El presidente brasileño ha dado tres días a Mark Zuckerberg, el jefe de Facebook, Instagram y WhatsApp, para que explique su decisión de dejar de verificar la información publicada en estas redes sociales en nombre de la libertad de expresión. El presidente brasileño también mantuvo conversaciones con el presidente francés Emmanuel Macron sobre este asunto.
Con Martin Bernard, corresponsal de RFI en Sao Paulo
Lula ha convocado una reunión ministerial para debatir la cuestión de las redes sociales. En su opinión, acabar con el “fact-checking” abriría la puerta a la “barbarie digital”.
“No vamos a permitir que las redes den lugar a una carnicería digital”, declaró Jorge Messias, ministro responsable de la defensa de los intereses jurídicos del Estado brasileño.
Zuckerberg, fundador y director de Meta, sacudió el mundo de las comunicaciones al anunciar el martes que cesará su programa de fact-checking (verificación digital) en Estados Unidos, un giro radical en sus políticas de verificación de contenido que se alinea con las prioridades del próximo presidente estadounidense, Donald Trump. Meta reemplazará el sistema actual por uno similar a las “Notas de la comunidad”, utilizado en X.
Meta tiene ahora tres días para dar explicaciones. Los tribunales también amenazan. Las plataformas digitales “sólo seguirán funcionando si cumplen la ley, independientemente de las bravuconadas de los irresponsables gestores de las grandes tecnológicas”, dijo Alexandre de Moraes. Se trata del magistrado del Tribunal Supremo que suspendió la red X durante 40 días en octubre, y que ganó una batalla legal contra Elon Musk.
“Libertad, pero no para difundir mentiras”
Lula ha presumido del apoyo de Emmanuel Macron en este ámbito. Tras una conversación telefónica, Brasilia emitió una nota diciendo que los dos presidentes estaban de acuerdo en que la libertad de expresión no era una libertad para difundir mentiras, prejuicios e insultos.
Brasil ganó protagonismo mundial en torno a la cuestión de las plataformas digitales en agosto, cuando la red X fue bloqueada durante 40 días en todo el país por orden de la corte suprema por desobedecer órdenes judiciales relacionadas al combate de la desinformación.