Julio Mella (Cucuyo) pensó lo peor la tarde de aquel domingo de 1974 del siglo XX en que fue interceptado por una patrulla de cuatro policías: un sargento, un cabo y dos rasos.
El joven caminaba por el corazón del barrio Villa María en el norte de la capital, cargado de sueños y varios tomos de la “Enciclopedia Cumbre, mis primeros conocimientos” en busca de algún comprador que no aparecía.
Era parte de la rutina de este nativo de pura cepa del Pedernales de la frontera sur dominicana para conseguir el sustento y sobrevivir en la urbe. La temible “Banda colorá” (matones) hacía estragos entre jóvenes desafectos del régimen de Joaquín Balaguer (1966-1978).
El suburbio estaba plagado de policías en una misión desconocida por el vendedor de libros. De repente, los agentes le detuvieron, revisaron cada página de cada tomo y se lo llevaron. Buscaban literatura comunista o cualquier cosa con olor a comunismo que el Gobierno había prohibido sin miramientos. Pagaba caro quien fuera descubierto con ella en la calle o en su casa.
“Fue una detención momentánea que observaron Luis Ney Hernández y las hermanas Chuchita y Romita”, aclara Cucuyo.
Eran tiempos de Guerra Fría en que hasta la sola lectura de libros que alentaran la conciencia movía a sospecha de comunista. El comunista es ateo y enemigo de la patria, según inoculaba el poder en todas las instancias del Estado, con énfasis en los cuarteles.
En el mismo municipio Pedernales hubo allanamientos aparatosos y sin representantes del Ministerio Público, sobre todo en la simbólica calle Juan López. Buscaban como aguja en pajal a dirigentes perredeistas de la prestancia de Camilo Pérez Cuevas, Clemente Pérez (Titán), Marino Pérez Heredia (Marión), así como a miembros de la izquierda. El Libro Negro de Chile, sobre el golpe de Estado contra Salvador Allende, estaba en la mira de los agentes del Gobierno. Lo consideran un instructivo para la revolución. Predominaba el miedo a otra Cuba en el continente.
Con 82 años a cuestas, Mella cuenta que en el momento justo de la detención pensó en la necesidad de aglutinar a los pedernalenses no residentes para defender sus intereses y los de la provincia. Se esfuerza en reconstruir la escena.
“Un día estaba yo por Villa María, por la calle 11 entre Federico Velázquez y Duarte. Con la Banda colorá en sus buenas y Balaguer haciendo su régimen de fuerza, una patrulla de la Policía que estaba en la zona me detuvo y, después de hacerme una requisa, me llevó preso. Entonces, ahí concebí la idea de formar una asociación”.
Busca en sus recuerdos y destaca: “La segunda persona en yo comunicarle esa idea se llamó Luis Ney Hernández Féliz, y la tercera, Lucila Pérez, alias Chuchita, y así, después, por necesidad de grupos, varios pedernalenses nos fuimos juntando”.
Luis Ney había nacido en Pedernales el 23 de noviembre de 1949. Se graduaría de médico en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) el 28 de octubre de 1978, el primero de la provincia. Murió a los 69 años el 8 de marzo de 2018. Era anestesiólogo y accionista de la Clínica Santiago Apóstol en la ciudad norteña Santiago de los Caballeros. Hijo de la enfermera del hospital provincial Elio Fiallo, Teresa Féliz, hermana de Ernestina Féliz (La Nesta), madre de Lucila Celestina Díaz Pérez (Chuchita).
Chuchita ha cumplido 82 años. De joven, considerada entre las chicas más hermosas de sociedad pedernalense. Extrovertida, en el patio de la casa de sus abuelos Memén y Atina, en la Juan López, junto a sus amigas solía contonearse con las rumbas y otros ritmos semivedados por las autoridades. Desde los 13 años fue encargada de la catequesis de la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia del municipio.
Dice que sigue amando a Pedernales y a su gente. Tanto que aún viaja desde el Distrito para vacacionar. Pero se le han esfumado en el tiempo muchos recuerdos, incluso el diálogo con Cucuyo sobre la idea de una asociación.
El día del parto
El Club de Profesores de la UASD, antigua casona del Trujillo a la orilla del mar, luego Centro de Investigación de Biología Marina de la academia (Cibima), en Güibia, avenida George Washington de la capital dominicana, fue el escenario para el primer “junte” a las 4 de la tarde de mediados de la década del 70.
