En Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, admitió que el país no estaba lo suficiente preparado para combatir la ola de incendios forestales que azotan parte de su territorio, potenciados por la grave sequía en el Cono Sur. El País acumula 140 días sin lluvias y el gobierno asegura que muchos incendios son de origen criminal.

“Hoy en Brasil, el país no estaba 100% preparado para enfrentar los incendios”, dijo Lula Da Silva el martes en una reunión con representantes de los tres poderes, científicos y académicos que estudian el clima. “Pocos estados cuentan con defensa civil, bomberos y brigadas anti incendios” lamentó el presidente de Brasil.

Desde hace más de un mes, los incendios se expanden en varias regiones de Brasil. 18 millones de hectáreas ya se esfumaron, una superficie similar a la de Uruguay y el humo afectan a la mitad del territorio nacional. Una situación que el gobierno brasileño atribuye a la sequía y algunos actos criminales, según Marina Silva, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil.

"Esta sequía se está produciendo en muchos lugares del mundo. En Bolivia, Perú, Paraguay y otras partes del mundo también hay incendios. La diferencia aquí en Brasil es que existe esta alianza criminal de terrorismo climático, donde la gente está utilizando el cambio climático para agravar aún más el problema”, deplora la ministra.

En Brasilia, por ejemplo, un incendio arrasó unas 2.400 hectáreas de bosque de una reserva natural. Las autoridades locales indican que el fuego se originó probablemente por agricultores o personas que viven en la calle y que perdieron el control de sus fogatas.