Masha, la niña rusa separada de su padre e internada en un centro de menores por hacer un dibujo contra la guerra
Las autoridades rusas también arrestaron a su padre por criticar la guerra en sus redes sociales.

En el centro de la ciudad rusa de Yefremov, situada 320 km al sur de Moscú, hay un muro revestido de imágenes de guerra. Son retratos a gran tamaño de soldados rusos con el rostro enmascarado, pistolas y las letras Z y V en grande, que son símbolos de la llamada "operación militar especial" del país en Ucrania.También se lee un poema:La bondad ha de tener puños.La bondad precisa de una mano de hierroPara arrancar la piel de aquellosQue la amenazan.
En Rusia esta es la imagen oficial y patriótica de la invasión a Ucrania.Pero en Yefremov encontramos otra imagen de la guerra de Ucrania. Una muy diferente.
El dibujo de Masha
La concejala de la ciudad, Olga Podolskaya, me enseña una foto en su teléfono móvil. Es de un dibujo de una niña.Separada de su padre
El padre de Masha se encuentra bajo arresto domiciliario en Yefremov y su hija ha sido enviada a un centro de menores, sin permitirlesa ambos comunicarse, ni siquiera por teléfono. "Nadie ha visto a Masha desde el 1 de marzo", me explica Olga Podolskaya, "pese a nuestros intentos de acceder al centro de menores y averiguar cómo está"."Las autoridades rusas quieren que todos obedezcan las reglas. Nadie puede tener opinión propia. Si no están de acuerdo con lo que uno piensa ignoren sus publicaciones en redes sociales, pero no pongan a esa persona bajo arresto domiciliario y a su hija en un centro de menores", protesta.Nos encontramos frente a un bloque de apartamentos en Yefremov. Se abre una ventana y un hombre se asoma. Es Alexei.Miedo a opinar distinto
En la calle, hablo con algunos vecinos de Alexei para preguntarles qué opinan de la situación."Ella es una buena chica y nunca he tenido problemas con su padre", afirma la jubilada Angelina Ivanovna. "Pero tengo miedo de decir algo. Tengo miedo"."Quizá podríamos recolectar firmas en apoyo (de Alexei)", sugiere una mujer más joven. Pero, cuando le consulto su opinión sobre lo que está pasando, responde: "Lo siento, no puedo decírselo".Le pregunto si tiene miedo de las posibles consecuencias."Sí, claro".Adoctrinamiento en la escuela
Apenas unos pasos separan el bloque de apartamentos de Alexei Moskalev de la Escuela Número 9, donde Masha estudiaba y cuyas autoridades llamaron a la policía por el dibujo contra la guerra de Masha. La escuela no ha contestado de momento a nuestra solicitud por escrito de declaraciones. Cuando tratamos de visitarla nos dijeron que no podíamos entrar, y no respondieron a nuestras llamadas telefónicas.Pero visité el sitio web de la Escuela Número 9 y sus imágenes me recuerdan al muro patriótico en el centro de la localidad.La página de inicio presenta a los "Héroes de la Operación Militar Especial": 24 retratos de soldados rusos que lucharon en Ucrania.También hay lemas como "Todo por la victoria. ¡Apoyemos a nuestros jóvenes en la línea del frente!"El pasado octubre, soldados que regresaron de Ucrania visitaron la Escuela Número 9. En un discurso, la directora del turno de día, Larisa Trofimova, declaró: "Creemos en nosotros mismos y en nuestra patria, que nunca puede equivocarse".Al otro lado de la ciudad, los simpatizantes de la familia Moskalev y periodistas se reúnen en el juzgado local."¡Devuelvan a Masha!"
La Comisión de Asuntos Juveniles de Yefremov está tomando medidas legales para restringir de forma oficial los derechos de paternidad de Alexei.Se trata de una audiencia inicial conocida como "una conversación" con el juez. Su abogado, Vladimir Biliyenko, explica que Alexei quería estar aquí en persona, pero no se le ha permitido interrumpir su arresto domiciliario para comparecer ante los tribunales, pese a estar en juego la tutela de su hija.En el pasillo del juzgado, un activista despliega un cartel.Recuerda quepuedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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