¿Está implicado un misterioso buque chino en la avería de dos cables de telecomunicaciones que unen Finlandia y Alemania, Suecia y Lituania, en el mar Báltico? La pregunta se plantea porque dicho buque fue localizado en la zona en el momento del incidente. Los datos de fuente abierta analizados por la unidad Info Vérif de RFI muestran el extraño comportamiento de un carguero que había tenido una actitud sospechosa en el Mediterráneo hace unas semanas.

INFO VERIF RFI Por: Grégory GenevrierSuivre  Olivier FourtSuivre

En solo cuarenta y ocho horas, dos cables de telecomunicaciones,  uno que une Finlandia y Alemania y otro Suecia y Lituania, han resultado dañados en el mar Báltico. Según el operador finlandés Cinia, el cable submarino “C-Lion1”, de más de 1.100 km de longitud y que une Helsinki con Rostock, en el noreste de Alemania, se rompió el lunes 18 de noviembre. La ruptura se produjo al sur de la isla de Öland, en aguas territoriales suecas.

Un día antes, el domingo 17 de noviembre, el cable BCS entre la isla sueca de Gotland y Lituania que resultó dañado. Tras estos dos nuevos incidentes en una zona ya de por sí en tensión, Suecia anunció la apertura de una investigación por “sabotaje”, con el apoyo de Alemania. El diario británico Financial Times informa de que “los suecos están examinando de cerca el barco chino”. La policía finlandesa también ha abierto una investigación.

Si hasta ahora las autoridades se han mantenido discretas sobre el avance de la investigación, los ojos de muchos expertos están girándose hacia un misterioso buque chino (nº de identificación 9224984) que zarpó del puerto ruso de Ust-Luga, en el óblast de Leningrado, con destino a Port Said, en Egipto.

En efecto, según datos del sitio web de seguimiento de buques Marine Traffic, el Yi Peng 3, un granelero registrado en China, fue visto por encima de los dos cables dañados. Esto ocurrió pocos minutos antes de que se informara de los daños.

Yi Peng 3

El buque fue perseguido rápidamente por la armada danesa. Varios elementos de su flota fueron vistos cerca del Yi Peng 3. El patrullero oceánico danés DNK Navy Patrol P525, de 54 metros de eslora, siguió de cerca al granelero chino. Una webcam pública, situada en uno de los edificios del puente que cruza el estrecho danés del Gran Belt, captó la escena.

Los dos barcos parecen haber anclado a menos de una milla náutica de distancia. Aunque esta es la hipótesis preferida, por el momento no hay indicios de que el Yi Peng 3 fuera detenido por la marina danesa. Tampoco se sabe si se desplazaron militares o investigadores al granelero localizado en aguas danesas.

El mando de las fuerzas danesas se limitó a declarar en un post en las redes sociales: "Estamos presentes en la zona próxima al buque chino Yi Peng 3. Defensa danesa no tiene más comentarios que hacer en este momento".

No hay motivo para echar el ancla

Hasta el momento no está claro de qué se acusa a la tripulación de este mercante chino. ¿Estaba el carguero en el lugar equivocado en el momento equivocado? ¿Se enganchó el cable con el ancla? Incidentes de este tipo ocurren con bastante regularidad en todo el mundo, pero cerca de fondeaderos. En este caso, el Yi Peng 3 seguía un rumbo norte-sur en el mar Báltico a unos nueve nudos antes de aminorar la marcha. En principio, no había ninguna razón para que echara el ancla justo encima de los cables, y está claro que no envió ningún mensaje para anunciar algún daño.

La presencia de cables submarinos está claramente marcada en las cartas náuticas, y las tripulaciones saben perfectamente que el Báltico es un mar poco profundo (50 metros de media) que alberga importantes infraestructuras.

La mirada de los europeos se giró rápidamente hacía Rusia, señalada de dirigir una “guerra hibrida” contra ellos con el conflicto de Ucrania como telón de fondo. Pero de momento no hay nada que vincule la actividad del buque chino con un supuesto sabotaje ruso. Salvo que el granelero había hecho escala en un puerto ruso de minerales y gas: los datos de fuentes abiertas lo respaldan.

El Yi Peng 3 ya tuvo un comportamiento sospechoso en el Mediterráneo hace unas semanas. Según nuestras fuentes, entre el 24 y el 31 de octubre de 2024, el carguero chino fue observado en las proximidades del Estrecho de Gibraltar, realizando maniobras inusuales para un buque comercial. Rompió su rumbo en varias ocasiones, zigzagueando sobre importantes cables submarinos. En ese momento no se informó de daños.