Funeral del militante del PT Marcelo Arruda en Foz de Iguaçu

AFP

Brasil está conmocionado por el asesinato de un militante del partido del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a manos de un simpatizante del actual mandatario, Jair Bolsonaro, a pocos meses de las elecciones presidenciales que enfrentarán a ambos líderes.

Marcelo Arruda, un guardia municipal y dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), fue asesinado a tiros el sábado en su fiesta de cumpleaños por el policía federal Jorge José Guaranho, quien invadió el evento en Foz do Iguaçu -ciudad fronteriza con Argentina y Paraguay- al grito de "¡Aquí somos de Bolsonaro!", según testigos de la policía civil.

Guaranho le disparó dos veces a Arruda, quien respondió con tres disparos.

La policía había revelado inicialmente que Guaranho había muerto como resultado del tiroteo, pero luego corrigió la información y dijo que estaba grave y bajo custodia en un hospital.

Ambos no se conocían hasta el momento del crimen, de acuerdo a la investigación policial.

"Marcelo, en su último y heroico acto, salvó innumerables vidas, ya que el fascista también amenazó y pudo haber asesinado a todos en la fiesta, incluida su familia", dijo el PT.

Arruda celebraba sus 50 años en una fiesta cuya decoración contó con una foto de Lula y símbolos del PT.

Marcelo Arruda

Reuters
Marcelo Arruda fue asesinado mientras celebraba su cumpleaños en Foz do Iguaçu.

Dirigentes del PT atribuyeron el crimen a lo que llamaron "discurso de odio bolsonarista".

"Una persona, por intolerancia, lo amenazó y luego le disparó. Él se defendió y evitó una tragedia mayor. Dos familias perdieron a sus padres. Los niños quedaron huérfanos, incluidos los del agresor", escribió Lula da Silva en Twitter con la información inicial de que Guaranho también había muerto.

"¡Basta de violencia! ¡Basta de destrucción! ¡Es hora de la reconstrucción y transformación de Brasil y de las relaciones entre brasileños y brasileñas! Lloramos y enterramos a otro compañero que fue víctima de la violencia política, ¡basta!", decía una nota firmada por Gleisi Hoffmann, presidenta del PT, y por Abdael Ambruster, coordinador nacional de seguridad pública del partido.

Bolsonaro habló sobre el caso en las redes sociales, pero no lamentó la muerte del guardia municipal ni ofreció condolencias a la familia de Arruda.

"Prescindimos de cualquier tipo de apoyo de quienes practican la violencia contra los opositores. A este tipo de personas les pido que, por coherencia, cambien de bando y apoyen a la izquierda", escribió en Twitter.

"Que las autoridades investiguen seriamente lo sucedido y tomen todas las medidas apropiadas", agregó el mandatario.

Lula y Bolsonaro son los principales candidatos para las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre de este año.

El candidato laborista Ciro Gomes, tercero en las intenciones de voto, también repudió el hecho y dijo que "el odio político necesita ser contenido" para evitar "una tragedia de proporciones gigantescas".

En tanto, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, dijo que este asesinato es "la materialización de la intolerancia política que impregna el Brasil actual" y muestra "cómo es vivir en la barbarie".


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