El legado que los vascos dejaron en América (además de los apellidos)
Etxeberria, Iturbide… son muchos los apellidos que los vascos llevaron a América con su migración. Pero el legado que dejaron desde Argentina hasta Estados Unidos va mucho más allá.

Amerikara noa ere nere borondatez / hemen baino hobeto izateko ustez… ("Me voy a América por mi propia voluntad / con la esperanza de vivir mejor que aquí"…)Así comienza una popular canción en euskera —el idioma de los vascos— que describe el largo viaje que millones de ellos hicieron para migrar a países de América en diferentes etapas de los últimos cinco siglos en busca de nuevas oportunidades.Esta migración fue común desde muchos países a lo largo de la historia. Pero quizá lo más llamativo es que los vascos, que se reparten entre la Comunidad Autónoma del País Vasco (o Euskadi) y Navarra —en el norte de España— e Iparralde —en el suroeste de Francia—, dejaran una huella tan notable en América siendo una población que hoy apenas ronda los tres millones de personas."Obviamente, no puedes comparar un grupo tan pequeño con los millones de italianos que migraron allí y la impronta que dejaron… pero, cualitativamente hablando, los vascos sí que dejaron un importante legado", valora Óscar Álvarez Gila,coordinador del postgrado sobre Diáspora Vasca de la Universidad del País Vasco.Pero ¿cuántos vascos llegaron a migrar? "No lo sabemos y nunca lo sabremos", responde tajante a BBC Mundo. "En las estadísticas no existía la categoría 'vasco' para catalogarlos [eran registrados como españoles o franceses], y muchos de quienes migraban en el siglo XIX lo hacían de manera ilegal cruzando la frontera con Francia y tomando un barco".Sin embargo, basado en estudios, testimonios y la presencia actual de descendientes, el experto cita como destinos preferidos de aquellos vascos migrantes Chile, Cuba, el oeste de Estados Unidos y México; aunque superados ampliamente por Uruguay y sobre todo Argentina, donde se dice que en torno al 10% de su población actual tiene algún antepasado vasco.A excepción de quienes salieron exiliados por razones políticas tras la Guerra Civil española en 1939, la mayoría de vascos que viajaron a América en diferentes corrientes durante los últimos siglos lo hicieron en busca de oportunidades de trabajo a países con economías en expansión y con políticas de acogida para migrantes muy favorables durante décadas. Era lo que entonces se llamaba salir a "hacer las Américas".
"En alguno de esos países se pagaba mejor que en el País Vasco, así que viajaban para mejorar su vida y hacer capital con la idea de regresar convertidos en alguien, y muchas veces con la idea de ayudar a fundaciones, a escuelas… Así se convertían en figuras reconocidas. De ahí viene el concepto de 'indiano'", le dice a BBC Mundo Josu Ruiz de Gordejuela, historiador y autor de varios libros sobre vasconavarros en México.En BBC Mundo recopilamos junto a expertos una pequeña parte de todo ese legado que la diáspora vasca llevó hasta América y que permaneció (o se adaptó) hasta la actualidad.
