Cientos de opositores al fallecido líder de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen, se reunieron este martes en varias ciudades de Francia para celebrar la muerte de este polémico político. El ministro del lnterior calificó de ‘vergonzosas” las celebraciones, mientras que desde la izquierda radical las justificaron.
"Este inmundo racista está muerto", rezaba una de las pancartas en la Plaza de la República de París, donde se congregaron cientos de personas para festejar la muerte de Jean-Marie Le Pen.
"Es la muerte de una persona que odiamos, porque era misógino, racista, negacionista y todo eso. Cuando mueren personajes tan odiosos hay que celebrarlo", explicó Louise Delporte, una estudiante de política de 20 años, en Marsella.
En esta ciudad del sur de Francia se congregaron entre 200 y 300 personas, en un ambiente festivo, con botellas de champán, sombreros de fiesta y un cartel que rezaba "Por fin".
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"Es un símbolo que muere y es muy bueno saberlo. Es un símbolo de una extrema derecha que ya no tiene sentido. Por desgracia, sigue existiendo y debemos recordar que no debemos permitir que siga viva", celebró Vivien Perez, un músico de 24 años.
Tanto en París como en Lyon, en el centro de Francia, se lanzaron fuegos artificiales. Entre 200 y 300 personas se reunieron en esta última ciudad.
“Vergonzosas”
El ministro del Interior de Francia, Bruno Retailleau, afirmó en X que estas manifestaciones de júbilo son "vergonzosas".
"Nada, absolutamente nada justifica que uno baile sobre un cadáver. La muerte de un hombre, aunque haya sido un adversario político, solamente debería inspirar compostura y dignidad. Estas manifestaciones festivas son simplemente vergonzosas", dijo el ministro en X.
En cambio, la líder del partido izquierdista La Francia Insumisa, Mathilde Panot, invocó el espíritu del semanario Charlie Hebdo, de cuyo atentado se conmemoraban ayer 10 años, para justificar las celebraciones.
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“Los jóvenes que siguen 'mandando a la mierda al Frente Nacional', están con el espíritu de Charlie por la mañana y luego por la noche se escandalizan de que la gente pueda hacer una broma o una reunión simbólica sobre la muerte de un líder de extrema derecha que era un enemigo de la República” dijo Panot en RTL.
En declaraciones a Public Sénat, el socialista Jérôme Guedj afirmó en cambio que “está mal alegrarse de la muerte de un hombre, sea quien sea”.
Pero también le pareció “un error diluir la carrera” de Jean-Marie Le Pen, en alusión a la reacción de François Bayrou, acusado de haber minimizado los numerosos escándalos que jalonaron la trayectoria del fundador de RN calificándolos sólo de “polémicas”.
Los funerales de Jean-Marie Le Pen tendrán lugar el sábado en su ciudad natal de La Trinité-sur-Mer, en el oeste de Francia, anunció el miércoles Louis Aliot, vicepresidente de la Agrupación Nacional (RN).
“El funeral se celebrará en la intimidad de la familia”, precisó Aliot, ex pareja de Marine Le Pen, una de las hijas de Jean-Marie.
(Con AFP)