Habiendo evolucionado hacia posiciones progresistas desde una actitud tradicionalista, habiendo combatido a la horrible tiranía con riesgos de su vida (y no sólo de palabra sino a bombazos) y dejando atrás a la élite social a la que pertenecía,  renunciando a sus privilegios, Juan Isidro Jimenes  Grullón es uno de los intelectuales llamados orgánicos de la historia moderna dominicana.

Pudo haber enarbolado un linaje presidencialista y, decentemente, no lo hizo.

Fue un analista combativo, un pensador importante y una figura que, viniendo del error, supo rectificar a tiempo sin utilizar la hipocresía y el silencio que caracterizó a otros políticos que debieron y debieran confesar ante el pueblo sus errores, para lo cual no tienen no sólo valor sino los valores claros y clarificadores que los reivindicarían si así lo quiere la historia. Pero Juan Isidro Jimenes Grullón se queda a mitad de camino al decir que según la dialéctica nomás las cosas positivas adviene al presente histórico (es más o menos su enjuiciamiento tomado del libro Nuestra Falsa Izquierda, editado en 1980). Es una verdad a medias ya que la dialéctica, que es discusión y debate en busca de la verdad, no se puede restringir a resultados positivos nomás. Aun cuando haya certeza en su juicio

Yerra en su observación de manera notoria tratándose de alguien que sopesaba detenidamente cada frase, cada palabra y cada juicio que emitía o emitían otros dignos de ser mencionados.

De ser como él pensaba, estaríamos en otro plano histórico más avanzado como país..Los hechos negativos también avanzan con la historia, la cambian, influyen a veces poderosamente, en su decurso. Por supuesto, lo que es para unos actos heroicos, para otros pueden ser puras carnicerías, masacres bochornosas y grotescas.

Y un ejemplo cercano es el Golpe de Estado que derribó al gobierno democrático  de Juan Bosch, su enemigo, en una vieja confrontación que no debió llegar hasta la política y que más parece de egos humanos que de situaciones de falda,( como se ha querido endilgar en  la historiografía oral), después de 31 años de poder tiránico irrespirable. El país sería otro si se permite que el proceso fluyera sin interrupción.

En la dialéctica participan diferentes factores contradictorios, debatibles, situacionales, históricos y no uno solo como él insinúa y afirma de manera directa..

Aún cuando hay discusiones frecuentes entre filósofos y analistas sociales hasta Karl Marx, pasando por Hegel que la sistematizó y situó, la dialéctica es, desde los griegos, el método de búsqueda, a través de la discusión y el debate, de la verdad y no de una verdad subjetiva cualquiera, sino la verdadera.

Así que contrario a lo que cree Jimenes Grullón, no hay búsqueda “positiva” en debate sino muchos factores de convergencia y de divergencia.