Eton College, la escuela que gobierna Reino Unido
La escuela para los más poderosos y privilegiados del país ha capturado la imaginación de los escritores durante décadas.

A unos pocos kilómetros de Heathrow, el aeropuerto más transitado de Europa, se encuentra la escuela más famosa de Reino Unido, Eton College, un internado para varones en la ciudad de Windsor que ha capturado la imaginación británica en películas, libros y programas de televisión durante décadas. ¿Por qué?¿Será porque Eton es el crisol para generaciones de líderes políticos, con 20 de los 57 primeros ministros británicos educados allí, incluido el primero, Robert Walpole, y el reciente Boris Johnson? Solo eso ya le da un nivel de fama que se perpetúa a sí mismo. ¿O será por la larga historia de la escuela (fue fundada hace casi 600 años), el precio de una educación allí (US$58.000 al año), sus tradiciones o incluso su uniforme, que incluía sombreros de copa hasta la década de 1960 y sigue siendo un frac?Estos elementos fomentan la mitificación y la sensación de que la escuela es un mundo aparte, una fantasía ficticia de la educación superior que se transmite de generación en generación de familias cuya riqueza, como dijo el antiguo escritor etoniano James Wood, "se extendía tan atrás que el origen de su prosperidad era invisible".¿Coincide la realidad con las historias contadas, y los libros escritos, sobre la escuela que gobierna Reino Unido?Pues no todos los que asistieron a Eton encajan en el molde. El escritor, podcaster y músico Musa Okwonga, autor de "One of Them: An Eton College Memoir" (Uno de ellos: memorias de Eton College) fue uno de los alumnos de 1993 a 1998, y era uno de los pocos niños negros en la escuela. El libro fue su contribución a una "exploración de la raza y la clase" en Reino Unido, sobre la base de que "para entender hacia dónde vamos como sociedad, necesitamos entender cómo llegamos aquí".
Okwonga mismo instó a su madre a que lo enviara a Eton tras ver la escuela en un documental de televisión y visitarla en un viaje escolar. "Eraconscientede lo que te da la educación, dondequiera que vayas, incluso si sales de un país", le dijo a BBC Culture. Pertenecía a una familia de refugiados de clase media de Uganda y "pensé, este es el tipo de educación que te lleva a cualquier parte". Además: comparte su cumpleaños (11 de octubre) con la fecha de fundación de la escuela. "¡Estaba destinado!", dice.Okwonga llegó a Eton lleno de ambición: sus memorias muestran cómo se tomó en serio su costosa educación, calculando que le estaba costando a su madre US$27 por día que estuviera allí. "Básicamente, dirigí o me uní a todas las sociedades que pude", dice. "Mis días estaban llenos de listas de cosas por hacer que iba tachando". Tan ocupado estaba que en los 5 años que estuvo en Eton, sólo fue a casa dos veces, a pesar de vivir "más cerca de casa que nadie en la escuela".La determinación que mostró Okwonga es una cualidad que se ve en los exalumnos que han escalado el grasiento poste de la política: "Nadieaquí nos dice jamásen voz alta que los habitantes de Eton son líderes naturales", escribe en sus memorias. "Para eso está la arquitectura".
Asociamos a Eton con la riqueza, porque son los exalumnos ricos y famosos quienes llaman la atención. Pero las historias que le dan sabor a los hechos son a menudo de ficción; aunque dado el escepticismo del mundo literario sobre el éxito material (el fracaso es más interesante), la interpretación que hace un novelista de los chicos de Eton puede ser poco halagadora, o peor.
Villanos y tontos
Un ejemplo es Bertie Wooster, uno de los personajes cómicos más vívidos de la literatura inglesa, narrador de la serie de novelas y cuentos cortos "Jeeves" deP.G. Wodehouse. El etoniano es un idiota amable, miembro menor de la aristocracia inglesa, un rico holgazán a quien su inteligente e infalible valet, Jeeves, saca de numerosos líos. Por otro lado está elvillano archienemigo de Peter Pan, el Capitán Garfio (quien, por cierto, fue de Eton a Balliol College, Oxford, un camino seguido por Boris Johnson). Su educación se revela al final de la obra de JM Barrie cuando Hook salta hacia la muerte por cocodrilo, murmurando "Floreat Etona" ("Que florezca Eton"), el lema de la escuela. Hook era, bromeó un rector de la escuela en 1927, "un gran etoniano pero no uno bueno", y en un discurso pronunciado en Eton ese año, Barrie señaló irónicamente que "quizás fue que en Oxford tuvo malas compañías - harrovianos" (Harrow es otra escuela con una historia similar a la de Eton).Un lugar de extremos
Eton ha inspirado incluso a escritores que no asistieron a la escuela. John le Carré enseñó allí durante un año y lo describió como "un lugar de extremos" donde "se puede ver lo mejor y lo peor de la clase alta inglesa. Los buenos alumnos suelen ser brillantes [...] y te llevan al límite de tus conocimientos"."Los peores alumnos", agregó, "proporcionan una visión única de la mente criminal". Eso era una "riqueza" para un novelista, y Le Carré usó Eton como inspiración para la escuela ficticia Carne en su novela "Asesinato de calidad".Recuerda quepuedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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