El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Celso Juan Marranzini, informó en la Décima Convención Empresarial celebrada en Santo Domingo, que el sector empresarial aumentará a $50 mil millones de dólares la inversión en República Dominicana.
Lo expresado por el alto dirigente del Conep es una muestra de que los empresarios dominicanos tienen confianza en el gobierno del presidente Luis Abinader, en el sistema democrático y la garantía que otorga el Estado dominicano a las inversiones que se realizan en el país.
Plantear una inversión multimillonaria como la indicada significa además que los miembros de este grupo empresarial tienen deseos de consolidar el desarrollo de la producción, la tecnología y el sector de la construcción, para aumentar de forma significativa nuevas fuentes de trabajo.
Sabemos que el sector privado es el responsable del 85% del crecimiento económico de República Dominicana, pero no debe olvidarse que los dominicanos residentes en el exterior son también protagonistas de la solidez de ese importante renglón.
Las remesas de los dominicanos en el exterior sobrepasan ya los $8,200 millones de dólares (hasta octubre), por lo que podría superar los US$10 mil millones al 31 de diciembre de este año.
De acuerdo al Instituto de Dominicanos y Dominicanas en el Exterior (INDEX), un total de 2,835,593 dominicanos viven en el exterior, de los cuales 2,393,718 (84%) residen en los EEUU.
Para nadie es un secreto que las remesas de la diáspora constituyen una de las columnas que sostienen la economía del país, y que se hace necesario que esta sea administrada con pulcritud por el gobierno, reinvirtiendo esos valores en sectores como la agropecuaria, para reducir el alto costo de la canasta familiar.
De acuerdo a los informes del Banco Central, el comportamiento de los ingresos por remesas continúa su ascenso desde el primer trimestre de este año, cuando estas superaron los $5 mil millones de dólares.
Para el mes de julio, la suma superaba los US$5,900 millones, en agosto US$6,700 millones, y en septiembre US$7,500 millones.
Duele afirmar que solo el 6.3% de esas remesas se destinen a la inversión, como aseguró semanas atrás en una conferencia en Nueva York la profesora María Teresa Cabrera, candidata presidencial por el partido opositor Frente Amplio.
Sugirió que esos recursos se reinviertan en proyectos económicos y productivos, para que contribuyan a aumentar los ingresos de las familias, y asegurar con ello el retorno de dominicanos que deseen volver a vivir en su país en un ambiente de seguridad ciudadana y estabilidad económica.
De los sucesivos gobiernos que ha tenido el país desde 1996, el presidente Abinader ha sido quien mayor interés y mayores ejecutorias ha realizado en favor de la diáspora en sus casi cuatro años de mandato. Pero, faltan muchas promesas por cumplir antes del término de su mandato el 16 de agosto 2024.
Lo importante es que el Conep, ante su proyecto de inversión, tenga confianza en el progreso y en las ejecutorias del actual gobierno, y que se sientan seguros de que su inversión está garantizada.
Para los empresarios, comerciantes e inversionistas dominicanos, el miedo que se apoderaba de ellos en cada período electorero es cosa del pasado.
La estabilidad política es fuerte independientemente de las persecuciones judiciales contra los que han cometido actos de corrupción, y no ponen en riesgo la solidez de los sectores empresariales y comerciales establecidos en el país.
El mensaje del Conep despierta mucho interés en posibles inversionistas extranjeros que buscan oportunidades de negocio en países con política económica garantizada y de clima político estable.