El jueves 19 de septiembre, el líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, pronunció un discurso muy esperado tras una serie de explosiones de beepers y walkie-talkies en Líbano, dirigidas en particular contra los medios de comunicación de su movimiento. Reconoció el duro golpe que estos atentados representan para sus combatientes, aliados del movimiento palestino Hamás y de Irán. Al mismo tiempo, prometió severas represalias contra el Estado judío por estos hechos, al que culpa de ser el causante. Su discurso fue recibido de manera dispar por los libaneses.

Durante el discurso de Hasan Nasralá, la aviación israelí sobrevoló Beirut a muy baja altura y rompió la barrera del sonido, imitando el ruido de las explosiones, señala nuestra corresponsal en Beirut, Sophie Guignon.

Como muchos libaneses, Robert Khawand está preocupado: “Nadie sabe lo que nos deparará el futuro. Lo que espero es la paz, para poder trabajar y ocuparme del desarrollo”, dice este carpintero de Beirut. “Nuestros hijos se han ido, nuestros amigos se han ido. El país está vacío. ¿Cómo podemos hacer frente a la situación económica y financiera? Vemos morir gente todos los días en la televisión”, agrega..

“Luchamos para defender nuestra tierra”

A las puertas del hospital francés Hôtel de Dieu, que ha atendido a 78 heridos -principalmente combatientes de Hezbolá-, Oum Youssef el-Mawla lleva dos días se dedica a esperar. Vestida de negro, ella y otras familias intentan tener noticias de sus seres queridos: “Luchamos por la ley, para defender nuestra tierra”, dice. “Los 3.000 heridos serán sustituidos por otros 3.000. Siempre seguiremos a nuestro líder de la resistencia, nos vemos reflejados en él”, proclama.

Nuevas incursiones israelíes en el sur del Líbano

Desde entonces, en el sur de Líbano han vuelto a recrudecerse los enfrentamientos entre el partido chiita aliado de Irán e Israel, lo que hace temer una nueva escalada. El ejército israelí declaró haber llevado a cabo nuevas incursiones israelíes en Líbano contra sistemas de lanzamiento de cohetes de Hezbolá «listos para ser utilizados inmediatamente para disparar contra territorio israelí”.

“Desde esta tarde, [la Fuerza Aérea] ha golpeado alrededor de 100 lanzaderas y otras […] infraestructuras terroristas que representan alrededor de 1.000 cañones”, según un comunicado del ejército israelí, que prometió su determinación a “seguir demoliendo las infraestructuras y capacidades […] de Hezbolá para defender el Estado de Israel”.

Desde Tel Aviv, los residentes preocupados por una posible escalada

En Tel Aviv, la vida transcurre con normalidad en vísperas del fin de semana, con restaurantes y bares llenos. Pero los transeúntes con los que se entrevistó nuestra enviada especial en el lugar, Justine Fontaine, siguen preocupados. Como Aviv, de 33 años: “Me preocupa un poco que las cosas se recrudezcan, sí. O incluso que las fuerzas israelíes entren en Líbano. O que Hezbolá decida bombardear Tel Aviv”, explica Aviv.

Unos metros más allá, Zohar Bar-Or, de 30 años, pasea a su perro por un parque. Se pregunta si debe tomarse en serio los discursos de Hasan Nasralá: “¡Siempre está haciendo declaraciones desde su búnker! Siempre dicen que van a hacer algo grande y la mayoría de las veces no lo hacen. Pero esta vez, creo que pueden hacerlo”, teme.

Se declara dispuesta a apoyar una posible intervención terrestre israelí en el sur de Líbano, si ello contribuye a presionar a Hamás y a recuperar a los rehenes.