Cómo salió Argentina de la hiperinflación hace 30 años (y cuán factible sería recurrir a la misma solución hoy día)
En 1991 comenzó a regir la Ley de Convertibilidad que establecía la paridad fija del peso argentino al dólar estadounidense. Aunque la medida fue exitosa para reducir la inflación, terminó en un abrupto final.

Vivir con una inflación alta no es algo nuevo para los argentinos. Aunque ahora el país está atravesando por un histórico incremento de los precios -de más del 100%-, esta no es la primera vez que la tercera economía más grande de América Latina supera los tres dígitos de inflación. Hace 30 años, de hecho, la situación era aún peor: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) llegó a registrar un alza del 3.079% anual en 1989 y de 2.314% al año siguiente, en medio de una grave crisis financiera y altos niveles de pobreza entre su población. Pero sólo cinco años después, durante el segundo período presidencial de Carlos Menem, el IPC se redujo hasta el 0%. ¿Qué hizo Argentina en ese momento para contrarrestar la hiperinflación? ¿Se podría recurrir ahora a la misma solución? Aquí te lo explicamos.
Ley de Convertibilidad
A principios de la década de 1990, el espiral inflacionario que afectaba a Argentina parecía imparable. Para hacer frente a esta crisis financiera, el entonces ministro de Economía de Menem, Domingo Cavallo, llevó adelante un profundo cambio de la organización económica del país, que incluyó la famosa Ley deConvertibilidad.La medida -que comenzó a regir en abril de 1991 tras su aprobación en el Parlamento- establecía una paridad fija del peso argentino al dólar estadounidense.Es decir, un peso argentino pasó a valer lo mismo que un dólar. A este período se lo llamó popularmente el "uno a uno".¿Por qué fracasó?
"Pasamos de una economía cerrada, con alta inflación y muy protegida, a una economía abierta, con muy baja inflación pero que entró en problemas a partir de 1996", explica Dal Poggetto. ¿Qué pasó entonces con el modelo de la convertibilidad que parecía tan exitoso pero que poco a poco comenzó a mostrar sus primeras fisuras?Son varias las razones que explican el colapso, pero los economistas coinciden en que los "shocksexternos" jugaron un papel clave, entre ellos, la fortaleza del dólar. "La fortaleza del dólar, generada por un aumento de la tasa de interés en Estados Unidos, terminó provocando crisis en países emergentes como Argentina", señala Dal Poggetto. Al mismo tiempo, la crisis asiática -que se extendió rápidamente a otras regiones del mundo- y la fuerte devaluación delrublo, la moneda nacional de Rusia, también impactaron al sistema económico del país sudamericano. Pero el golpe más importante vino desde Brasil en 1999 cuando, tras una fuerte crisis caracterizada por la fuga de capitales y una caída en el nivel de la actividad, se decidió devaluar su moneda -el real- con respecto del dólar.El "corralito"
En 2001, la demanda de dólares había superado ampliamente la capacidad del país sudamericano de generar esas divisas. Con su economía estancada y un peso caro y poco competitivo, Argentina dependía cada vez más de la financiación extranjera: el 97% de su deuda externa era en dólares.Preocupados por la asfixiante situación económica, muchos argentinos empezaron a desconfiar de la solidez del sistema y a enviar sus dólares a cuentas en el exterior, en particular a la vecina Uruguay. Con las reservas del Banco Central en caída, el gobierno de Fernando de la Rúa pidió ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), negociando una reestructuración de su deuda.Pero ante la creciente fuga de capitales y el descalabro económico, pocos meses después el FMI decidió suspender sus desembolsos, lo que provocó una corrida bancaria aún más masiva.Fue en este contexto que el 3 de diciembre De la Rúa firmó el decreto 1570, ideado por Domingo Cavallo -el "padre de la convertibilidad"-, para intentar frenar la sangría de dólares.La medida, que poco después sería bautizada como el "corralito", impuso restricciones a la retirada de depósitos bancarios, asfixiando aún más a la población, paralizando el comercio y dejando al vasto sector informal de la economía sin posibilidades de subsistir.¿Se podría recurrir hoy a un modelo similar?
El abrupto final del modelo de la convertibilidad hace que sea difícil pensar en él como una solución viable a la actual crisis inflacionaria que vive Argentina. Sin embargo, hay quienes la han vuelto a poner sobre la mesa. Uno de ellos es Javier Milei, el economista y diputado de la derecha libertaria que aspira a ser presidente del país sudamericano. Milei ha dicho que la paridad cambiaria fue uno de los procesos más exitosos del país para controlar las variables macroeconómicas y por lo tanto implementar un modelo similar sería clave para cambiar el rumbo actual de la economía. "La convertibilidad se lanzó el 1 de abril de 1991, en enero de 1993 éramos el país con menos inflación del mundo. Yo propongo la libre competencia de monedas, reforma del sistema financiero. Así, lo más probable es que los argentinos elijan el dólar y ahí dolarizas", ha señalado.Recuerda quepuedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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