“Después de convocar por los números de teléfonos que conocíamos y de manera personal a todos los pedernalenses que podían y sabían llegar al lugar, con el auxilio de Enrique Pérez y Pérez (El Pato), hicimos una asamblea a la que asistieron: Milcíades Mancebo, Silvio Sena, Eutimia Pérez (Tinita), Víctor Méndez (Tombo), Leovigildo Méndez (Rubio Gelín). Se formó un buen grupo. Ahí se planteó la idea de formar la Asociación de Pedernalenses Ausentes y designamos como primer presidente al empresario Servicio Tulio Mancebo (Santo Sinencia), por su prestancia empresarial y su espíritu de servicio, pero nunca asistió”, narró Cucuyo.
A ese encuentro sucedieron reuniones en otros lugares de la ciudad considerados accesibles para los provincianos, como el restaurante Viscaya, en la avenida San Martín; sede de la UASD, Centro Olímpico, casa del exsenador Antonio Féliz Pérez (Toño el Puerco).
Asistían 10 y 12 provincianos y algunos políticos cuando –precisa Cucuyo- estaban en campaña. Recuerda al líder del PRD, exsenador por Pedernales profesor Pablo Rafael Casimiro Castro (luego víctima de un atentado con fósforo blanco), Ovín Filpo, el carismático sociólogo Luis Augusto Caminero, quien, en sus afanes de la época, donó e instaló un televisor en el parque central del pueblo y dictaba charlas.
“En ese tiempo eran unos 200 y 300 pedernalenses. Unos estudiaban Ingeniería, Medicina, Derecho… No todo el mundo estaba en la asociación porque resultaba oneroso desplazarse de un barrio o un pueblo hasta los lugares de las reuniones. Se hacía a veces en el centro de la ciudad a donde llegaban todos los carros públicos y así nos pasábamos la tarde compartiendo para activar esa asociación”, explica.
El objetivo principal era defender los intereses de los pedernalenses en la capital y recurrir ante las instituciones del Estado y empresas privadas para la realización de actividades artísticas en la provincia durante las fechas importantes. Según el más reciente censo nacional (2022), la provincia Pedernales registra 34,375 habitantes, 0,3% de la población nacional. Algunos estiman que entre 30 y 40% vive fuera del territorio a causa de la falta de oportunidades.
“Realizábamos actividades para la fundación de la provincia apoyados por la UASD y la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, las casas licoreras Bermúdez y Brugal… Trajimos al pueblo y a las colonias al folklorista Fradique Lizardo, el coro nacional, operativos médicos, charlistas como Luis Augusto Caminero. Siempre teníamos actividades orientadas al empoderamiento de los jóvenes de Pedernales. Nunca estuvimos contestes con las autoridades de Pedernales y nunca nos apoyaron. Sufrimos persecuciones por ejemplo cuando presentamos el coro de la UASD en Pedernales y en Enriquillo.
Según Cucuyo, un día se vio obligado a dejar la organización y la dejó en manos de los hermanos Tombo y Herminio Moquete Méndez, y a Din.
A la vuelta de las décadas, él siente el amargo de la falta de reconocimiento al emprendimiento que, sostiene, brotó de su cerebro: la Aspa.
“Lo más amargo que yo tengo es que un grupos de amigos cuyos nombres me reservo para no herir sensibilidades, por ejemplo, hicieron unos estatutos y no mencionaron a los fundadores de ese movimiento. Al día de hoy, 35 o 40 años después, yo no he recibido un pergamino de reconocimiento de la Asociación de Pedernalenses Ausentes y se le ha dado reconocimiento a todo el mundo”, lamenta.
Los estatutos escritos tras su salida establecen como fecha de fundación el 3 de junio de 1984. La incorporación data del 15 de febrero de 1992 mediante el decreto 4892. El documento no hace referencia a los orígenes de la organización en 1974, ni a sus protagonistas.
Cambios en la ley obligan ahora a un proceso de reincorporación que está en curso, de acuerdo a la presidenta Ruth Villegas, recién juramentada, Sin tal paso, esta organización no gubernamental sin fines de lucro carece de facultad para realizar operaciones económicas y recibir recursos del Estado.
Miradas desde el presente
Desde aquella reunión en el Club de Profesores de la UASD en el malecón, hace medio siglo, la Aspa ha tenido una cadena de directivas con luces y sombras.
Aún padece la falta un local propio o alquilado y, según el consenso de las opiniones, está urgida de mayor protagonismo en las demandas y proyectos sociales de la provincia. Aunque es una organización sin fines de lucro y sus integrantes no cotizan de manera regular.
