En Argentina, la motosierra de Javier Milei atenta contra el sistema sanitario público. A principios de esta semana, el Ministerio de Salud anunció 1.400 despidos. Este 20 de enero, el personal del hospital psiquiátrico Laura-Bonaparte de Buenos Aires se movilizó para protestar contra el desmantelamiento del establecimiento.
Daniela, psicóloga; Karen, auxiliar de farmacia; Lia, médica generalista. En la fachada del hospital Laura-Bonaparte de Buenos Aires figuran los nombres de los cerca de 200 empleados despedidos esta semana, un tercio de la plantilla total del hospital.
En este momento, el hospital ya no puede funcionar, advierte Marcelo Olmedo, psicólogo de urgencias. “Cada vez tenemos más demanda y cada vez tenemos más cantidad de gente, que no es humilde y que no es de bajos recursos, pero que no puede pagar más la prepaga, porque tiene que priorizar el alquiler, o tiene que priorizar la comida o los servicios”, explica.
La sanidad pública en peligro
En 2024, casi 100.000 personas recibieron atención en el hospital Bonaparte. Pero más allá del propio hospital, los 1.400 despidos anunciados por el Ministerio de Salud a principios de semana ponen en riesgo todo el sistema sanitario público y gratuito, según Franco, psicólogo: “El interés del gobierno pasa por satisfacer otro tipo de intereses que no tiene que ver con las personas más vulnerables de nuestro país”, lamenta.
A principios de diciembre, el portavoz del Gobierno de Javier Milei anunció un proyecto de ley para suprimir la asistencia sanitaria gratuita a los extranjeros no residentes en los hospitales públicos argentinos.