Para organizar una reforma fiscal y una compactación y reducción del Estado como se  espera e impone la ley de desarrollo 1-12, un principio irrefutable de buena gestión, será nunca partir de cero (0). Querer iniciar de la nada  es lo que se podría entenderse  de algunas valoraciones y artículos de opinión de líderes empresariales, que parecen afirmar que el país avanza, pero lo hace sin visión.

El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) y la  PUCMM a principios de este siglo XXI, encabezaron una gestión de posicionamiento público para que la República  Dominicana  asumiera una visión de desarrollo. Incluso como el primer Plan Estratégico de Santiago 2002-2010 estaba  formulado, fuimos una de las referencias  nacionales  consultadas.

Agradecemos que  el  CONEP, la PUCMM y el Secretariado Técnico  de la Presidencia  de entonces,  realizaran varias sesiones  de trabajo en  Santiago, conducidos por Rafael Calderón, Rosajilda Vélez y posteriormente por Temístocles Montás.

El  CDES www.cdes.do es la  entidad  que impulsa el Plan Estratégico de Santiago,  tenía  para la ocasión y todavía  mantiene,  una  alianza ínter-institucional  con  el  Centro Iberoamericano  de  Desarrollo Estratégico Urbano  (CIDEU),   un asociación mundial de pensamiento urbano creada en 1993 por 30 países y ciudades con sede en la ciudad  de  Barcelona que en ese momento desarrollaba su primer plan estratégico de desarrollo  exitoso, acumulando  los mejores expertos del tema.  Ese avance aconteció 15 años que el Banco Interamericano de  Desarrollo  (BID), el Grupo Banco Mundial (BM) y otras agencias se ocuparan del tema.

La  ley  1-12   aprobó  que la  visión  2030  es lograr una “República Dominicana como un país próspero, donde las personas viven dignamente, apegadas a valores éticos y en el marco de una democracia participativa que garantiza el Estado social y democrático de derecho y promueve la equidad, la igualdad de oportunidades, la justicia social, que gestiona y aprovecha sus recursos para desarrollarse de forma innovadora, sostenible y territorialmente equilibrada e integrada y se inserta competitivamente en la economía global”

Eso lo estableció la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 donde se aprobó que debía asistirse a un pacto fiscal entre las fuerzas políticas, económicas y sociales “orientado a financiar el desarrollo sostenible y garantizar, la sostenibilidad fiscal a largo plazo”. Mandato que de acuerdo a Marisol Vicens y otros pensadores, fue incumplido cuando se aprobó la última reforma tributaria vía la Ley 253-12 para equilibrar las finanzas tras el excesivo gasto en la campaña electoral (2012) que aumentó el déficit a más del 8% del PIB.

Es correcto que en el contexto de la Reforma Fiscal en ciernes se compacte el Estado. 25 ministerios, 42   gabinetes y consejos; 124 direcciones generales, 158 gobiernos municipales  y 235 distritales hacen el Estado hoy sea excesivamente grande. Se  impone un Estado más compacto y eficiente   que armonice tamaño, competencia y niveles del gasto público. El sector público tiene una  nómina sobrepasa los 672,203 mil empleados públicos. Este total de empleados representan 28.5% del empleo formal  que cotizan para la tesorería.

En las siete provincias del Cibao Norte, el total de empleados privados y públicos es de 1,527,257, mucho   mas    que la cantidad de empleados públicos nacionales, la mayoría de los cuales se concentran en Santo Domingo. La provincia Santiago tiene 45 mil empleados públicos el 20% de un total 215 mil empleados.

El Cibao contiene la mayor proporción de terreno fértil de isla, no es casual que por siglos se haya mantenido en una posición de liderazgo en producción agrícola, siendo el principal abastecedor de productos primarios del país. La Región Norte produce más del 60% de la producción avícola y más del 80% de los huevos y la carne de cerdo. Los estudios recopilados por la Comisión de Economía Regional, Empleos y Marca Territorial del nuevo Plan Estratégico al año 2030, subrayan que los clústeres agropecuarios y agroindustriales del Cibao tienen mayor capacidad de aprovechar las megatendencias tecnológicas y sociales del mundo económico de hoy.

Sin embargo, la relevancia económica de la Región Norte va más allá de estos sectores agrícolas, teniendo una decisiva participación en zonas francas, turismo, construcción y minería. Santiago de los Caballeros como ciudad se ha convertido en la Meca del sector zona franca de la República. La provincia Santiago cuenta con 27 parques, que alojan 252 empresas, que representan el 37% del total. En esta actividad casi la mitad de las empresas que conforman el sector se encuentran situadas en el Cibao.

