Según algunos residentes y visitantes, la seguridad del Centro Histórico de Santo Domingo (CHSD) es muy deficiente. Otros, sin embargo, opinan lo contrario. Desde las gradas las contradicciones no permiten un juicio definitivo acerca de tan importante cuestión. Lo seguro es que ahí siempre sera necesario reforzar la seguridad, aunque haya antecedentes que revelan una atención especial de parte de las autoridades.
Existen razones de mucho peso para pedir que su seguridad sea inmaculada. Tres factores confluyen para validar este juicio: la necesidad de brindar seguridad a sus residentes, la necesidad de resguardar sus monumentos y reliquias históricas y la afluencia de visitantes extranjeros. Al calificar como el principal atractivo turístico del pais –después de las playas—todo lo que gire en torno a nuestro CHSD tiene especial importancia.
Ha sido precisamente la afluencia de visitantes extranjeros lo que ha catapultado algunas iniciativas para fortalecer su seguridad. Ya en el 2012, por ejemplo, el Ministerio de Interior y Policía (MIP) lanzó un plan al respecto en ocasión de recibir una donación de Taiwán de 30 motocicletas y 51 radios de comunicación. El plan incorporaba a la vigilancia a 300 miembros de la Policía Nacional, Politur, la Policía Municipal y Amet. Ese mismo año despegó el gran proyecto para remozar la Ciudad Colonial con financiamiento del BID.
Ya en el 2013 el decreto No.274-13 estableció un Reglamento para la Videovigilancia de la Ciudad Colonial. Pero no fue hasta el 2017 que se anunció una donación de EEUU de 200 cámaras de vigilancia, cuyas imágenes son procesadas por un Centro de Monitoreo. Posteriormente, en junio del 2023, la Policía Nacional anunció la incorporación de 64 nuevos agentes y la “integración de tres carros, dos camionetas, un camión y ocho motocicletas para fortalecer el patrullaje preventivo” en el CHSD.
Sin embargo, ha sido apenas en abril del 2024 que el MIP y el MITUR están ofreciendo un curso de capacitación a los agentes del sistema de vigilancia. Este incluye temas como: “Centro de monitoreo de la Ciudad Colonial, actualidad y futuro”; “Seguridad ciudadana desde el enfoque local”; “Importancia de la seguridad turística en el auge del turismo en la RD”; “Inteligencia”, “Experiencias y técnicas de vídeo vigilancia”; “Prevención de la criminalidad en la Ciudad Colonial”, “Inteligencia del turismo” e “Identificación de perfiles sospechosos”.
En febrero de este año, por otro lado, el MITUR anuncio la entrega de RD$180 millones en vehículos a Politur. Eso incluyó tambien 50 fourwheels, 50 motocicletas, y 10 camionetas. La entrega se hizo en conjunto con un mayor equipamiento de cámaras de vigilancia e iluminación. Mientras, ya en marzo 2024 el comandante de Politur anunció tambien el incremento a más de 200 agentes. Con tal nivel de equipamiento y personal de servicio se podría asumir que la seguridad esta garantizada. De hecho, la jefatura de Politur ha anunciado recientemente que “no ha recibido denuncias de eventualidades delictivas en la zona; ni de robo a personas, ni retrovisores a vehículos, por lo que la seguridad está garantizada en la Zona Colonial.”
Esos rimbombantes anuncios han sido avalados por el ministro del MITUR. Este ha afirmado que Politur cuenta con un total de 1,800 agentes y que lo están “reformando y fortaleciendo”. Ha propuesto que nuestro pais se alíe “con policías turísticas en países más desarrollados” para que los agentes dominicanos “tomen cursos de capacitación”. Pero mientras se multiplican los eventos promocionales en el exterior, a la fecha no se ha anunciado ningun acuerdo para reforzar la capacitación de los agentes de Politur, una necesidad que ha sido señalada reiteradamente por algunos prominentes residentes del CHSD.
Por apariencias de hoy día se deduce que las nuevas autoridades han adoptado una estrategia que esta rindiendo buenos frutos. A juzgar por el número de agentes y vehículos policiales, el kilómetro cuadrado del territorio del CHSD parece estar vigilado adecuadamente. El territorio se ha dividido en cuadrantes y los agentes de Politur son complementados por agentes de la Policía Nacional (y el Dicrim), el DNI. La DNCD y la Policía Municipal. Pero de acuerdo con informantes calificados, no existe un plan integral que articule adecuadamente a las diferentes agencias.
La reciente puesta en retiro del coronel Rafael Sosa, quien comandaba a Politur en el CHSD, ha suscitado algunas protestas. Sosa era conocido por su actitud servicial y presencia oportuna hasta altas horas de la noche. Sus relaciones con la comunidad eran, según informes, envidiables. Esa reputación de seguro la labró su creencia de que “para garantizar el orden no hay que reprimir ni maltratar a nadie y ese es el criterio que debe primar entre los supervisores y miembros de patrullas policiales y militares.” La prensa reportaba que comerciantes, visitantes y residentes valoraban su buen servicio.
Parecería que el masivo teteo que arropó sorpresivamente al CHSD en noviembre pasado restaría credibilidad al alegato de eficiencia y efectividad de sus servicios de seguridad. Sin embargo, un sondeo periodístico recogió opiniones favorables a Politur de parte de los residentes y, la verdad es, que nadie estaba esperando ni pudo haber anticipado un fenómeno de esa naturaleza.
Tal vez la gestión de Sosa es más responsable de la positiva situación actual de seguridad que el equipamiento de vehículos que anunciara recientemente el actual jefe de Politur. Pero algunos comerciantes y residentes persisten en denunciar el insuficiente patrullaje y la pobre capacitación de los agentes de Politur. La propuesta de quien escribe y de otros analistas de que el CHSD sea convertido en un Municipio Especial sería la mejor solucion al desafío de la seguridad. Tal solucion no ha sido necesaria en Quito, Ecuador, pero las otras problemáticas del CHSD la hacen muy deseable.