Para lograr un país con una resiliencia urbana es necesario concebir el desarrollo de las infraestructuras públicas y privadas de forma organizada; esto debe ser desde el inicio de cada proyecto y, sobre todo, a partir del aumento poblacional y la participación de la comunidad en sentido general.
Para promover y lograr asentamientos urbanos adecuados y resilientes, en un país como el nuestro u otros, tenemos que responder primero al déficit habitacional que venimos arrastrando por décadas en RD.
Las estadísticas relacionadas con este problema superan en lo cuantitativo el millón y medio de viviendas, mal contadas, porque si miramos hacia el asunto en términos cualitativos (viviendas que necesitan ser mejoradas), estoy seguro de que rondaríamos, probablemente, más de cuatro millones.
No ha sido fácil buscar una solución a ese déficit habitacional que, día a día, se incrementa por factores endógenos y exógenos de la sociedad. Algunas causas que se mantienen presentes para resolver esta situación son la de la falta de infraestructuras y el no incluir a los distintos sectores de la sociedad en los procesos de mejoramientos de los asentamientos urbanos.
La inexactitud de lugares adecuados para vivir, ya sea por falta de oportunidad para adquirir terrenos, así como las viviendas de baja calidad construidas en zonas vulnerables a inundaciones y deslizamientos de tierra, las cuales casi siempre impactan negativamente los presupuestos y el desarrollo, son muy frecuentes.
Otras causas son las de familias que viven en asentamientos informales, es decir, casas o terrenos que no son de las personas que viven en ellos, carentes de servicios sociales públicos donde levantaron las viandas y desvinculados de las iniciativas urbanísticas público-privadas en desarrollo.
Para llegar a una resiliencia urbana las políticas públicas en materia de viviendas deberían estar bien enfocadas. Levantar proyectos de infraestructuras habitacionales y de servicios en lugares que no estén expuestos a situaciones que pongan en peligro la vida, vivienda y comunidad.
La resiliencia urbana se refiere a la capacidad que tiene la comunidad para enfrentar situaciones de peligro que le permita recuperarse rápidamente. Es una comunidad que cuenta con la organización y preparación para saber actuar frente a eventos adversos: inundaciones, derrumbe, sismos, deslizamientos, huracanes, vaguadas, entre otros.