedó especificado que los estadounidenses pagarían anualmente una cifra de US$2.000 "en moneda de oro de Estados Unidos" y se harían cargo del mantenimiento de la valla.
Pero Cuba considera que la base está "en territorio de Cuba ilegalmente ocupado" y rechaza sistemáticamente los pagos que el Tesoro estadounidense manda puntual cada año, porque la base y la prisión siguen funcionando con más de 5.000 personas, entre militares y civiles.
La opacidad de la base sobre el cumplimiento de los Derechos Humanos probablemente haga más tensas las relaciones entre ambos países.
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