Han sido presidentes el empresario Servio Tulio Mancebo, los hermanos Herminio (Campeche) y Víctor Moquete Méndez (Tombo), Alfredo Pérez (Bin), Benedicto Heredia, Luis Vencedor Bello (Vencito), Fausto Medina (Pachulí), Pedro García Medrano (Ney), Johnny Pérez (Yony Tiquito), Alfonso del Orbe, Pascual González y Ruth Villegas (actual).
El exgobernador de la provincia Leovigildo Méndez (Rubio Gelín), 72 años, estuvo en la primera asamblea de la Aspa en el club de profesores.
“A finales del 74 o principios del 75 quedó fundada la asociación. En ese entonces era muy difícil juntarse en Santo Domingo, la comunicación no era como ahora, que tienes Facebook, WhatsApp, Instagram, Tuíter, teléfonos celulares. Cuando eso era el teléfono tradicional, residencial o de oficina, y no todo el mundo tenía acceso a él. En esa primera asamblea quedó a la cabeza de la asociación el licenciado Servio Tulio Mancebo”.
“Fue una asamblea espectacular, asistió mucha gente entusiasta que tenía años que no veía, y la celebramos en el club de la UASD. La idea era poner los ojos sobre Pedernales y unir nuestra gente en la capital, que estaba más desunida que nunca. Yo estudiaba en la UASD. Asistieron personas como Julio Antonio Mella, Luis Rafael Pérez Heredia (Lulú), Luis Ney Hernández Féliz, José Antonio Matos (Tony Bemba), Víctor Bartola, los hermanos Wilfredo (Bifí) y Tunino Medrano, y Virgilio, mi papá, mis hermanas Estamia y Taty Matos, y, si mal no recuerdo, Aldemar Molina. Creo que Aspa es una organización que debemos mantener, darle calor, sin dejarla politizar… Y ahora más que Pedernales se enrumba hacia el progreso. El futuro es promisorio con el desarrollo turístico. Habrá cosas buenas como empleos, aunque en ese aspecto ahora los haitianos no están tumbando el pulso, pero también malas y deberemos enfrentarlas, como la prostitución, la delincuencia, como corrupción”.
Rubio Gelín relata que en aquellos tiempos se reunieron varias veces, eran solidarios con personas bajo cuidado médico, hacían colectas de dinero e iban al pueblo para brindar apoyo a las actividades culturales y artísticas.
“La actual asociación, debo decir, ha tenido sus altas y sus bajas, pero pienso que la actual incumbente, la doctora Villegas, ha hecho un gran trabajo, como lo han hecho otros compañeros compueblanos”.
Alfonso del Orbe, presidente en el período 94-95, dice que “la misión y la visión de la Aspa están plasmadas en el artículo 5 del estatuto, que es juntar, proteger a todos los pedernalenses que residimos fuera de la provincia”.
“En mi año de gestión hice lo que pude de acuerdo a esos preceptos, como juntar y reconocer a los que más se han destacado. Con nosotros se inició la entrega de reconocimientos, hicimos la fiesta más grande que se ha hecho a tres orquestas, se iniciaron los juegos de softball. Todo lo que hacíamos era para satisfacer a los pedernalenses, vendiéndole las cosas a todo costo, y si quedaba algo, se lo cedíamos a cualquier persona que necesitara algo. Me he alejado un poco, pero me duele porque yo fui de los fundadores allá, en el sindicato de albañiles, en la cabeza del puente Francisco del Rosario Sánchez. Creo que ahora está desvirtuada”.
De acuerdo a Benedicto Pérez Heredia, desde Providence, “Aspa, así como las asociaciones de estudiantes universitarios y otras organizaciones que representan a una comunidad desde afuera, es una representación de la provincia en cualquier lugar en que se encuentre. Creo que debe ser la vanguardia de los pedernalenses, la guía de orientación y referencia para cualquier actividad o proyecto que beneficie a la comunidad, sea medioambiental, educativo, médico, deportivo, de cualquier índole. Con unidad, con criterio, con democracia. Eso fortalece a una sociedad. Creo que una debilidad es que no se activa cuando debe activarse, pronunciarse, aunque ha habido intentos y se ha logrado algo”.
Pascual González fue presidente en 1995 (un año), 1999-2000 y 2009-2011. Ve a una Aspa en transformación, jugando papel armónico en la sociedad pedernalense, acompañándole en todos los procesos.
