Estimado amigo y colega César Pérez, he leído tu artículo sobre Venezuela. Bien argumentado. Me gustó. Eso no excluye que tengamos discrepancias algunas de las cuales expongo a continuación.
De acuerdo en que el deterioro económico no se justifica SOLO por la acción represiva de poderes externos, como apropiarse o congelar 7 mil millones de sus fondos en oro en Londres. Y hacer lo mismo con fondos mil millonarios de empresas, o de valores del Estado venezolano en USA.
Hay errores internos también. Entre ellos, la costumbre de "izquierda" de creer que se es de ese signo redistribuyendo y regalando el plusvalor, en vez de invertirlo productivamente para crear trabajo y explotar con beneficios los recursos del país, lo cual produce más riqueza, una parte de la cual debe emplearse para crear medios de vida más dignos: construcción de viviendas, infraestructuras y sanidad (Salud), inversiones en Educación a todos los niveles.
Cuando clientelarmente se opta por el "Dao", no se crea ciudadanía, se fomenta la subordinación oportunista política. Una vez que hay menos recursos para alimentar el regalo a troche y moche (por ejemplo, por la baja de precios del petróleo), esos mismos beneficiados, abandonan a quienes les dan, y se pasan a la oposición.
Lo correcto es pensar estratégicamente, y en vez de ir redistribuyendo las riquezas, invertirlas creando nuevas fuentes de riqueza productiva. Más aún, si antes, las empresas agrícolas por ser capitalistas, eficientes y, producir ganancias, han sido requisadas o se desestimula su permanencia, con el estúpido populismo de baratijas, de condenar a quienes tienen capacidad empresarial para crear riqueza, aunque sus propietarios se hayan hecho ricos.
La solución no es matar a la gallina de los huevos de oro, es impositiva. Cobrarles impuestos progresivos, pero sin hacerlos quebrar o irse del país. Como puedes ver, aunque coincidamos, tenemos puntos de vista no totalmente coincidentes.
El problema de las izquierdas latinoamericanas, y no solo ellas, es que actúan como si él uso del poder del Estado fuese para hacer venganza o castigo por ser capitalistas o kulaks. En vez de hacer lo que es correcto.
Ser marxistas no es solo redistribuir, tratando de hacer políticas corto placistas, sino saber de que se trata, que es mantener el Poder del Estado, el control político, y tener conciencia que se trata de una larga transición de decenas de años, donde se debe, por eficiencia económica, hacer convivir propiedad privada individual, pequeñas, medias y grandes empresas privadas y mixtas, con estatales.
Y eso si, tratar de mantener el Poder Político, porque sin ello, los capitalistas y sus representantes políticos, imponen su despotismo político capitalista con la forma aparente de "democracia", cuando cualquiera que no esté adormilado por la droga de una ideología abstracta semejante al fentanilo, sabe que lo único democrático que hay en ese caparazón vacío, es elecciones cada cierto tiempo.
Elecciones donde el dinero es el verdadero soberano y el pueblo es un convidado de piedra. Recuerda a Clinton: "si recaudamos más fondos que los pepublicanos, ganamos". A confesión de parte, relevo de pruebas.
O sea, lo que no acierto a comprender es cómo las autoridades de Venezuela, parece, que no tenían salidas a diversos escenarios. Si voy a elecciones puedo ganar o perder. Por tanto, si mi voluntad como "establishment" es no entregar el poder a la reacción o a la oposición, entonces tengo planificado que hacer y no dar la impresión de estar improvisando.
Por mi parte, no acepto la certeza de tantos de que la oposición ganaría y, si no, sería fraude. Esa es de entrada una actitud no democrática, que conlleva la idea de que solo sería una elección libre si "ganamos".
Mi tesis es que en Caracas, u otras urbes, quizás ganó la oposición, pero tengo dudas de si en otros lugares, fuera de las urbes, el Gobierno pudo ganar. De manera que tampoco es una verdad absoluta que unas actas seleccionadas o escogidas por la oposición sean una Prueba Irrefutable.
Lo que si es irrefutable es la torpeza gubernamental, ya que han tenido tiempo para presentar pruebas de su victoria. Y si saben que realmente perdieron, ¿cómo se explica que actuando entonces como usurpadores golpistas no hayan apresados a sus enemigos y los dejen manifestarse y seguir siendo una oposición actúante en medios de comunicación, en las calles y en asociaciones de la sociedad civil?
Si uno va a actuar como dictador se supone que debe hacerlo de manera implacable, a menos que estemos ante un régimen que, como dicen popularmente los chilenos: "ni es chicha ni es limoná".