A través de la campaña “La hepatitis C se cura. Hazte la prueba”, un grupo de fundaciones y entidades médicas hicieron un llamado a la población dominicana a realizarse la prueba para detectar esta enfermedad y así evitar complicaciones.
La campaña es desarrollada y patrocinada por Gilead, con la colaboración de FUNPAHEIN, la Sociedad Dominicana de Gastroenterología, FAHEM, FUNEH, Fundación de Investigación Científica de Enfermedades Hepáticas, Fundación Génesis y la Sociedad Dominicana de Infectología.
De acuerdo con informes médicos se estima que el 1 % de la población dominicana padece de hepatitis C y que la mayoría de quienes están infectados desconocen su condición.
La doctora Clevy Pérez, presidenta de la Sociedad Dominicana de Infectología, explicó que cuando una persona se infecta con el virus de la hepatitis C, su sistema inmune reacciona y genera anticuerpos con los que enfrentar la infección. La prueba de sangre detecta esos anticuerpos que solo tienen las personas infectadas con el virus. No hace falta que el médico la indique, y los resultados se obtienen en menos de 24 horas.
“No temas hacértela, el tratamiento oportuno puede evitar la cirrosis y el cáncer de hígado”, expresó.
Según estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen unas 67,000 nuevas infecciones y 84,000 muertes provocadas por el virus de la hepatitis C en la región de las Américas. Solo el 22% de las personas que han alcanzado una situación crónica de la infección llega a diagnosticarse. De ellas, únicamente el 18% recibe tratamiento.
“Es hora de diagnosticar, tratar y curar”, dijo Arleen Cestari, presidenta de la Fundación de Pacientes con Hepatitis B y C y otras Enfermedades Inmunológicas (FUNPAHEINM), organización que apoya la iniciativa. “Es importante trabajar continuamente en el diagnóstico de las hepatitis para identificar y tratar a esos pacientes, ya que detectar a tiempo permite tomar medidas para evitar o controlar la propagación del virus, y preservar la salud de los ciudadanos”.
El país tiene la meta de reducir la incidencia de casos de hepatitis C a niveles mínimos, algo que nada más será posible si, al menos una vez en la vida, cada ciudadano se hace la prueba, algo muy sencillo y que podría salvar la vida de quienes padecen la enfermedad, pues se ha demostrado que los tratamientos actuales tienen una alta tasa de curación y efectividad.