Anthony Bruce, el tataranieto de Willa y Charles hablando en una rueda de prensa

Los Angeles Times via Getty Images
"Este es un día que no estábamos seguros de que llegaría", declaró Anthony Bruce, el tataranieto de Willa y Charles.

En junio una playa en California que fue expropiada a una familia negra hace casi 100 años fue devuelta a los descendientes de esta por las autoridades del condado de Los Ángeles. Ahora, seis meses después, la familia se la venderá de vuelta al condado por US$20 millones.

"Lo que le fue robada a la familia fue la playa, pero lo que la propiedad representaba era la capacidad de crear, preservar y transmitir la riqueza entre generaciones", le dijo este martes el abogado de los Bruce, George Fatheree, al medio Los Angeles Times.

"Y permitir que la familia ahora tenga la certeza de vender la propiedad al condado, tomando las ganancias e invirtiéndolas en su futuro, eso también es reparación".

La Playa Bruce fue comprada en 1912 por Willa y Charles Bruce para crear un lugar de esparcimiento para la comunidad negra cuando todavía había segregación racial en California.

Ubicada en la exclusiva ciudad de Manhattan Beach, la propiedad fue expropiada por el concejo municipal en 1924.

Sin embargo, en junio pasado las autoridades del condado de Los Ángeles votaron a favor de devolver el terreno a la familia, acordando que el condado se lo arrendaría por US$413.000 al año, e incluyendo en el contrato una cláusula que les permitiría su venta en los siguientes dos años.

Es esa cláusula a la que se ha agarrado la familia para vender la propiedad por US$20 millones, su valor actual en el mercado según cálculos incluidos en el contrato, y que vuelva a quedar en manos del condado.

Ambas partes tienen hasta finales de enero para formalizar la venta, aunque el acuerdo está ya cerrado.

Ciudadela para afrodescendientes

Willa y Charles Bruce compraron el terreno por $1.225 y construyeron en él un salón comedor, un salón de baile y una zona para bañarse, según le contó a la BBC el año pasado Duane "Yellow Feather" Shepard, historiador y portavoz de la familia.

La Playa Bruce se convirtió en una "ciudadela para afroestadounidenses que llegaban allí en busca de esparcimiento desde todas partes del sur de California".

En aquel momento Willa le dijo a un periodista: "Siempre que hemos intentado comprar tierra para una playa balneario, nos la han negado, pero soy dueña de esta tierra y me voy a quedar con ella".

Pero poco después, alrededor de 1914 o 1915, según Yellow Feather Shepard, "el Ku Klux Klan (organización supremacista blanca) y los vecinos blancos decidieron que no querían que la familia Bruce permaneciera allí".

El departamento de policía local puso letreros que limitaban el tiempo de estacionamiento a 10 minutos, y un vecino puso letreros de "prohibido el paso", forzando a la gente a tener que caminar casi un kilómetro en cualquier dirección para llegar hasta el mar, explicó.

Pero esas medidas no disuadieron a los visitantes, así que las autoridades locales decidieron expropiar el terreno bajo una ley diseñada para permitir al gobierno forzar la venta de una propiedad para la construcción de carreteras y otros edificios públicos.

La excusa era que iban a construir un parque y la familia Bruce fue forzada a vender una década después. Según Shepard, "no se construyó un parque hasta 1957 y el terreno permaneció vacío hasta ese año".

Una placa conmemorativa recuerda a la familia Bruce como dueños originales de la playa

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Una placa conmemorativa recuerda a la familia Bruce como dueña original de la playa.

Recuperación del terreno

El jefe Duane Yellow Feather Shepard, que es miembro de la familia expropiada y también descendiente de indígenas, encabezó la iniciativa para recuperar la playa.

A lo largo de los años realizaron manifestaciones y eventos para llamar la atención sobre su causa.

En junio se aprobó una moción en el condado de Los Ángeles que reconocía que estaba "bien documentado" que la expropiación "estuvo racialmente motivada para sacar a la fuerza a una empresa exitosa negra y a su clientela".

La devolución de la propiedad fue el resultado de una extensa campaña y un proceso difícil. Durante años, la playa tuvo una placa en honor de Willa y Charles, y la asamblea estatal tuvo que aprobar una ley que permitiera su devolución.

"Este es un día que no estábamos seguros que llegaría", declaró en aquel momento Anthony Bruce, el tataranieto de Willa y Charles, asegurando que es un momento "agridulce".

"Los destruyó financieramente. Destruyó su oportunidad de alcanzar el sueño americano. Hubiera deseado que pudieran ver lo que ocurrió hoy", dijo.

Una joven pareja afrodescendiente celebra la recuperación de la playa

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Una pareja afrodescendiente celebra la recuperación de la playa.

El impacto de la expropiación todavía se siente hoy en día, según le dijo a la BBC Yellow Feather Shepard.

"Fuimos echados de esa comunidad… actualmente solo hay un 1% deafrodescendientes en Manhattan Beach", aseguró.

Ahora la familia decidió que la propiedad vuelva a manos del condado.

"Les pareció que lo mejor era vender el terreno por US$20 millones y por fin recuperar la riqueza que debió pasar de generación en generación y que les fue negada durante casi un siglo", dijo en un comunicado este martes Janice Hahn, presidenta de la Junta de Supervisores del condado y que en su día participó en la devolución de la propiedad a la familia.

"Así es como son las reparaciones y espero que sea un modelo a seguir para los gobiernos de todo el país".


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