Del proyecto de desarrollo turístico de Pedernales, que ha comenzado en Cabo Rojo, las obras hidrosanitarias son las que evidencian mayor progreso. La compañía Estrella va rápido y ordenado con la construcción del reservorio de agua potable y las tuberías de distribución hacia la sede de los hoteles. Indudable.

El 26 de mayo de 2022, el presidente Luis Abinader dejó iniciada la construcción de 9,2 kilómetros de alcantarillado sanitario, drenaje pluvial, 8.3 kilómetros de redes de alimentación de agua potable y planta de tratamiento, con una inversión de 1,185 millones de pesos (mmp). Según anunció, deben terminar en 18 meses.

https://acento.com.do/opinion/proyecto-turistico-pedernales-obra-simbolica-con-doble-filo-9149157.html.

Alerto sin embargo sobre un detalle trascendente, aunque inadvertido hasta ahora por la comunidad. No se habla del alcantarillado pluvial y sanitario para Pedernales y Oviedo, los dos municipios de la provincia. Y parece que ni se ha pensado en ello porque, en el municipio cabecera, se ha avanzado en la pavimentación de las calles principales.

Allí, las aguas sanitarias y la materia fecal son enviadas a sépticos y letrinas, pero terminan en el subsuelo, infiltrando la capa freática. Eso equivale a enfermedades hídricas como el cólera, Escherichia coli y otras porque, a la larga, tales aguas se mezclan con las corrientes subterráneas.

Así las cosas, no hay forma de garantizar comunidades en salud si no se resuelve la recolección, disposición y tratamiento de las aguas residuales generadas en hogares, hoteles, restaurantes y la caterva de negocios desparramados en toda la provincia.

Tal situación contraviene el espíritu del proyecto de turismo sostenible y sustentable en ejecución como punta de lanza del desarrollo integral de la región Enriquillo (Pedernales, Barahona, Baoruco e Independencia).

Cabo Rojo, donde ya ha comenzado el domingo 5 de febrero la construcción de los dos primeros hoteles (total de 1,100 habitaciones administradas por Iberostar y Hyatt, de 12 mil programadas a diez años), dista a 23 kilómetros del municipio al sudeste del municipio cabecera, debe desarrollarse a la par con las comunidades destino.

Lo contrario implicaría replicar los modelos Bávaro-Punta Cana, en el este, y Puerto Plata, costa norte, levantados desde década al margen de las comunidades. Y no es eso lo que han planteado las autoridades.

El director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), Wellington Arnaud, debería solicitar urgente una reunión con el presidente Luis Abinader para resolver en el menor plazo posible esta inobservancia inaceptable para pedernalenses y oviedenses.

Pedernales y Oviedo son dos pueblitos de la parte más austral del territorio nacional, con suelo llano y unas cuantas calles; o sea, los respectivos alcantarillado y planta de tratamiento costarían al Gobierno poco dinero en comparación con la gran inversión contemplada para Cabo Rojo.

Sin partidarismos ni rebatiñas personales, las alcaldías, las direcciones distritales, la gobernación, el senador, los diputados, el liderazgo político, religioso, estudiantil, empresarial, educativo, deportivo y cultural, de los no residentes, debería ofrecernos una muestra de unidad en torno a esta demanda de alta prioridad.

Como veo al presidente de emocionado con el proyecto de desarrollo turístico (obra más simbólica de su gestión, su legado), no titubeará y dirá que sí porque se trata de una solución razonable.

La salud es una de las necesidades primarias de los seres humanos. Y el Estado debe garantizar el derecho a tenerla.

Vivir sin cloacas ni plantas de tratamiento es lo mismo que vivir enfermo, o en el carril de enfermarse. Las comunidades que interactúan con los turistas deben estar saludables. Simple.

Estamos ante una maravillosa oportunidad para solventar esa grave falencia, y es ahora.