El pasado viernes 16 de agosto se conmemoró uno de los hechos históricos más importantes, la Restauración de nuestra República, independencia de España y segunda independencia.
Las enseñanzas recibidas sobre nuestra historia han sido muy limitadas y reducidas a la Independencia del 27 de febrero 1844 con poco énfasis e importancia a los sucesos posteriores de anexión a España y posteriormente la Restauración.
¿Por qué la Restauración no cuenta con igual promoción como fecha patriótica de la Independencia de 1844?
Algunas de las posibles razones:
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- Ausencia de un abordaje procesual y colectivo de nuestra historia y la relación entre la Independencia Nacional de 1844 y Restauración de 1863
- Invisibilidad del liderazgo femenino en la oposición a la anexión a España y de apoyo a la Restauración con la participación de mujeres como: María Encarnación, Antonia Batista, María Pérez, Águeda Rodríguez Salcedo, entre otras.
- Proyecto político de hispanización presente en las elites de poder fortalecido en las dictaduras de Trujillo y Balaguer.
- Reducción de las ocupaciones e invasiones únicamente a la de Boyer-Haití 1822 con exclusión de las subsiguientes de España y Estados Unidos para la promoción de un sentimiento antihaitiano.
- Invisibilidad de personajes históricos afrodescendientes con roles importantes en las etapas posteriores a la Independencia como: María Trinidad Sánchez y héroes de la Restauración como: Gregorio Luperón, Benito Monción, Santiago Rodríguez.
- Ocultamiento del verdadero rostro de Pedro Santana y sus acciones criminales como el ordenamiento de múltiples fusilamientos, algunos de ellos masivos como son: María trinidad Sánchez, Francisco del Rosario Sánchez y más de 100 hombres y mujeres de diferentes provincias del país.
- Invisibilización del apoyo del pueblo haitiano a la Restauración desde sus inicios siendo Haití el refugio de varios de nuestros patriotas entre ellos Francisco del Rosario Sánchez quien lo describe en su famosa frase: “Entro por Haití porque no puedo hacerlo por otra parte; pero si alguien pretendiese mancillar mi nombre por eso, decidle que yo soy la Bandera Dominicana”.
- Mutilación del himno nacional en 8 de sus ultimas estrofas en las que Emilio Prud´Homme magistralmente describe la Anexión a España, las guerras restauradoras y el oscuro papel de Pedro Santana en su afán de despojo al país de su soberanía.
La reflexión y lectura de la Restauración como hecho histórico trascendental con un fuerte protagonismo de los estratos pobres del país desde el liderazgo del campesinado y de varias mujeres favorece a desmontar la visión errónea del patriotismo que nos han inculcado en la educación dominicana.
El patriotismo que enseña la Restauración es totalmente diferente. Es el reconocimiento del coraje de nuestro pueblo para enfrentar dictaduras, autoritarismo y corrupción, además de mostrar la relación solidaria con el pueblo haitiano en medio de las dificultades para lograr su soberanía.
Se hace necesario hoy más que nunca enseñar otra historia en las aulas. Convertir los espacios de aprendizaje en historia viva desde las comunidades y la juventud, dándole al estudiantado el rol protagónico que le corresponde en la interpretación y construcción de la cotidianidad con una mirada inclusiva del territorio sin maltratos, discriminaciones y exclusiones.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY