Desde el pensamiento moderno, acaso desde que Kant se planteó la pregunta” ¿Wasist Aufklarung?”, aborda cierta tarea que había ignorado o no existía antes. Es decir, intenta responder a la pregunta:” qué es la actualidad?”. O sea, trata de interrogarse sobre, ¿” qué es el presente? Michel Foucault.
Los cientistas contemporáneos expresan que las ideas, dejos de dar un mundo por descontado y sin futuro claro, abren espacio para la acción transformadora del proceso involutivo de los acontecimientos presente y despiertan un potencial revolucionario.
Altanero, megalómano, vanidoso y narcisista, el “triunfador Republicano Donald Trump” regresa victorioso a la Casa Blanca tras ganar las elecciones del 5 de noviembre de 2024, aunque su juramentación será en enero próximo. Analizar el triunfo abrumador de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, junto con el control del Partido Republicano de ambas cámaras del Congreso, requiere evaluar múltiples factores que contribuyeron a esa victoria y a la consolidación del poder republicano.
Polarización y la base de apoyo de Trump
La base de votantes trompistas son leales y se sienten profundamente alineada con sus mensajes nacionalistas y de “América Primero”. Muchos de sus seguidores sienten que él representa una alternativa al “establishment” de Washington y valoran su estilo directo.
El Partido Demócrata, históricamente bautizado como el defensor de los trabajadores y sus derechos, ha visto disminuir su apoyo entre este grupo social en las últimas décadas, debido a múltiples causas, entre las cuales se consideran las incidencias de fuerzas y grupos conservadores a lo interno de la organización. A lo largo de los años, el Partido Demócrata ha ampliado su base, atrayendo a votantes de clase media y grupos poderosos en zonas urbanas y costera, además de profesionales en sectores tecnológicos, financieros y académicos.
Esto ha llevado a que muchas de sus políticas se adapten mas a las necesidades de estos grupos, lo que puede alienar a los trabajadores industriales y rurales. Muchos trabajadores perciben que el partido demócrata ya no defiende de manera consistente sus intereses y que está más alienado con la élite urbanas y profesionales.
Promesas No Cumplidas: Muy a pesar de prometer mejoras para la clase trabajadora, el Gobierno de Joe Biden no cumplió en áreas como el salario mínimo, el acceso a la salud asequible o el control de la inflación, lo cual ha profundizado el escepticismo; así mismo como el auge de la inmigración ilegal por las fronteras. En respuesta, algunos se voltearon hacia los republicanos, atraídos por promesas de revitalización económica y políticas más proteccionista, mientras que otros se encuentran desencantados con el sistema en su conjunto.
Auge del Populismo Republicano. Los republicanos, especialmente con la retórica populista de Donald Trump, han ganado apoyo entre los trabajadores al enfatizar temas como el proteccionismo comercial, la seguridad fronteriza y una retórica nacionalista. Estas posturas resuenan con trabajadores que sienten que han sido olvidados por el sistema político dominante. Bernie Sanders tras valorar los resultados escribió en X: “No debería sorprendernos demasiado que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase obrera descubra que la clase trabajadora lo ha abandonado a él”.
Para Sanders que el pasado martes fue reelecto como senador por Vermont, “mientras los lideres demócratas defienden el status quo, el pueblo estadounidense está enojado y quiere un cambio. Y tiene razón”.
El mensaje de “América First” y las promesas de revitalizar la industria nacional encontraron eco entre los trabajadores. Trump y los republicanos han señalado las desventajas de los tratados de libre comercio y usaron la retórica de “recuperar empleos para los estadounidenses”, apelando a los trabajadores desplazados y a su resentimiento hacia la clase política.
Inmigración y seguridad nacional: Las preocupaciones por temas como la inmigración, la seguridad nacional y la identidad cultural fueron puntos fuertes para Trump, quien logró posicionarlo y vender el Partido Republicano como el defensor de las “fronteras fuertes”.
Temas como la libertad religiosa, el derecho a portar armas y otras cuestiones de valores tradicionales han resonado con una parte considerable del electorado en este recién proceso electoral estadounidense.
El triunfo abrumador de Donald Trump y el control republicano del Congreso reflejaría una combinación de factores económicos, sociales y políticos, así como estrategias efectivas de comunicación y movilización de sus partidarios. También podría indicar una división profunda en la sociedad estadounidense y el rechazo a los cambios demográficos y culturales percibidos, con los republicanos beneficiándose de una base consolidada y fiel.