“No solo en el ámbito de salud con operativos médicos sino buscando la manera en que podamos prepararnos todos desde el punto de vista técnico e intelectual, especialmente en lo técnico, que son las carreras que están bateando. El cambio hacia el turismo debe conllevar que nuestros jóvenes se preparen en el área turística y hotelera para que puedan participar en el tren de las posiciones de trabajo, sin dejar atrás la pesca, que debe incrementarse y regularizarse. Aspa tendría que buscar la manera de motivar más a nuestros jóvenes”.
El artista plástico y ex vicedecano de la Facultad de Artes de la UASD, Dionisio de la Paz (Cano), cree que tal entidad surgió por la necesidad que tenía la juventud visionaria de Pedernales de romper las barreras del crecimiento y el desarrollo profesional.
“Con esta iniciativa no solo fuimos beneficiados la generación del grupo de estudiantes que ingresó a la universidad a inicios de 1980, sino que abrimos las puertas a posteriores generaciones y hoy podemos mostrar los resultados con gran satisfacción. Hoy, la realidad geopolítica y social de Pedernales demanda un análisis global en el que hagamos énfasis en el aspecto migratorio y las oportunidades que generará el polo turístico de Cabo Rojo”.
Leomaris María Sena, 67 años, está en Nueva York. “Me siento muy conforme con la directiva actual porque ha sido una de las más transparentes desde que se formó la organización. Pero pienso que, como organización, debería velar más por los intereses de los pedernalenses y por la solución de los problemas que afectan a la provincia. Unirse más a las autoridades y luchar juntos contra la delincuencia tan fuerte que arropa al pueblo; también estar presente en cada acuerdo turístico que allí se haga. Creo es la mejor manera de participar. Y creo que a los pedernalenses que vivimos en el extranjero deberían de tenernos más en cuenta, somos prácticamente huérfanos. Deberíamos tener una directiva dondequiera que haya pedernalenses. Creo que esta directiva debería de elegir a alguien que se encargue de eso”.
Antonia Rocha (Japona), maestra y enfermera con ejercicio en Puerto Rico, pero ahora con residencia en el Bronx de Nueva York, hija de María de los Santos Acosta Sena (Santo Color), gobernadora en 1979, y de Miguel Ángel Rocha (Color), favorece la gestión de Villegas, cree que ha hecho muy buen trabajo, que debe continuar y ampliar.
“Que siga con los operativos médicos, ayudas a personas necesitadas de un bastón, una silla de ruedas, una muleta, una cama de posición, un ataúd, una colaboración económica para pagar una ambulancia y trasladar un enfermo al hospital de Barahona…”.
Pero entiende que “debe ensanchar más la mira de cara a los nuevos desafíos de Pedernales con el desarrollo turístico, y trabajar junto a la comunidad para resolver la pérdida de los valores, de la identidad y la descomposición social creciente. Trabajar para que el partidarismo no se adueñe de la organización, pero reconociendo que cada quien tiene derecho a preferir colores partidarios”.
Y enfatiza: “En su gestión debe promover en todo momento la cultura, nuestras costumbres, la solidaridad, nuestra humildad y apoyar el turismo en lo bueno que represente”.
Nueva gestión
La nueva directiva fue juramentada el sábado 13 de julio de 2024 durante un elegante acto celebrado en el night club del Colegio Médico Dominicano.
La presidenta Ruth Villegas ha garantizado que, junto al equipo, hará una gestión conforme los intereses de los pedernalenses no residentes y en sintonía con las demandas sociales actuales de toda la provincia y la región Enriquillo.
“Garantizamos una gestión transparente y unificadora, reconocedora de sus fundadores originales y los aportes de las diferentes directivas; vigilante de los intereses de Pedernales, desligada de activismo político en su seno, pero dialogante y colaboradora de las autoridades en los proyectos que beneficien a la colectividad. Situados en el contexto actual, lucharemos para que sea Aspa sea protagonista de los procesos vinculados al desarrollo turístico y otros proyectos sociales. Queremos ser referentes de todos los pedernalenses”.
Integran la directiva, además de Villegas, Gloria Fernández, vicepresidenta; Irsi Terrero, secretaria de Organización; Paola González, encargada de Finanzas; Xiomara Rodríguez, secretaria de Actas y Correspondencias; Alexander Matos, Prensa y Propaganda; Ramón de los Santos, encargado de Deportes; Berkis Adames y Wilfredo Pérez, vocales.
La presidenta avanza que pronto habrá buenas noticias para la asociación y la provincia Pedernales.