Apellidos
Quizá, aunque ni siquiera lo sepas, en tu familia hay raíces vascas si tu apellido es Iturbide (que significa "camino de la fuente" en euskera), Elizondo ("junto a la iglesia"), Ezeiza (de izeicomo "abeto"), Bolívar (bolue ibar, "la vega del molino") y un largo etcétera. Según expertos, los vascos generaron unos 70.000 apellidos de los que hoy conservan unos 35.000.Su presencia en América es tan amplia como, a veces, difícil de investigar. Primero, porque no todos son apellidos claramente identificables al no tener siempre una grafía en euskera; y segundo, porque muchos apellidos de origen vasco se extendieron después por otros territorios cercanos."El caso más emblemático es García, generado en el reino de Pamplona y que significa 'joven', pero que después fue llevado al resto de reinos de España. Por eso, tener hoy un apellido vasco como García no significa que tú lo seas. Es lo que llamamos 'apellidos vascos generalizados'", le dice a BBC Mundo Jorge Beramendi, historiador y miembro de la Fundación Vasco Argentina Juan de Garay.Nombres geográficos (y el legado de personajes históricos)
Debido al gran número de vascos que participaron en las primeras expediciones que llegaron a América desde España, es habitual encontrar su huella en multitud de los nombres que elegían para bautizar zonas o ciudades que encontraban a su paso.Es lo que hizo Francisco de Ibarra cuando nombró parte del norte de México como Nueva Vizcaya,en honor a la provincia vasca en la que nació. Si bien el nombre y sus límites no se conservan, sí continúa existiendo su capital Durango —en homenaje a otra ciudad vizcaína—, que hoy preside el estado mexicano del mismo nombre.Frontones
Antes de que el fútbol y el béisbol se convirtieran en deportes de masas en muchos países americanos, la pelota vasca ya atraía a multitudes a los frontonesdonde se practica desde hace siglos en sus diferentes modalidades.Este deporte traído por los migrantes —y el negocio de las apuestas que lo acompañaba— levantaba auténtico furor en el continente, hasta donde viajaban algunos de los mejores pelotaris(jugadores de pelota) vascos para protagonizar giras multitudinarias.Si en México o EE.UU. el deporte rey en el frontón era eljai-alai o cesta punta —jugada con una cesta de mimbre—, en Argentina la modalidad que continúa arrasando es la paleta y en trinquetes de canchas cerradas (con paredes en ambos laterales, al contrario que la mayoría de frontones de Euskadi que solo tienen pared izquierda).Gastronomía
La gastronomía vasca, reconocida internacionalmente y con un gran número de estrellas Michelin por metro cuadrado en Euskadi, dejó también su impronta en América.En el oeste de EE.UU., por ejemplo, se popularizaron los hoteles donde los pastores vascos pasaban los meses de invierno, comiendo todos juntos en largas mesas corridas y, generalmente, con un único plato en el menú que se ponía en el centro de las mesas para compartir.Una vez que la migración de pastores fue desapareciendo y esos establecimientos se fueron abriendo al público general, este peculiar estilo de organización de los locales se mantuvo hasta nuestros días en lo que se llama "estilo casero" o "estilo familiar"de disfrutar de los restaurantes vascos en EE.UU.En su oferta actual pueden encontrarse productos tan típicos como las alubias hasta otros que no son especialmente populares en el País Vasco. Es el caso del picon punch, un cóctel muy representativo de la migración vasca en EE.UU. a base de licor de hierbas, agua de soda y granadina que, sin embargo, es un absoluto desconocido en Euskadi.Empresas y actividades económicas
La población migrante vasca realizó diversas actividades económicas en América desde su llegada, aunque en algunos países son recordados por algunas dedicaciones específicas que llevaron a cabo como la de pastores en EE.UU., panaderos en México, lecheros u otras actividades agrícolas en Argentina (donde fueron clave para consolidar aspectos como el uso de la boina en la indumentaria de los trabajadores del campo)…Ya en la actualidad, quizá muchas personas no saben que una de las marcas de cerveza más representativas de México en el resto del mundo tiene ADN vasco. Sí, el grupo fabricante de Corona(o Coronita, en España) fue creado por Braulio Iriarte, un navarro de Elizondo que migró a México siendo muy joven. Iriarte pasó de trabajar como panadero a tener sus propias tiendas, crear la primera empresa en el país de fabricación de levadura para pan y ser artífice de una de las empresas cerveceras más populares en el mundo.Centros vascos
En arquitectura, hay numerosas construcciones herencia de la diáspora vasca. El imponente edificio del colegio de las Vizcaínas en Ciudad de México fue el primer centro educativo laico para mujeres de toda América y el único que ha funcionado de manera ininterrumpida en el país desde que fuera fundado por vascos en 1767.Pero si hay un lugar que simboliza la presencia de los vascos en el extranjero son las llamadas euskal etxeak o centros vascos, de los que el gobierno vasco tiene contabilizados cerca de 200 en el mundo. De ellos, casi la mitad están en Argentina.Estos centros nacieron inicialmente como lugar de acogida y ayuda mutua entre los vascos que cruzaban el océano hace décadas. En la actualidad, tratan de mantener viva la identidad social y cultural vasca impartiendo clases de euskera, charlas, conciertos, clases de baile o partidos de pelota, entre muchas otras actividades."Pero somos una colectividad que no se ha quedado anclada en lo folclórico sino que está muy comprometida también con las causas políticas", le dice a BBC Mundo Arantxa Anitua, expresidenta del Laurak Bat de Buenos Aires, el centro vasco en activo más antiguo del mundo tras su fundación en 1877.Noticias relacionadas