¨La cultura es el ejercicio profundo de la identidad¨. Julio Cortázar

Es de noche y decido sentarme a escribir sobre arte, siento que mi cultura- la cubana- palpita bien enraizada en lo profundo de mis venas. Por ello en este artículo deseo regalarles un poco de conocimiento sobre una obra arquitectónica ùnica que aún sobrevive en un pueblito pintoresco del extremo oriental de la Isla de Cuba, llamado Velasco. De donde proviene la autora de estas líneas y que con orgullo disfruta cada uno de los recuerdos que guardo en la memoria.

Hace más de 80 años nació en Velasco, municipio Gibara, provincia Holguín, Félix Varona Sicilia. Nadie, a no ser él, soñó con que aquel pobladito de agricultores, se construyera un Centro Cultural de las dimensiones del que consiguió él. Después del triunfo revolucionario en Cuba, Félix Varona, decide ir al encuentro de cuanto arquitecto encuentra y a ellos les habla de su proyecto. Un día alguien que conocía la urgencia de Félix por los arquitectos, le presenta al cubano-americano Walter Betancourt Fernández, quien residía en Santiago de Cuba. Walter dice que él puede hacer lo que Félix Varona imagina y, los dos, sueñan juntos.

En el año 1964, el proyecto es presentado al gobierno de la entonces provincia de Oriente, en Santiago de Cuba. El gobierno asume la inversión a partir del 4 de mayo. Se inició su construcción en el año 1967, y no fue hasta 27 años después, 1992, que se concluyó su ejecución. Su ejecuvión se basó en el empleo de los códigos de la arquitectura moderna aprovechando mucho la volumetría y el empleo de desniveles entre los diferentes locales. También se caracteriza por el movimiento de su cubierta construida desde diferentes niveles alcanzando hasta cuatro aguas o más en algunos casos. La misma fue diseñada con paredes de ladrillo y hormigón, cubierta compuesta por cercas metálica y elementos de madera de par e hilera y cubrimiento de teja francesa. Así como, también posee cubierta de losa de hormigón armado en algunos locales y piso de mosaico, cemento pulido, tabloncillo y ladrillo en las áreas exteriores. Walter Betancourt y Félix Varona hicieron uno de los edificios emblemáticos de Cuba.

Mi madre como buena arquitecta cubana que es y a sabiendas del valor patrimonial de esta construcción, decidió capturar junto a mi padre las fotografías de su boda. Luego, al pasar los años y con la fotografía moderna de una cámara de celular, mi hermana y yo también atesoramos disímiles fotos de la emblemática edificación. Espero que con este artículo muchos velasqueños y velasqueñas puedan sentirse sumamente orgullosos de la joya arquitectónica que todavía hoy poseen.