Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que el 15% de la población mundial, 1000 millones de personas, es decir -uno de cada seis personas- sufre algún tipo de discapacidad. Además, las Naciones Unidas prevé que el número de personas de 65 años o más se duplique con creces en todo el mundo, pasando de 761 millones en el año 2021, a 1600 millones en el 2050, esto como consecuencia del aumento de la esperanza de vida.
Disfrutar del ocio, la cultura y el turismo se asocia al bienestar social y a la calidad de vida en la sociedad contemporánea. Además, son derechos reconocidos por la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos para personas con discapacidad. Sin embargo, este grupo es uno de los más desatendidos en el sector de viajes y turismo del mundo, sobre todo en nuestro país.
Al hablar de accesibilidad nos referimos a la condición que deben cumplir los entornos físicos y digitales, los productos y servicios para que sean comprensibles y utilizados por toda la ciudadanía en igualdad de condiciones. Implica los detalles del diseño universal o diseño para todas las personas, es decir, aplicar criterios de accesibilidad física, visual, auditiva y cognitiva desde el origen.
El turismo accesible es el que garantiza el acceso y disfrute de las actividades turísticas y de ocio para el mayor número de personas de todas las edades y capacidades. Su puesta en marcha comprende la aplicación de la accesibilidad en toda la experiencia del viaje y en la cadena de valor del turismo. Es decir, desde su planificación, en los desplazamientos hacia el destino y, en este, en alojamientos, restaurantes, actividades culturales y de ocio, espacios urbanos, espacios naturales, etc., hasta el regreso al lugar de origen.
El ser un destino turístico accesible ofrece muchas ventajas al país. Mejora considerablemente la calidad de la oferta turística. Incrementa la cuota de mercado, permite incluir a clientes con discapacidad y a personas mayores con requerimiento de accesibilidad más exigentes. Refuerza la imagen y la reputación de la empresa o destino: porque se posiciona como cumplidor de la legislación y como organización alineada con los criterios ESG, “Environmental, Social and Governance” (ambiental, social y gobernanza) y con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
La aplicación de la accesibilidad crea espacios y servicios más fáciles de utilizar y confortables para todas las personas. La accesibilidad está asociada a la inteligencia turística por ser uno de los cinco ejes fundamentales de un destino inteligente.
Lamentablemente, en nuestro país es mucho lo que se ha teorizado sobre la necesidad de implementar mejoras en las plantas hoteleras de los principales destinos turísticos. Sin embargo, a la fecha pocos han avanzado en este aspecto.