El regreso de los aviones X y por qué tienen la clave de los viajes supersónicos
Propulsados por motores de cohetes y envueltos en secretismo, los aviones X impulsaron el programa espacial de EE.UU. Ahora tienen otra misión: transformarse en aviones silenciosos.

En 1947, el primer indicio que tuvieron los espectadores en el aeródromo militar de Muroc, California, de que la barrera del sonido se había roto fue un ruido parecido al de un trueno, o al del estallido de una bomba.Era el noveno vuelo a motor del avión experimental Bell X-1, y a bordo el piloto luchaba con los controles mientras la estabilidad de la nave fluctuaba a medida que aumentaba la velocidad.La leyenda de los aviones X de Estados Unidos nació a mediados de los años 40y floreció hasta los 60, cuando los aviones cohete volaron hasta los límites del espacio. Los vuelos de aviones de última generación como el X-1 y el X-15 allanaron el camino para los eventuales triunfos del programa Apolo y los primeros pasos de Neil Armstrong en la Luna. El más rápido de los aviones X llevaría a sus pilotos humanos a más de seis veces la velocidad del sonido.Ahora, en 2023, el último avión X, el avión X-59QueSST (Quiet SuperSonic Technology), tiene como objetivo repetir una hazaña lograda por el primer avión X: superar la barrera del sonido nuevamente. Solo que esta vez, si todo va de acuerdo a lo planeado, nadie en tierra se dará cuenta.
Avión silencioso
En 1973, el gobierno de EE.UU. prohibió los vuelos supersónicos comerciales sobre el país. Con esa prohibición, y otras similares, desapareció el negocio de aviones como el Concorde.Eso podría estar a punto de cambiar si años de investigación sobre cómo crear un estampido sónico silencioso llegan a buen término. La NASA y el "Skunk Works" (el pseudónimo oficial para los Programas de Desarrollo Avanzado del fabricante de aviones Lockheed) están tratando de construir un avión con esta característica.Pilotos humanos
El nuevo avión X también será pilotado por un ser humano en lugar de una computadora, para ayudar a generar confianza en las comunidades sobre las que vuela.El avión cuenta con el llamado sistema de visión digital eXternal (XVS). Este sistema utiliza una cámara de alta definición en la nariz y otra debajo para crear una pantalla para el piloto que es el equivalente a una ventana orientada hacia adelante."Siempre bromeamos con que el X-1 rompió la barrera del sonido y ahora estamos tratando de arreglarlo", dice Catherine Bahm, gerente del proyecto de Low Boom Flight Demonstrator(LBFD).Integración de ideas
Para algunos, construir un avión X que produzca un estruendo silencioso está muy lejos de los días gloriosos de superar la barrera del sonido. Significa que la aviación es una tecnología madura que se ha quedado sin grandes nuevas ideas. Otros no están de acuerdo."La integración de nuevas ideas o nuevas tecnologías es parte integral de lo que se trata con el X-59", señala Christian Gelzer, historiador jefe del Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA.Como lo es la recopilación de datos del mundo real. "Los ingenieros que están trabajando en el X-59 quieren la información por la misma razón que los que trabajaron en el X-1", dice Gelzer. "Están tratando de averiguar si pueden predecir cómo será un avión sin haberlo construido."Nadie antes había construido algo así antes".Antes de los aviones X, los científicos que trabajaban para el Comité Asesor Nacional para la Aeronáutica (Naca), el precursor de la NASA, llevaron a cabo sus investigaciones en túneles de viento y con aviones modificados, construyendo una reputación mundial por su calidad.Laboratorio volador
El vuelo supersónico actual se basa en lo que el X-1 enseñó a los ingenieros sobre el flujo de aire supersónico, el desempeño de los materiales a altas velocidades y las formas más efectivas de propulsión, así como los datos que proporcionó sobre cómo el vuelo supersónico afectó la fisiología humana.¿Inicio de una nueva era?
Gran parte de esta investigación sigue siendo relevante hoy en día, particularmente cuando se trata de vuelos hipersónicos. "Definitivamente hubo lecciones aprendidas de ese programa de las que todavía hablamos, como cómo maniobrar a velocidad hipersónica", dice Combs, cuyo propio laboratorio tiene un túnel de viento hipersónico.El programa X-15 fue cancelado en diciembre de 1968 después de 199 vuelos. A éste le siguió una nueva generación de aviones X. En lugar de aviones cohete pilotados diseñados para ir más alto y más rápido, los nuevos aviones X a menudo no tenían tripulación y estaban diseñados para resolver problemas técnicos específicos y poco glamorosos, y no han logrado captar la atención del público.Los aviones cohete como el X-1 y el X-15 fueron simplemente un acto difícil de seguir. "Tenías este puñado de pilotos que volaban a los confines del espacio y estaban al frente de esta nueva era", dice Teitel. "Había una sensualidad en eso que también atraía a la gente. No era solo la increíble tecnología. Era el futuro".Aún así, hubo muchos aviones X en los últimos 30 años, y continúan estableciéndose récords. Bahm trabajó en varios de ellos. El Lockheed Martin X-33 Venture Star fue un demostrador del proyecto Nasa-Lockheed Martin para construir un sucesor del transbordador espacial. Se canceló en 2001 antes de que se pudieran realizar vuelos de prueba por la falla del tanque de combustible durante la prueba, aunque la construcción estaba completa en un 85%.Ahora, el objetivo del X-59 no es ir más rápido sino ser más silencioso. Pero ese es solo el comienzo. "El X-59 es una especie de escala de avión de combate", dice Combs. "La siguiente pregunta es, ¿puedes construir uno más grande que sea del tamaño de un 737?"Esta historia fue publicada en BBC Future. Haz clic aquí para leer la versión original (en inglés).Recuerda quepuedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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