Las vicisitudes de la democracia representativa dominicana están coronadas por las elecciones generales de cada cuatro años que parecen un siglo, de acuerdo al equilibrio de las fuerzas sociales que se expresan en el pueblo, respecto a los intereses del mismo “pueblo” y los intereses particulares, es decir de grupos o individuos. De ahí que, historiarlo narrativamente resulta llamativo por la actitud crítica del Dr. Guido Gómez Mazara, recogido en un título: Transición electoral (1966-1996), tomo I. (Editora Búho). Reitero, resulta llamativo por el lenguaje empleado en la redacción del libro: la pasión con que está escrito en una proyección de la personalidad del autor, que nos tiene acostumbrados, tanto en la manera de cómo argumenta sus ideas como respecto a lo que cree y defiende, digamos “con unas y dientes”, siempre elegante su verbo encendido, fruto de la pasión con que expone todo lo que él cree, se esté o no de acuerdo, ahora, como en otros libros del autor.
Escritura de pura pasión racional y lo más importante, comprometida, involucrada en aclarar los procesos y las situaciones políticas, sociales de épocas recientes, que es lo más importante, aunque solo el hecho de la narratología de los diferentes procesos ya es un compromiso. ¿Cuál? A mi modo de entender, que no se vuelvan a repetir y que los procesos sean cada vez más ajustados al ejercicio de la democracia, en este caso, la dominicana.
¿Qué busca el autor con recordarnos esos procesos, donde sus protagonistas, en su mayoría han desaparecido? Entiendo yo, si soy capaz, que de cada proceso electoral superemos las dudas en que fueron electos sus candidatos y ver y entender la evolución de los votantes, para construir, de una forma u otra, el diagnóstico de lo que somos en la actualidad como sociedad y que podemos mejorarlo si conocemos la intríngulis del mismo. Todo sea por la democracia dominicana y, por ende, de los dominicanos y sus instituciones.
Transición electoral (2024), del Dr. Guido Gómez Mazara, conocido por ser un defensor de la democracia dominicana, en su expresión más complicada es el trabajo del político con criterio, a quien todo dominicano admira y quiere ser, aunque le cuestione. Somos una sociedad altamente envuelta en lo que se entiende como política partidarista y Transición electoral es de esos libros que nos los recuerdan.
Transición electoral es de esos libros que buscan recordarnos que cada elección general para elegir nuestras autoridades podría significar una ruptura con el orden establecido, al igual que los Primero de mayo y los aniversarios de la Revolución del 65, para que evitemos volver a esos tiempos de caos y nos desenvolvamos con la transparencia, equilibrio y honestidad que demandan una buena convivencia entre nosotros, para ser cada día mejor como sociedad. Si tenemos las reglas claras y conocemos nuestra historia críticamente, evitaremos repetirla. Nuestros males comienzan por la forma de elección de los que nos van a dirigir.