En el Museo de Asombros en los que entramos día a día, en este mapa cada vez más impreciso de Santo Domingo, que se nos va desgastando en la mirada, los huesos, bajo dos nombres, disímiles en verdad, se sustentan todos estos años de apuestas por cosas diferentes, desde la brillante noche del 30 de mayo de 1961.

José Cestero y Thimo Pimentel se han apropiado de inmensos espacios de haceres, decires e imágenes. Por un lado, el artista visual, del barrio de San Miguel, Condero por vocación y vaya usted a saber si ya estaba escrito en las profecías de Nostradamus. Por el otro, el médico que nunca quiso ejercer, el fotógrafo curioso, atrevido, ¡fresco!, y luego el cronista, autor, ceramista, amigo, pomada perfecta para el alma, por su alegría, creatividad y por su insistencia en meternos a todos en ese Kindergarten thímico-pimentelense tan único.

1966 es un año que al mencionarlo sólo sentimos el humo de fuegos recién apagados.

La guerra de 1965 había concluido. Ya el “viento frío” de René del Risco Bermúdez soplaba a todo estribor. El 14 de febrero de 1966 sospecho que las buenas parejas de enamorados se daban su Conde o sus helados Capri, mientras en la revista Ahora! Thimo Pimentel publicaba una entrevista al futuro Maestro Cestero.

Junto a sus labores ya tradicionales de fotógrafo, Pimentel se ponía entonces el saco de periodista, a la caza de las jóvenes promesas. Cestero era una de las más visibles: por el diálogo con la pintura Avant-gard latinoamericana, por la fuerza de un pincel que superaba los conceptos entonces trujilloneanos de espacio, de lo que daban cuenta sus autorretratos.

Si ahora podemos subrayar el concepto de “Cesteriana”, como una opción ética, estética y urbana a partir de la vida y obra del Maestro José Cestero, en esta entrevista que recuperamos tenemos uno de sus primeros hitos. Así comenzaba a construirse esta casa donde nos cobijamos todos los cesterianos, desde los fotógrafos Jaime Guerra, Maurice Sánchez, Alberto Álvarez, los poetas Amable López, Gleam Pearl, Rita Indiana, hasta todos los habitués y diletantes y tostados y cooles y vaya usted a saber, incluyendo a la perra que le asignó Jaime Read Ortega para su protección, sin dejar de incluir al Marchant de enfrente de la extinta Cafetera, quien siempre le tendrá su silla de plástica para el más sano entretenimiento.

Sin más preámbulos, señoras y señores, con ustedes, THIMO PIMENTEL y JOSÉ CESTERO. ¡Aplausos!

CESTERO: PINTURA Y DRAMA

Thimo Pimentel

La pintura dominicana avanza lentamente, entre escombros de guerra y dolor, por encima de los muertos, y con ellos va a la gloria.

Dolor, hambre, miseria, luto, traducidos al lienzo por uno de los buenos de hoy y mejores del mañana —JOSE CESTEROS— pintor del pueblo y sus entrañas, pintor de luto, de sangre, de drama, de destinos.

Hace unos días tuvimos la oportunidad de entrevistar en su estudio al joven pintor.

Junto a sus cuadros nos decía;

—“Nací el 19 de marzo de 1937 en Santo Domingo, mis primeros tanteos en la pintura los realicé a los 12 años de edad”. “Gracias a las sugerencias que me hiciera el escultor y dibujante Domingo Liz, pude ingresar en la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1949, donde pasé 3 años bajo la dirección de los pintores Gausachs, Hernández Ortega y Fulop [¡sic!, debió haber Georg Hausdorf]. “Con los años me preguntaba qué debía yo hacer en pintura, entonces hace exactamente 5 años me reinicié en la pintura decidido ya a encontrar una forma de expresión propia, que se identificara con mi temperamento inconforme. Creo que he encontrado algo, trabajando arduamente he logrado una forma de expresión aceptable en la joven pintura nacional”.

“En mi opinión, los valores tradicionales del hombre están en decadencia —como se sabe, la guerra y el odio están en primer plano en el mundo, por lo tanto mi pintura debe contener desgraciadamente esa temática”

“Yo no soy teórico (soy pintor) el problema es el mismo, no importa cuál sea el estilo… hay pintura buena y mala pintura”.

Cesteros ha participado en varias colectivas —obtuvo el tercer premio de dibujo en el Concurso Nacional de Pintura en 1964 y actualmente prepara su primera exposición individual.

Hablando ahora de tus pinturas vamos a hacerte unas preguntas.

¿Tiene que ver tu pintura con la del mexicano José Luis Cuevas?

—“La temática de Cuevas viene siendo la misma mía, pero cada cual, cada pintor tiene su forma propia de expresión como es lógico”.

¿Hemos visto dos autorretratos tuyos, que nos puedes decir de ellos?

—“Tengo uno físico, realista…, el otro es psíquico. Como es natural los artistas expresan su temperamento y su estado anímico en sus pinturas, yo, rompiendo ese tradicionalismo en la pintura de hacerse autorretratos realistas, lo considero necesario en este tipo de pintura”.

¿Como clasificas la pintura joven dominicana?

—“Como dijo el crítico Luis Gonzaga Aragón ‘no se puede clasificar la pintura joven con un nombre preparado de antemano, el ha usado como nombre ‘pintura activa’ nada más…

“Es una nueva expresión dentro de una realidad nueva, ya que no se puede ignorar la realidad objetiva porque ella es eterna”.

“Por tanto la pintura que se está haciendo en Santo Domingo dentro de un corto tiempo tendrá un sello de originalidad en esa nueva expresión".

Hace unos días me hablaste de una galería de arte “distinta”. ¿Podrás abundar sobre ese tema?

—“Aquí actualmente hay una nueva galería muy solicitada por los artistas jóvenes. Pero yo me refiero a algo distinto, que contenga algo nuevo en su forma de diseño, sus paneles etc. Algo que vaya con la nueva pintura joven. Ya las hay así en México, Colombia, Perú y otros países.

Se necesitaría que una persona amante de la pintura y con ideas atrevidas, prepare una galería de este género”.

¿Piensas exponer pronto?

—“Prácticamente tengo lista mi primera individual. Más luego daré a conocer en la prensa la fecha exacta de la misma”.

¿Son ciertos los rumores de que te marchas del país, a México quizás?

—“Es natural que yo desee salir y he pensado en México porque creo que es uno de los países donde los artistas jóvenes están trabajando más dedicadamente por traducir la historia del arte en Latinoamérica”—. “Espero estudiar mucho allí y pulir mi pintura”.

Bueno José Cesteros, te deseamos el mayor de los éxitos en tu primera exposición individual y un feliz viaje a México, esperando tu triunfo muy pronto.

¿Quisieras agregar algo más?

—“Por el momento, sólo las gracias a la Revista ¡AHORA! por esta oportunidad que he tenido para charlar y responder sus preguntas. Muchas gracias.”