Los críticos y el público aclaman su obra a tal punto que ha sido coronada como la "reina del arte pop". Pero, como ocurre con muchas artistas femeninas, la historia ha olvidado en gran parte sus contribuciones, mientras se resaltan las de sus contrapartes masculinos.
En la década de 1960, Marisol Escobar (1930-2016), de ascendencia venezolana pero nacida en París, era uno de los personajes más importantes de la mítica escena artística de Nueva York.
Expertos afirman que tuvo una importante influencia en el afamado Andy Warhol, de quien fue amiga íntima y con quien asistía a las lujosas fiestas de la élite de la ciudad.
Sus piezas, a menudo esculturas satíricas inspiradas en el día a día reseñado por los medios estadounidenses, ocuparon -y ocupan- espacios en importantes galerías, ferias y museos como el mueso MoMa y la Sidney Janis Gallery, en Nueva York, y la Bienal de Venecia.
Marisol (a secas, como decidió darse a conocer) también fue ensalzada por su personalidad introvertida y silenciosa, así como su belleza física, algo que no pasaba con los artistas hombres de su época.
"Marisol tuvo un papel importante en este movimiento [de arte pop]", afirma la curadora Jessica Beck, quien trabaja en el Museo Andy Warhol de Pittsburg, en Pennsylvania y quien recientemente curó una muestra que compara los trabajos de ambos artistas en el Perez Museum de Miami.
"También fue una especie de socialité, que era vista como alguien con mucho estilo y que era reseñada por revistas como Vogue", añade.
No obstante, en la cúspide de su carrera, a finales de la década de 1960, Marisol desapareció del mundo del arte y nunca regresó, pese a que se mantuvo trabajando hasta el final de su vida.
En esta nota repasamos su historia, su ascenso como ícono artístico y las razones de su desaparición.
Una joven prodigiosa
Marisol, quien era parte de una acomodada familia venezolana, vivió su niñez entre Francia, Venezuela y Los Ángeles.
Pero fue en París donde un suceso trágico marcó para siempre a la artista. Cuando tenía 11 años, su madre se suicidó.
Lo que ocurrió influyó en su personalidad silenciosa, y en lo parco de su obra, mayormente realizada en madera y yeso, colorida pero plagada de rostros inexpresivos.
"El silencio se convirtió en tal hábito que realmente no tenía nada que decirle a nadie", sostuvo la artista al filo de sus 30 años, según cuenta el crítico de arte del Washington Post y ganador del Pulitzer Sebastian Smee.
Pese al trauma, su talento siempre se mantuvo intacto. Marisol, indica la curadora Jessica Beck, recibió educación artística desde temprana edad, que consolidó en su adultez pasando por instituciones como la École des Beaux-Arts de París, la Arts Students League de Nueva York y New School for Social Research, también en la Gran Manzana.
Fue precisamente en la ciudad de los rascacielos -en la que conoció a artistas como Hans Hofmann, Jackson Pollock y Franz Kline- donde su talento fue descubierto y explotado.
"Lo maravilloso sobre su historia es que en cuento llega a Nueva York, ella encuentra reconocimiento", explica Beck, quien agrega que fue el coleccionista Leo Castelli quien en 1957 le ofreció la oportunidad de tener una primera exposición en solitario.
A partir de ese momento, solo cosechó éxitos. Sus piezas, descritas como una mezcla de pop, arte folk e influencias precolombinas, pasaron por las mejores galerías de Nueva York, pero también llegaron a lugares como Francia, Venezuela, Italia y España.
Miles de personas asistían a sus eventos y publicaciones como Glamour, Time y The New York Times escribían sobre ella.
Un ejemplo para Warhol
Andy Warhol y Marisol se conocieron en 1962. Hay anotaciones de Warhol sobre un encuentro entre ambos ese año en una cena con el también artista Frank Stella, según explica el Carnigie Magazine.
Para ese momento, ya Marisol era famosa, señala Beck. Warhol, por su parte, no alcanzaba el mismo nivel de reconocimiento.
"Son ambos de la misma generación, pero ella encuentra la fama y el éxito antes. A él le tomó 10 años lograr lo que Marisol hizo muy rápido en Nueva York", dice la experta.
Beck afirma que Warhol, quien es el artista plástico de la corriente pop más conocido y cotizado actualmente, "aspiraba a ser como Marisol".
Excéntrico y controvertido, se aseguró durante su carrera de siempre dar de qué hablar, ya fuera por sus relaciones con personajes influyentes, por los comentados encuentros en su taller "La Fábrica" o transformándose en un modelo profesional en contra de los paradigmas de belleza de la época.
Y fue de Marisol, opina Beck, de quien él aprendió a lidiar con la prensa. En su silencio, en sus entrevistas cortantes, ella encontró una defensa "suave, pero a la vez firme" contra el excesivo escrutinio público.
"Warhol intentaba encontrarse. Se moría por ser famoso y tener atención. Pero a la vez buscaba cómo presentarse ante los medios, siendo un hombre homosexual, algo tan criticado en los años 50", cuenta Beck.
En una entrevista publicada en The New York Times en 1965, Warhol se refiere a Marisol como "la primera artista con glamur".
Mientras, en términos artísticos ambos se influenciaron entre sí. Trabajaron temas parecidos, como lo relacionado a la política y cultura consumista estadounidense, con obras en las que aparecen botellas de Coca Cola o la familia Kennedy.
Además, Marisol tiene entre su acervo una escultura de Andy y él la hizo aparecer en dos de sus filmes realizados entre 1963 y 1964: "Beso" y "Las trece mujeres más bellas".
¿Por qué Marisol fue olvidada?
En 1968, Marisol representó a Venezuela en la Bienal de Venecia, evento en el que presentó varias esculturas, como su obra Andy y su instalación The Party, una serie de piezas de madera en tamaño real que simulan los personajes de una fiesta, aunque todos tienen su rostro.
No era la primera vez que la artista escapaba luego de ser el "centro" del ojo público, indica Beck. Luego de encontrar el éxito tras exponer en la galería de Leo Castelli se fue a Italia una temporada.
Cuando regresó de ese primer viaje, encontró la escena del arte pop en todo su esplendor. No ocurrió lo mismo la segunda vez, cuando esta corriente artística había sido desplazada.
"Creo que algo pasó con ella. Regresó a su propia visión [del arte] y no necesariamente se alineaba con las tendencias que estaban ocurriendo en 1970 y 1980 en el mundo del arte", dice la experta.
Marisol produjo obras durante todos esos años, incluso en América Latina, en donde hizo varias piezas de arte público. Pero la prensa dejó de hablar de ella.
Su muerte, en abril de 2016 en Nueva York, trajo de nuevo atención a su trabajo. Pero todavía hoy es menos conocido que el de muchos otros artistas pop masculinos, como el de su amigo Andy Warhol.
"Hay una visión de que él [Andy Warhol] tiene una trayectoria de éxito, pero no es necesariamente real. Es solo la forma en la que se ha escrito sobre él", dice Beck.
"Pienso que a Marisol le pasó lo que a muchas artistas femeninas, que el mundo de la historia del arte es predominantemente masculino y blanco".
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