Reiterando la nueva práctica y ensayo experimental de la Feria Internacional del Libro y la Lectura bajo esta gestión gubernamental, la Feira del Libro XXXV, completó su agenda con éxito en este otoño del 2024. Libreros, intelectuales, artistas, escritores, librerías, editores, y culturólogos en sentido general, se hicieron presentes respondiendo al llamado del Ministerio de Cultura y su ministra Milagros Germán, con el propósito de que la convocatoria fuera integradora, masiva, inclusiva, divertida, reflexiva, crítica en los contenidos de sus propuestas y acogedora de los públicos, sobre todo, los escolares que visitan masivamente a los distintos rincones.

Siempre se debate el lugar acogedor de la Feria del libro, y por supuesto, no se ponen de acuerdo los sectores que inciden en estos temas, pues es cierto que el lugar resulta siempre cuestionado. En su momento, aunque ha sido de éxito la Plaza de la Cultura, la Feria debe definir un sitio de ella, con instalación permanente, oficinas permanentes y abiertas todo el año, prepuesto asignado, planificación y calendario que permita que se realice sin dudas, con tiempo y con estructura administrativa y personal dedicado a tiempo completo a su organización, desarrollando diálogos interactivos, montaje y ejecución definitiva durante todo el año, al menos utópicamente así lo veo.

Sé que se podría considerar un sueño mi punto de vista, pero al menos más racional que  la improvisación, aunque es obvio que estas últimas Feria del Libro, gananciosa a su favor, la cuestión es saber si el espacio acoge con holgura a los visitantes, si las edificaciones complementan a la Feria, si el impacto de la feria es negativo en la zona, la circulación vehicular, la tranquilidad de la zona, si podemos valorar o evaluar la circularidad peatonal y vehicular en el interior de la Feria y en sus alrededores de los vehículos que no pueden circular en su interior, ni tampoco tienen espacios fuera.

No hay dudas de que esta última oferta venció la adversidad del tiempo meteorológico, lo cual reafirma la importancia de la iniciativa, el interés positivo puesto por esta gestión de la ministra para lograr el éxito y la participación de los públicos, nacionales e internacionales, que de una u otra manera, son los portadores y destinos del mejor resultado de este llamado al libro y a la lectura.

Sabemos que ha quedado atrás el espectáculo absorbente de la Feria Internacional del Libro y la Lectura, que la comida circulara como un componente no invasivo, hoy hemos crecido ante estos desafíos. Cómo lograr que el libro y la lectura sean los protagonistas de la Feria, si bien no podemos afirmar que este objetivo se ha logrado en su totalidad, es evidente que hemos logrado avances en estos propósitos. Evitar que las instituciones estatales ocuparan faraónicamente los espacios y estantes de la Feria, es un logro que, sin ausentarlas en sus ofertas, siguen siendo de interés, pero disminuyendo su visualidad.

Celebramos el éxito de esta Feria Internacional del Libro, felicitamos a sus organizadores, primeramente, en la persona de la ministra Milagros Germán, agrademos a los invitados internacionales que nos acompañaron, a los maestros y escolares que con entusiasmo respondieron al llamado, a los escritores, editores, libreros, artistas y demás feriados relacionados, todos y todas, son arquetipos de estos éxitos. Felicitaciones.