Rusia ha vuelto a atacar la ciudad portuaria meridional de Odesa con drones y misiles disparados contra el centro de la ciudad. La ofensiva ha causado víctimas y cuantiosos daños materiales, en un momento en que Moscú intensifica sus ataques contra la infraestructura civil de Ucrania en vísperas del invierno.
Con Emmanuelle Chaze, corresponsal de RFI en Ucrania
Al menos una persona ha muerto y otras diez han resultado heridas, entre ellas un niño de 9 años, en el último ataque ruso contra la ciudad ucraniana de Odesa. “Odesa ha vuelto a sufrir un ataque masivo del enemigo (…) Según los datos preliminares, una persona ha muerto”, indicaron los servicios de emergencia en Telegram. La fallecida es “una mujer de 35 años que dormía cerca de una ventana”, según publicó en la misma red social el alcalde de este importante puerto del Mar Negro, Gennady Trujanov.
También se registraron importantes daños materiales. Un edificio de viviendas en el centro de la ciudad quedó completamente destruido y muchos otros sufrieron graves daños, según el gobernador de la región, Oleh Kiper. Según él, las infraestructuras energéticas se han visto afectadas, incluida una tubería de calefacción, y 40.000 personas se encuentran sin electricidad esta mañana. Edificios públicos como escuelas y hospitales también se han visto afectados, entre ellos una maternidad donde una treintena de mujeres estaban dando a luz en el momento del ataque.
Aunque la situación está bajo control esta mañana, según el gobernador, muestra la vulnerabilidad de la ciudad portuaria, que es atacada regularmente por drones y misiles. Hace sólo unos días, un ataque similar dañó también la infraestructura energética de la ciudad.
En todo el país, Moscú ya ha destruido o dañado gravemente casi dos tercios de las infraestructuras, y millones de personas viven a merced de los cortes de electricidad. Kiev ya ha advertido que este invierno será sin duda el más difícil de pasar para los ucranianos desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala.