La hepatitis es una enfermedad producida por un virus que produce una inflamación en el hígado y puede producir cáncer de hígado, cirrosis y hasta la muerte.

Existen cinco tipos de hepatitis virales: A, B, C, D y E.

Entre los síntomas más comunes están la fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal, erupciones cutáneas, pérdida de apetito e ictericia, que no es más que el color amarillento de la piel.

Según la Organización Mundial de la Salud, hay casos en donde la hepatitis no presenta síntomas hasta varios años posteriores a la infección, pero aclaran que para entonces el hígado puede estar severamente dañado.

Características de los tipos de hepatitis

Hepatitis A

La hepatitis A, además de transmitirse a través del contacto directo con una persona infectada, puede ocurrir un contagio al consumir alimentos, agua contaminada o por falta de higiene.

Los síntomas pueden presentarse entre las segunda o tercera semana posterior de contraer la enfermedad. Esta se puede prevenir con una vacuna.

Hepatitis B

Es transmitida por la sangre, vía sexual y también la madre puede transmitirlo a su hijo durante el parto.

Los síntomas aparecen entre la primera y segunda semana posteriores de contraer la enfermedad y también se previene con una vacuna.

Hepatitis C

Se transmite por la sangre, jeringas contaminadas y a través de las relaciones sexuales.

Aunque para este tipo de hepatitis no existe una vacuna por el momento, la misma se puede curar en tres meses con medicamentos.

Hepatits D

La heptatitis D se transmite por la sangre y las relaciones sexuales. Se contrae solo si previamente se contrae hepatits B por lo que se puede prevenir con la misma vacuna que existe para la hepatitis B.

Hepatits E

Este tipo se transmite por alimentos, agua contaminada y la falta de higiene. Sus síntomas se presentan entre la segunda y décima semanas posteriores de contraer la enfermedad.