En las redes sociales circulan diversos videos que confirman nuestra propuesta sobre la urgencia de un estudio independiente, sobre la administración del riesgo y el desempeño de las ARS. Salvo, excepciones, esos videos son una confusa mezcla de demandas justas, medias verdades, incongruencias, distorsiones, exageraciones, simplismo y populismo.
Demanda justa: es necesario aumentar la tarifa de la consulta ambulatoria, con mesura y equilibrio, y que la misma sea actualizada regularmente de acuerdo al aumento de la cápita.
Incongruencias: se presenta a las ARS como “simples intermediarias que deben desaparecer”, pero se mantiene a la ARS SENASA que también es una intermediaria que obtiene ganancias, y tampoco se elimina la ARS del CMD.
Medias verdades: se dice que “las ARS niegan servicios para lograr mayores ganancias”, lo cual puede ser cierto, aunque no es la norma general. Pero no se silencia que también muchos médicos y PSS aumentan los servicios para facturar más y elevar los ingresos.
Otra media verdad: se critica que el PDSS no garantice todos los servicios, pero se oculta que las carencias de los hospitales públicos, no solo son mucho mayores, sino recurrentes. La norma consiste en ofrecer todos los servicios, pero sin la más mínima garantía de ninguno.
Distorsiones interesadas: se insiste en señalar que “las ARS se niegan a aumentar los servicios”. Pero le ocultan al paciente que tanto la cápita, como el catálogo de servicios, los propone la SISALRIL y los aprueba el CNSS, sin la intervención de las ARS.
Reclamaciones absurdas: se dice que “las ARS se quedan con los 8,000 pesos de consumo de los medicamentos”, en vez de acumularlo a los afiliados que no los consumieron. Es como pedirle a tu compañía de seguro que te acumule el millón de pesos de límite de cobertura, porque en ese año no tuviste ninguna reclamación por accidente de tránsito.
Afirmaciones incoherentes: se proclama que la salud es un derecho humano fundamental, tan sagrado que no puede ser un negocio. Pero se decretan paros de servicio a millones de afiliados, y se rechazan a los pacientes, incluyendo a los más pobres, si no pagan un anticipo, a pesar de tener un seguro médico vigente.
Simplismo: Se repite que la eliminación de las ARS crearía un fondo para mejores tarifas y más servicios. Pero, al convertir al SENASA en la única ARS ésta incurriría en mayores gastos propios de una administración universal y eficiente. Se olvida que, gracias al clientelismo, el IDSS tenía 28 empleados por mil afiliados, mientras la media de la región era de sólo 8.
Estas verdades, medias verdades y planteamientos interesados se proclaman como ciertas, aprovechando la falta de información veraz y orientación oportuna de los afiliados, y de gran parte de la opinión pública. Desgraciadamente, el tema se sido politizado lesionando los derechos de los afiliados y la gobernabilidad del SDSS.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) considera justo el reclamo de elevar la tarifa de las consultas y propone aumentarla cada vez que se suba la cápita. A cambio, demanda establecer un límite al copago por consulta y el retiro inmediato de todo bloqueo o paro. Además, acordar la contratación de un estudio independiente sobre la administración del riesgo y el desempeño de las ARS.
Nuestra Fundación hace un llamado a la cordura y mesura; a la utilización del Comité Nacional de Honorarios Profesionales y del CNSS, para dirimir las diferencias y llegar a acuerdos equilibrados, viables y sostenibles. Y finalmente, demanda de las autoridades competentes mayor informar y orientar a los afiliados.