En Malí se produjeron este martes intensos combates en la capital, Bamako. Un ataque cerca del aeropuerto militar y otro más en el centro de la ciudad, dirigido a un centro de formación de las tropas del ejército maliense. Se trata de una operación casi inédita pues si bien se registra una fuerte violencia en otras regiones del país, la capital hasta ahora se mantenía tranquila.

Con información de la corresponsal de RFI en la región, Gema Parellada.

Los tiros han retomado esta tarde en la zona del aeropuerto en Bamako, después del doble ataque de la mañana del martes en la capital de Malí. Es la primera vez desde el gran asalto en el hotel Radisson en 2015 que los terroristas atacan en Bamako.

Los ataques que iniciaron esta madrugada ocurrieron con dos objetivos muy concretos. Uno, la Escuela de Gendarmería y el otro la base militar del aeropuerto desde la que se lanzan drones del ejército maliense, y donde también se encuentran hombres del grupo Wagner.

Hay muertos y heridos, aunque no se ha confirmado el número aún y ha sido reivindicado por El Jnim, grupo vinculado a Al Qaeda. El aeropuerto está cerrado y los vuelos han sido anulados. Las autoridades afirman que la situación está ahora “bajo control”, pero los enfrentamientos se reanudaron en el aeropuerto a primera hora de la tarde.  

Esto ocurre sólo un día después del primer aniversario de la Alianza del Sahel, unión entre los gobiernos militares de Níger, Burkina Faso y Malí, que intenta hacer frente común contra el terrorismo.

El Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas pide a la población que “evite la amalgama”

En el noticiero de las 13.00 horas de la ORTM, la televisión pública del Estado, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, general Oumar Diarra, declaró que “los terroristas infiltrados” habían sido “neutralizados”, sin precisar su número, y aseguró a la población que continuaba la búsqueda de “cómplices”. Se difundió la imagen de un presunto asaltante abatido, junto con algunas armas y una veintena de “sospechosos” amontonados en un patio. El general Diarra prometió investigaciones y pidió a la población que “evitara la amalgama” para que nadie quedara “estigmatizado”. Un llamamiento sobrio, pero más necesario que nunca para evitar actos de represalia contra ciertas comunidades, en particular la peul, la tamachek y la árabe, a las que se suele mezclar con los grupos yihadistas.