Los parques empresariales de Pizano, Tamboril y Corporación Zona Franca se distinguen por ser los mejores gestionados del Caribe y Centroamérica.

La Corporación ha sido objeto de reconocimientos internacionales por posicionarse como una de las mejores áreas productivas de este carácter de América Latina y el Caribe, elevando la competitividad de la ciudad y el país a nivel mundial. En términos de actividad turística, la Región Norte tiene el 26% por ciento de la ocupación hotelera del país, siendo sus principales destinos las provincias costeras de Samaná y Puerto Plata.

Es en este contexto, surge la acción estratégica del presidente Luis Abinader de elevar la inversión para Santiago y el Cibao. Esta política pública  condiciona que los cibaeños se sientan al fin, justamente tratados. Más del 70% de la gente, percibe que nuestros territorios son buenos lugares para vivir, crecer y desarrollarse (Estudios de Santiago-barómetro de Gobernanza  y Gobernabilidad 2019-2023).

Se estima que la inversión pública-privada en el Cibao, podría alcanzar los 250 mil millones de pesos en este momento. Es un hecho, que el buen gasto gubernamental genere la debida confianza de una inversión privada que se multiplica de forma ascendente. En puertos, aeropuertos, zonas francas, industrias, hoteles, restaurantes, clínicas, grandes centros de abasto, apartamentos y viviendas.

Del 2012 al 2019, según el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPyD), en Santiago apenas se invirtió anualmente, un promedio de RD$ 4 mil 670 millones. En 2024, estamos registrando más de 15 mil millones de inversión pública. Casi la misma cantidad que antes se gastaba en Santo Domingo, 16 mil 939 millones para el período analizado.

Con los dos presidentes que antecedieron al actual, hicimos inmensas gestiones desde Santiago, para que entendieran la prioridad y lo rentable socialmente de invertir en el Cibao. Uno, estaba concentrado en sus obras de movilidad en Santo Domingo y otro pretendía convencer al país, que con sus “Visitas Sorpresas” motorizaría la economía nacional.

Al 2024, el PBI cibaeño y la inversión extranjera directa (IED) medido por el Banco Central y varias agencias económicas especializadas, son US$ 40,625 millones y 1,069 millones, respectivamente. Montos equivalentes a una economía, la cibaeña que supera decenas de países comparables de América. La población cibaeña empleada son 1,527,257 personas, un tercio de los ocupados de la Nación. Alrededor del 20% de los ocupados, son empleados públicos.

Es “realista”, que la competitividad regional sea una estrategia coherente con las políticas publicas actuales. El buen tino estatal está al centro del apoyo al modelo de zonas francas, industrias, puertos, al aeropuerto internacional del Cibao, al turismo y los 10 clústeres económicos cibaeños. Para reforzar lo anterior se acaba de promulgar el Decreto 337-24, para duplicar la economía dominicana en el 2036.

Que el escenario nacional refleje una reforma fiscal, no puede ser motivo para pesimismos inusitados. Razón de irracionalidad o móvil para anunciar prospectivas confusas. Hoy, República Dominicana es una referencia mundial para el buen turismo, zonas francas innovadoras y agroindustrias sostenibles. Pero también, hemos mejorado muchísimo la transparencia y lucha contra la corrupción y el lavado de activos (Foro Económico Mundial y la USAID).

La Región Cibao vuelve a posicionarse como uno de los motores del desarrollo. Más de 2 millones de visitantes anuales por el aeropuerto del Cibao y más de 250 mil personas que diariamente llegan a Santiago vía terrestre. Esta dinámica de movilidad nacional e internacional en Santiago y el Cibao, impone expandir los centros comerciales de las diversas empresas, más ferreterías, unidades de insumo para la contracción, duplicar la cantidad de restaurantes, construir cinco (5) nuevos hoteles y ampliar diversas universidades.

En este escenario, el puerto de Manzanillo y otros destinos del norte, acumulan una importante inversión que harán del Cibao, un Hube-Logístico Internacional. Es momento para asegurar sostenibilidad.  Para ser más asertivos y propositivos. Es la coyuntura de un grupo de reformas del Estado que bien concertadas, organizadas y aplicadas, duplicarán la economía nacional en los próximos 10 años.