El Colegio Médico Dominicano (CMD) exclama, a todo pulmón, “somos actores fundamentales” y siempre lo repite para justificar posiciones de fuerza en contra de los afiliados, y de los cimientos del Seguro Familiar de Salud (SFS). Nunca ha reconocido, de manera abierta y generosa, que los verdaderos actores fundamentales son todos los afiliados.
Se silencia el hecho de que, a diferencia del presupuesto de Salud Pública, el financiamiento de la seguridad social contributiva corresponde a los trabajadores y trabajadoras dominicanos quienes, con muchos sacrificios, realizan aportes mensuales para tener acceso a los servicios de salud, sin copagos ni otras trabas.
Con esta conducta, llegan al extremo de negarle los servicios como afiliados y hasta recomendarles que acudan a sus médicos como pacientes sin seguros, pagando de sus bolsillos la atención médica por la que ya cotizaron. Lejos de respetar sus derechos, los convierten en víctimas inocentes e indefensas de un conflicto contractual con las ARS.
Con este actitud, pretenden perpetuar y reproducir el esquema de Salud Pública donde, durante más de 60 años, los médicos han sido “Ley, Batuta y Constitución”, manteniendo relegadas, a un plano muy secundario, a millones de familias de escasos recursos que se ven obligadas a acudir a los hospitales públicos.
Afortunadamente cada vez más sectores defienden abiertamente que el acceso universal a la salud es un derecho constitucional, esencial, que nada, ni nadie, puede condicionar ni denegar. Y critican abiertamente el afán de lucro desmedido que defiende la cúpula del CMD, así como las frecuentes interrupciones de los servicios públicos y privados.
Para justificar su rechazo absoluto a las ARS, han desarrollado una campaña basada en medias verdades y distorsiones. A pesar del señalamiento de que solo el CNSS es quien tiene la facultad legal de aprobar los catálogos de los servicios, procedimientos y medicamentos, el CMD insiste en que “las ARS impusieron un catálogo de prestaciones recortado y excluyente”.
Resulta preocupante la marginación del CMD del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), el órgano rector y superior para conocer y dirimir las diferencias entre las ARS y las PSS. Y muy en especial porque el CMD es miembro titular, instancia en la cual tiene todo el derecho a presentar sus querellas y propuestas.
Medias verdades, exageraciones e imprecisiones que confunden.
En toda la argumentación del CMD se observa un rechazo total al Seguro Familiar de Salud (SFS), ignorando la existencia de límites financieros impuestos por el hecho de que el 80% de los trabajadores recibe un salario promedio de 21,000.00 pesos mensuales, un nivel muy inferior al costo de la canasta familiar del Banco Central.
De acuerdo con las sociedades médicas, las ARS deben reducir las ganancias para dedicarlas a mejorar los honorarios médicos y para agregar mejores coberturas a sus afiliados. Se trata de una demanda populista, carente de cálculos financieros que demuestren que ello es posible.
Llama la atención que en ningún caso ni el CMD ni las sociedades especializadas se han referido a la información de ADARS y ADIMAR que da cuenta que en los últimos años las PSS han recibido el 93% del total de los fondos transferidos a las ARS por la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), quedándoles a estas solo el 7%.
En cambio, señalan que las ARS han generado 72 mil millones de pesos sin beneficios para los usuarios, sin relacionar esa cifra con el monto total pagado a las PSS. Un informe de la Fundación Juan Bosch señala que las ARS tuvieron 16,813 millones de beneficios en 15 años, pero silencian que ese monto es apenas el 5.2% de un total de 332,681.3 millones recibidos de la TSS.
Ante tantas medias verdades, exageraciones e imprecisiones, la Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) propone que la SISALRIL contrate una firma internacional, especializada e independiente, que haga una evaluación objetiva y detallada de las actividades de las ARS y de sus costos operativos, y emita una recomendación con conclusiones y recomendaciones viables y sostenibles.