En las investigaciones sociológicas uno siempre busca explicar por qué unos movimientos populares se mantienen y otros tienden a entrar en reflujo. Se pregunta qué tipo de articulaciones políticas tienen estos movimientos con los partidos políticos y el Estado. ¿Cuáles son las consecuencias de este tipo de articulaciones?
En el caso dominicano, he observado a la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), un sindicato que a lo largo de su vida se comportó como una mezcla de movimiento sindical y popular. En este sindicato los sectores críticos o progresistas prácticamente han desaparecido y, en su lugar, han surgido corrientes que, al parecer, solo compiten por el poder o por motivaciones político-personales de sus líderes, olvidándose de las motivaciones que dieron lugar al sindicato y sus luchas. En la mayoría de estas corrientes los líderes sindicales no han visto las diferencias entre las visiones de sus partidos o las del Estado y aquellas de la membresía de la ADP (Betances, 2016). En cierta forma, algunas corrientes se han integrado al Estado o, en ocasiones, mantienen relaciones tensas, pero, en ningún momento, se observa una visión crítica o progresista. ¿Cómo salir de este laberinto conceptual?
El estudio de la ADP me ha llevado a explorar los estilos de las luchas magisteriales en México para comprender los avances y retrocesos de los movimientos populares. En mis investigaciones he encontrado al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), creado por el Estado en 1943 para unificar los diferentes sindicatos magisteriales que existían en las diferentes entidades federativas de la República. El SNTE se desarrolló en base a relaciones corporativistas, pero en su interior surgió una corriente democrática, fundada en 1979 y ha sobrevivido hasta nuestros días. Se trata de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE). La existencia de esta agrupación magisterial descentralizada por estado ha demostrado que, si bien el Estado fue exitoso creando un sindicato corporativo, no pudo escapar a la herencia nacionalista de la Revolución Mexicana (1910-1940). Este legado se relacionada con una serie de luchas ligadas en la búsqueda de una educación laica, humanística y crítica.
Muchos de los sindicatos que a nivel regional eran herederos de las posiciones nacionalistas de Lázaro Cárdenas (1934-1940) y de otras corrientes disidentes como el Movimiento Revolucionario Magisterial que surgió de las huelgas y protestas que se efectuaron a finales de 1950. Estas batallas, a su vez, tendrían influencia para que a fines de los setenta surgiera la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). En síntesis, el legado de la Revolución en la conciencia de los maestros y las maestras es la fuente ideológica de donde se nutre la corriente democrática del magisterio.
En los últimos tres años he estado observando el panorama de los movimientos populares en México y encuentro que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) representa una experiencia sus generis en América Latina. Contrariamente a lo sucedido en la República Dominicana y otros países de nuestra región, el legado la Revolución Mexicana, en cierta forma, nos explica por qué en México, pese a la existencia de un sindicato magisterial corporativo, una parte íntegra del Estado, ha surgido una corriente democrática que por más de cuatro décadas se ha planteado democratizar al sindicato, democratizar la enseñanza y la sociedad. La Revolución Mexicana tuvo como consecuencias “lecciones no intencionadas” (Tadalis Padilla, 2021) al promover, por lo menos durante la gestión de Lázaro Cárdenas, una educación emancipadora, humanística y socialista. Muchos de los docentes que organizaron la CNTE se formaron en escuelas normales rurales y urbanas que abrevaron en las ideas de Lázaro Cárdenas y muchos luchadores sociales en el sector magisterial. Pero más que eso, estos docentes contendían por su sobrevivencia porque el Estado creado después de la Revolución no les ofrecía salarios y prestaciones que les permitieran llevar una vida digna (Luis Hernández Navarro, 2023). En el fondo se trata del nexo sindicato-Estado y del desafío al autoritarismo que ha gobernado las relaciones laborales. De ahí que la lucha se haya constituido en un reto transexenal sin importar que los gobernantes sean conservadores o liberales progresistas. Los docentes democráticos se perciben como trabajadores de la educación y no simplemente profesionales de clase media. Este es otro elemento que contrasta con la experiencia dominicana.
La CNTE ha sido no solo una corriente democrática sino una fuerza contrahegemónica que lucha contra la mentalidad neoliberal que se ha querido imponer en las escuelas públicas. Esta siempre ha estado contra la privatización de la educación pública, una de las directrices de los neoliberales, y contrariamente a éstos, se ha propuesto desarrollar una educación integral, publica, gratuita, humanística y emancipadora, todo lo contrario de lo que proponen los neoliberales. Según esta corriente democrática, la educación pública no debe encaminarse única y exclusivamente a preparar los alumnos para el mercado laboral para beneficio de los empresarios. En este sentido, plantea una disputa por la educación, proponiendo una visión contrahegemónica para la construcción de una sociedad justa y democrática.
Por considerarlo de interés sociológico me he dedicado al estudio de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en México con el fin de hacer un pequeño aporte al estudio de los movimientos populares. Pienso que debemos conocer las experiencias que se realizan en los diversos países de la región para poder explicar por qué en unos los movimientos populares tienen éxito relativo mientras que en otros entran en descenso. En el caso mexicano las vivencias políticas, sociales y culturales que se derivan de la Revolución nos ayudan a entender por qué allí se ha podido desarrollar una corriente democrática y contrahegemónica mientras que países como la República Dominicana, donde la Revolución de abril de 1965 fue frustrada por la ocupación militar de Estados Unidos, no se ha podido desarrollar una experiencia similar.
En el caso de la CNTE he encontrado una práctica que contrasta con la usanza dominicana, donde los diferentes sectores del sindicalismo magisterial se convirtieron, prácticamente, en “correas de transmisión” de los partidos políticos y del Estado. En contraposición, la CNTE ha desarrollado vínculos estrechos con los padres de familia quienes, en fin, son uno de los pilares en que ha descansado su éxito a lo largo de casi cuatro décadas de batallar.
En México los maestros y las maestras democráticos siempre han mantenido su autonomía con relación a los partidos políticos y al Estado a través de una estrategia que se basa en la movilización-negociación-movilización: se movilizan para que se escuche sus demandas y, mientras se negocia, se movilizan para presionar a las autoridades para que aceptan una buena parte de sus reclamaciones. Si no aceptan las demandas, se siguen movilizando hasta que estas se consigan. Este tipo de estrategia les ha permitido sobrevivir los embates de los empresarios y el Estado mexicano a través de casi cuatro décadas.
En conclusión, tras las huellas de las prácticas de la CNTE y del debate teórico en la sociología latinoamericana, propongo que los movimientos populares deben guardar cierta autonomía con los partidos políticos y el Estado, pero nunca desligarse de ninguna de estas instancias. Mediante sus movilizaciones estos movimientos ejercen presión para cambiar, en lo que puedan, la correlación de fuerzas que se expresan en el Estado y así conseguir una parte de sus demandas. Emelio Betances (visite www.emeliob.medium.com para ver relatos y análisis sobre nuestro tiempo). Referencias:
Betances, Emelio. En busca de la ciudadanía: los movimientos sociales y la democratización en la República Dominicana (Santo Domingo: Archivo General de la Nación, 2016).
Padilla, Tadalís. Unintenteded Lessons of Revolution. Student Teachers and Political Radicalism in Twentieth-Century Mexico. Durham and London: Duke University Press, 2021.
Hernández Navarro, Luis. La pintura en la Pared. Una ventana a las escuelas normales y a los normalistas rurales. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2023.