Sabemos que la educación virtual en la Republica Dominicana, que aunque antes del año 2020 se hacían pininos sobre todo en el nivel superior, tomó fuerza a partir de la situación especial que se generó con la pandemia de COVID-19 y el confinamiento obligatorio.
Como en otros países, en la República Domincana fue necesario hacer uso de las clases virtuales en la totalidad de las escuelas y universidades públicas y privadas. Se hizo uso de esta modalidad sin que los docentes y los estudiantes estuvieran preparados en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación(TICS).
Según encuesta reciente de World Visión, el 84.3% de los hogares dominicanos no tiene los recursos para pagar internet para acceder a la educación virtual. Las respuestas que más se destacan entre los obstáculos para la educación virtual son: No tienen apoyo en casa , no hay cobertura de internet en la zona, solo utilizan el celular y otros casos.
Ya en febrero del año 2021, por datos arrojados por encuesta, el 58.3% de los o los jefes hogares opinaron que ya debía retornarse a la educación presencial y un 17.8% que debía mantenerse virtual.
Estos últimos resultados consideramos, pueden estar ligados principalmente a las oportunidades de acceso que tienen los diversos segmentos de la población y que el 17.8% que opinó que se podía mantener la educación virtual, responde a un segmento de dicha población que tiene acceso a las nuevas tecnologías y puede pagarlas, tanto en lo que se refiere a los equipos informáticos que se requieren, como al pago del servicio de internet para poder conectarse; también considerando que es un segmento de la población con un nivel de escolaridad que le permite a ayudar a los hijos en las tareas.
A partir de lo antes descrito se plantea un gran reto, pues aunque estos son obstáculos que impiden que la educación virtual pueda masificarse en nuestro país, eso no significa que se debe abandonar totalmente esta modalidad, tanto a nivel de la educación inicial y básica como a nivel de la educación superior.
En las plataformas virtuales existen abundante bibliografía e información general que son aprovechables para la educación integral de los niños y jóvenes dominicanos, que no tienen la oportunidad de llegar a las bibliotecas físicas actualizadas por razones de distancia, recursos y otros factores.
Aunque haya un retorno total a la educación presencial, es necesario que se mantenga de forma adicional acceso a internet por parte de los estudiantes en su casa y para eso se debe implementar medidas de política pública incorporando a los programas de protección social el financiamiento a internet para familias en condiciones de marginalidad, de tal manera que los mismos puedan accesar a las redes virtuales para la realización de tareas.
Esta propuesta no solo responde a una responsabilidad de carácter nacional, sino también que tenemos compromiso internacional que como país hemos firmado, sobre todo dentro de la Agenda 2030 de los objetivos de desarrollo sostenibles, principalmente y dentro de los 17 objetivos propuestos el número 4 que habla de educación de calidad y el objetivo número 10 que plantea la reducción de las desigualdades y una de estas desigualdades es la brecha digital.
A nivel de la educación superior, aunque se debe retornar a la modalidad presencial, también se debe aprovechar la lección aprendida tanto antes como durante la pandemia, para seguir profundizando en la educación virtual tanto a nivel de asignatura y carreras con modalidad virtual, a nivel de grado como del postgrado.
En la educación virtual reside una oportunidad, no solo para los jóvenes, sino también adultos que quieren continuar sus estudios, pero que por los horarios que se imponen en las universidades, por las ocupaciones de trabajo, no les he posible estudiar una carrera en la modalidad tradicional presencial.