La ONU ofreció este lunes el envío de equipos de emergencia a Haití para combatir un posible nuevo brote de cólera en el país, después de confirmarse al menos dos casos en Puerto Príncipe.

La organización, a través del portavoz Stéphane Dujarric, reclamó además a las bandas armadas que desbloqueen inmediatamente la salida de combustibles de la principal terminal del puerto de la capital para facilitar el suministro de ayuda humanitaria.

Esa terminal lleva bloqueada desde mediados de septiembre por parte del líder de la coalición armada conocida como el G9, el ex policía Jimmy Cherisier.

"Naciones Unidas está lista para desplegar equipos de respuesta de emergencia para apoyar a las comunidades afectadas tan pronto como se garantice un acceso seguro y se desbloqueen los suministros de combustible", dijo Dujarric en su conferencia de prensa diaria.

La ONU pidió a todas las partes de la crisis haitiana que trabajen juntas para evitar dar marcha atrás en la lucha contra el cólera.

Haití sufrió una gran epidemia de esta enfermedad que se inició poco después del terremoto de 2010 y cuyo origen estuvo presuntamente en un vertido de residuos fecales a un río por parte de cascos azules que formaban parte de la misión de paz de la ONU que se desplegó en el país.

El cólera infectó a 520.000 personas y provocó la muerte de al menos 7.000, y aquella plaga no fue totalmente controlada hasta 2019, dejando a numerosas víctimas de la epidemia que siguen exigiendo justicia y reparación a las Naciones Unidas.

Tras evitar durante años reconocer su responsabilidad en este episodio, a finales de 2016 la ONU pidió perdón a los haitianos y presentó un plan para combatir la enfermedad y apoyar a los afectados.

Los nuevos casos de cólera detectados en Haití llegan en un momento de grave crisis en la isla, con la situación de seguridad marcada por el creciente poder de las bandas armadas y con manifestaciones antigubernamentales que exigen la salida del primer ministro, Ariel Henry.