El Parlamento israelí votó este lunes 28 de octubre, por una abrumadora mayoría, a favor de un proyecto de ley que prohíbe las actividades de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Israel. A pesar de las objeciones de Estados Unidos y de la ONU, el proyecto de ley fue aprobado por 92 de los 120 miembros de la Knesset, con 10 diputados en contra. Israel ha acusado a algunos empleados de la UNRWA de participar en el ataque del 7 de octubre de 2023.

 

Con nuestro corresponsal en Tel Aviv, Daniel Blumenthal.

Por amplia mayoría, la Knesset, el Parlamento israelí, prohibió las operaciones de la UNRWA en Israel. La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos deberá retirarse también de Jerusalén-Este, territorio ocupado que Israel considera como suyo y donde se encuentra su sede central.

"Va a ser muy dañino para los palestinos y su situación", denunció al micrófono de RFI el diputado del partido izquierdista Hadash, Ofer Cassif, uno de los 10 parlamentarios que votaron contra la ley. 

La ley aprobada este lunes por la Knesset es un reflejo de la aversión que reina en Israel frente la UNRWA.

Este martes el jefe de la agencia de Naciones Unidas, Philippe Lazzarini, calificó la prohibición como parte de una "campaña en marcha por desprestigiar a la agencia", y que "solo agravará el sufrimiento de los palestinos".

Desde su creación por las Naciones Unidas en 1949, al término de la guerra de Independencia de Israel, declarada por los palestinos como su desastre histórico (la “Nakba”), Israel acusa al organismo de eternizar el estatus de refugiados no sólo de los palestinos que huyeron o fueron expulsados del territorio que quedó demarcado como el Estado de Israel, sino también de sus hijos, sus nietos y sus biznietos que nacieron y crecieron en países árabes tales como Jordania, Siria y el Líbano,  recluyéndolos a campos de refugiados y perpetuando su pobreza y sus sentimientos nacionalistas.

Acusaciones de terrorismo

"Hay una profunda conexión entre la organización terrorista Hamás y la UNRWA, e Israel no puede tolerarlo", declaró Yuli Edelstein, uno de los legisladores que impulsó la ley.

Si bien la versión final de la ley no acusa a UNRWA de ser una organización terrorista, durante la guerra en Gaza el último año el ejército israelí halló depósitos de municiones y túneles de ataque en sus instalaciones.

Israel detuvo a milicianos armados de Hamas que recibían salario por sus actividades en ese organismo de la ONU y algunos de los israelíes secuestrados rescatados atestiguaron haber estado presos en manos de profesores en escuelas de UNRWA.

"El terrorismo es una excusa para limitar organizaciones, grupos o partidos. Sí había terroristas de Hamás y otras organizaciones en UNRWA. No había muchos. Pero no hay razón verdadera para limitar o abolir los derechos de existencia o la cooperación con la agencia de la ONU", reaccionó Cassif.

Concretamente, la ley sancionada por la Knesset sólo puede ser aplicada en los territorios bajo soberanía israelí, que incluyen a los discutidos territorios de Jerusalén Este, y no en los territorios de Cisjordania y Gaza.

Consecuencias en Jerusalén Este pero también en Gaza

Pero la ley también prohíbe todo contacto económico con UNRWA, lo que puede dificultar que los bancos en Israel trabajen con el organismo de la ONU y podría detener las actividades de la agencia en Jerusalén.

Justamente allí, uno de los mayores problemas es que la ley sancionada no contempla ningún substituto a las actividades educativas, municipales y de asistencia que UNRWA proporciona a los refugiados palestinos en el campo de refugiados Shuafat en Jerusalén.

También prohíbe a las autoridades estatales tener cualquier contacto con UNRWA, lo que obligará al coordinador de operaciones gubernamentales en los territorios a suspender relaciones laborales con la agencia. Concretamente en Gaza, ello implicará que el ejército no podrá coordinar con la agencia la distribución de ayuda humanitaria a la población necesitada.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó en redes sociales que su país está "listo" para suministrar ayuda a Gaza "de manera que no amenace la seguridad israelí".

La enemistad y la desconfianza de las autoridades israelíes frente a esta agencia de las Naciones Unidas no es nueva, pero hasta ahora ningún gobierno israelí había tomado una iniciativa como ésta, el mismo gobierno que trata de debilitar a la democracia israelí, atacando al sistema judicial.