Según varias investigaciones realizadas por expertos en salud mental de la Universidad de Stanford, irse a la cama temprano ralentiza el envejecimiento y garantiza una buena salud mental.
En tal sentido, los estudios en cuestión refieren que la preferencia de sueño está relacionada con el cronotipo del horario de las actividades físicas y de descanso que realiza una persona, según el ritmo de su reloj biológico.
Como se sabe, el cronotipo es la variación individual en la sincronización de los ritmos circadianos, según la preferencia de la persona para mantenerse activa o irse a dormir. Es decir, es el ciclo fisiológico subyacente de 24 horas que se produce en la mayoría de los organismos vivos.
Asimismo, los estudios Stanford encontraron que las personas con tendencia a ser madrugadoras, se acuestan temprano y están alineadas con su cronotipo de sueño, lo que les permite gozar de una buena salud mental; mientras que, las personas madrugadoras que se acuestan tarde, no gozan de una buena salud mental.
De su lado, los especialistas en sueño de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren que, existen seis tipos de cronotipos asociados con el sueño. Estos cronotipos son: (a) Alondras o sueño matutino; (b) búho o sueño vespertino; (c) sueño hiperactivo; (d) sueño diurno somnoliento; (e) sueño activo diurno; y, (f) sueño moderadamente activo.
No obstante y según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, los cronotipos de sueño referidos en el párrafo anterior se ajustan atendiendo a la exposición a la luz, las horas que dedicamos las personas para alimentarnos y el tipo de actividad física que realizamos, lo que provoca cambios graduales en el ritmo circadiano que altera nuestros cronotipos de sueños.
Otros estudios de Stanford encontraron una asociación entre el cronotipo personal y los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), demostrando que el carácter vespertino está relacionado con la falta de atención y los problemas psicoemocionales que experimental los/as niños/as que padecen dicho trastorno.
Como se conoce, el TDAH es una afección crónica que afecta a millones de niños/as a nivel mundial, cuyos síntomas son, entre otros: (i) Inquietud extrema; (o) dificultad para mantenerse sentados por períodos de tiempo prolongados; (p) movimiento permanente de las manos y de los pies; (q) falta de sociabilidad y aislamiento; (r) distracción para alimentarse y seguir las instrucciones que se les dan; y, (v) dificultad para dormir o conciliar el sueño.
En tal sentido, los hábitos que recomendamos los especialistas en higiene y salud mental para conciliar y mantener un sueño acorde con nuestros cronotipos y relojes biológicos son, entre otros: (1) Establecer una rutina para acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana lo que ayuda a regular tu reloj biológico; (2) crear un ambiente relajante y cómodo para dormir.
Asimismo, (3) alinear tu cronotipo personal con el horario de trabajo, comer, hacer ejercicios, acostarte y levantarte; (4) limitando el uso de los dispositivos e instrumentos tecnológicos dos o tres horas antes de irte a dormir; (5) cenar ligero con alimentos que producen melatonina, tales como plátano, cereza, avena, zanahoria, kiwis, salmón, trucha, atún y sardinas.
También, (6) evitar consumir café, té, gaseosas, alcohol en exceso y sustancias prohibidas; (7) hacer ejercicios de relajación antes de irte a dormir, tales como yoga y otros ejercicios orientales que se conocen universalmente; y, (8) escuchar buena música, bailar, leer novelas, cuentos, historias y, compartir con personas que te den paz y tranquilidad espiritual y mental.
Además, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que, la mayoría de las personas que tienen problemas para dormir y conciliar el sueño, padecen de una o más comorbilidades crónicas, estrés y ansiedad como resultado de la presión económica, social y/o psicoemocional por la que están atravesando.
Llevar una vida organizada, no asumir compromisos económicos y sociales que no se puedan honrar, sincroniza los cronotipos y los relojes biológicos y, esto a su vez, favorece una buena higiene y salud mental.
Por lo que hemos visto en el cuerpo de este artículo, adoptar hábitos que faciliten un sueño temprano y reparador, genera el bienestar físico y mental que necesitamos las personas para desintoxicar el organismo humano y, recargar la energía requerida para asumir los compromisos y las responsabilidades de nuestro quehacer diario.
Finalmente, alinear los cronotipos de sueños con nuestros relojes biológicos es una decisión de hombres y mujeres inteligentes y responsables que saben valorar su higiene y salud mental.
“Dormir bien es un bálsamo invaluable para nuestra salud física y mental” (DTGM, Marzo 21-2023).