Los casos de sarampión, enfermedad que puede ser mortal especialmente en niños no vacunados, subieron un 79 % a nivel global en los primeros dos meses de 2022, advirtió hoy Naciones Unidas, que teme que a la pandemia de COVID pueda seguirle una "tormenta perfecta" de brotes de otras enfermedades.
En enero y febrero se registraron en el mundo 17.338 casos de sarampión, frente a 9.665 en el mismo periodo de 2021, algo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) atribuyen a la interrupción de campañas de vacunación durante la pandemia.
"El desvío de recursos usados normalmente en las vacunaciones de rutina está dejando demasiados niños sin protección contra el sarampión y otras enfermedades evitables", destacaron en un comunicado conjunto, donde advirtieron de que también podrían producirse brotes de otras enfermedades infecciosas contra las que hay vacuna.
La relajación de las medidas de distanciamiento físico en los últimos meses y las crisis humanitarias en países como Ucrania, Etiopía o Afganistán (muchos de los brotes se declaran en zonas en conflicto) también han podido influir en el aumento de casos, señalaron las dos agencias de Naciones Unidas.
En los últimos 12 meses, los países que más casos de sarampión han reportado han sido Nigeria (12.341), Somalia (9.068), el Yemen (3.629), Afganistán (3.628) y Etiopía (3.039), afectados por crisis humanitarias y donde las tasas de vacunación son relativamente bajas (entre el 46 % y el 68 %, cuando se recomienda alcanzar el 95 %).
OMS y Unicef alertan también sobre el posible estallido de brotes de la enfermedad en Ucrania, que ya antes de la guerra era el país europeo con más casos (115.000, de los que 41 fueron mortales, entre 2017 y 2019) y que debido a la pandemia de COVID y a la guerra ha interrumpido sus campañas de vacunación en los últimos tres años.
Las organizaciones advierten de que durante la pandemia se han paralizado 57 campañas de vacunación contra enfermedades infecciosas en 43 países, lo que afecta a 203 millones de personas, muchas de ellas niños.
De esas campañas interrumpidas 19 son de sarampión, lo que ha colocado a 73 millones de niños en situación de vulnerabilidad ante una enfermedad con capacidad letal y que, al debilitar el sistema inmunológico, puede producir graves infecciones por neumonía o diarrea.
OMS y Unicef recuerdan que en 2020, el primer año de la pandemia de COVID, hasta 23 millones de niños no pudieron acceder a sus vacunaciones rutinarias, el número más alto desde 2009.