Me sentí como un ataúd andante: las mujeres obligadas a cargar con embarazos inviables en Estados Unidos
BBC Mundo habló con pacientes y médicos sobre cómo las leyes restrictivas contra el aborto en EE.UU. también están afectando la atención médica ante complicaciones.

Cuando saliera de aquella consulta, empezarían para Marlena Stell dos semanas "devastadoras" con los restos de un embarazo inviable el útero.Pero eso ella aún no lo sabía.Era el 15 de septiembre de 2021 y, embarazada de algo más de nueve semanas y media, acababa de llegar a una clínica del centro de Houston, en Texas, a hacerse la segunda ecografía de una gestación de alto riesgo."Ilusionadísima", sacó el celular para captarlo todo y hacer un FaceTime con su marido, quien por restricciones relacionadas con la covid había tenido que quedarse fuera."Estábamos muy contentos y esperanzados, porque queríamos darle un hermano o hermana a nuestra hija de 2 años y el anterior ultrasonido, dos semanas antes, había ido bien", le cuenta la mujer de 42 años a BBC Mundo.
Pero esta vez la imagen del monitor no auguró nada bueno. "Allí solo se veía la cavidad, como una tumba negra hueca", dice. "Mi ginecóloga se quedó en silencio y entendí que algo malo pasaba".La especialista le dijo que aquello parecía un embarazo anembrionario, también llamado huevo huero, que ocurre cuando el embrión nunca se desarrolla o deja de desarrollarse, es reabsorbido y deja un saco gestacional vacío. Es, en otras palabras, un embarazo sin bebé.Suele estar relacionado con alteraciones genéticas y es la principal causa del aborto espontáneo, de acuerdo al Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés).
Stell esperaba que a continuación hablarían de sus opciones. Pero en lugar de eso —dice— le advirtieron que, "debido a la ley del latido que acababa de entrar en vigor en Texas", antes de que pudieran ofrecerle cualquier tratamiento o intervención debía presentar una segunda ecografía como prueba de que su gestación no era viable.La norma en cuestión se hizo efectiva en Texas el 1 de septiembre de 2021, apenas dos semanas antes de su ecografía y cuando aún faltaban nueve meses para que la Corte Suprema de Justicia eliminara el derecho constitucional al aborto en EE.UU. y dejara en manos de los estados legislar sobre el tema.
Se le conoce como "la ley del latido" porque prohíbe interrumpir la gestación si el médico puede detectar actividad cardíaca fetal, lo que ocurre usualmente a partir de la sexta semana, un punto en el que muchas mujeres aún no saben que están embarazadas.Stell recuerda la escena y sigue sin poder dar crédito. "No es que no se le oyera latir, ¡es que no había rastro del bebé!".Un legrado, por favor
Lo que ella pedía era una dilatación y legradoo curetaje (dilation and curettage, D&C, en inglés), que consiste en dilatar el cuello uterino e introducir un instrumento para retirar cualquier tejido del embarazo que quede en la matriz.Es uno de los tratamientos principales para completar abortos tempranos, aquellos que ocurren antes de la semana 13.Otros métodos comunes son el manejo expectante (dejar que el cuerpo expulse el tejido por sí mismo), acelerar el proceso con medicación, y la eliminación por aspiración."Una persona que experimente un aborto espontáneo debe poder elegir, en consulta con un proveedor médico, cuál es el tratamiento adecuadopara ella", le subraya a BBC Mundo la representante del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) Jennifer Villavicencio. Así lo indica también el manual del ACOG.Retrasos en la atención y pacientes no tratadas
El cambio del paisaje legal en lo referente al aborto también está afectando el tratamiento de aquellas mujeres que, como Stell, se enfrentan a gestaciones deseadas pero no viables.Los pacientes, médicos y organizaciones entrevistados por BBC Mundo para este reportaje apuntan a que la atención de abortos espontáneos incompletos, embarazos ectópicos —que se desarrollan fuera del útero y son considerados peligrosos— y otras complicaciones comunes se está viendo pospuesta, cuestionada e incluso negada."Pesadilla distópica"
Elizabeth Weller, de 26 años y residente en la ciudad texana de Houston, es una de las que se vio obligada a trepar a lo alto del hipotético edificio que decía aquel médico, observó con vértigo hacia abajo y tuvo la suerte de no caer.El 10 de mayo, tras haber salido a caminar como le habían recomendado, sintió "un cambio de presión en el útero", le cuenta a BBC Mundo. Cuando se agachó, recuerda que le salió "un chorro"."No te van a tocar"
"Mi doctora se pasó las siguientes cinco o seis horas discutiendo con la administración (del hospital), tratando de que le autorizaran el procedimiento"; en su caso, una inducción, seguida del parto."Pero cuando regresó al cuarto me dijo que el hospital había decidido que no me iban a tocar". Y les dejó claro que tenía que ver con la ley del latido y el posible fin de Roe vs. Wade.Así que ese mismo día los Weller regresaron a casa a esperar que el feto dejara de tener actividad cardíaca o se desarrollara una infección. Estos eran los síntomas que debía tener para que pudieran considerar que su vida estaba en peligro y la pudieran intervenir, le dijeron: "Fiebre (100.4 F), escalofríos y un flujo amarillento y maloliente"."Insondablemente cruel"
Sin embargo, el caso de Weller coincide con otros relatados por médicos a este medio, en su estado y en otros con similares restricciones al aborto."Antes, a las pacientes con anomalías fetales letales — malformaciones cardíacas, renales o cerebrales importantes debido a las cuales el bebé nunca sobreviviría fuera del útero—y especialmente si tenían afecciones médicas de alto riesgo como la presión arterial alta, enfermedad renal o cáncer, solíamos ofrecerles la opción del aborto", le cuenta a BBC Mundo Mae Winchester, quien trabaja en un centro académico de Cleveland, Ohio, como especialista en medicina materno-fetal.Son casos en los que "no importa lo que hagamos, el bebé no va a salir vivo, y es insondablemente cruel pedirles a las madres que sigan con el embarazo hasta los nueve meses arriesgando sus propias vidas".Equipos de abogados y comités éticos
La primera vez que Winchester buscó consejo legal antes de atender a una paciente fue inmediatamente después del cambio del panorama legal en el estado."Yo sabía lo que tenía que hacer a nivel médico. Llegó al hospital con sangrado, dolor, el nivel de células blancas alto, señal de que había infección, y con la frecuencia cardíaca muy alta, síntomas todos compatibles con la septicemia", potencialmente mortal.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.https://www.youtube.com/watch?v=dC7xjJ7eIBk
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