La semana pasada se me pidió realizar un taller sobre los libertos en la colonia de Santo Domingo y todos los aspectos relacionados con su psicología y problemas cotidianos que tenían estos seres humanos, después de conseguir la manumisión. Me encontré con un gran problema, poco se ha escrito muy poco sobre la salud mental de estos hombres y mujeres que desde el vientre de la madre fueron esclavizados por un sistema deshumanizante, como fue el sistema de producción esclavista.
Los tratantes de esclavos, amos y autoridades eclesiásticas y civiles de las diferentes Coronas europeas describieron según su mirada sobre lo que ellos consideraban la naturaleza de los comportamientos de su llamada pieza de Indias. Es lógico pensar que esas miradas colonizadas crearon imaginarios e incriminan a los negros y negras procedentes de África. Las mentiras sobre la psicología de los hombres y mujeres que ellos esclavizaban fueron el pan de cada día.
No obstante, a esta situación tenemos otros datos con que comparar algunas de estas informaciones y darnos unas ideas de lo que le estaba ocurriendo a los esclavizados y libertos durante el período colonial. Uno de ellos son los libros de compra y venta. Los libros de justicias donde se señalan los levantamientos y operaciones de los negros en contra del sistema esclavista.
Empero hay que hacerlo con mucho cuidado, porque todo esto pasó por el lienzo de la colonia. Tenemos claro que los esclavizados estaban viviendo una vida odiosa, sometidos a compras y ventas. Eran considerados animales y castigados frecuentemente por los amos, si estos no le daban rendimiento y se oponían a los trabajos. La esclavitud, implica no movimiento, con la excepción de aquellos que estaban dedicado, a las ventas de productos o ganadería, pero siempre bajo la supervisión del amo.
Se tiene información que los libertos poco se diferenciaron de los esclavizados, con excepción a la libertad de movimientos. Se le impidió poner comercios y otras actividades donde podían ganar mejores ingresos, porque los amos no deseaban que ellos tuvieran dinero para comprar a otros familiares y seguir perdiendo la fuerza de trabajo esclavo.
Muchos de ellos consiguieron la libertad, por diferentes medios: lograron por medio de ahorro, en especial, lo que los amos tenían dedicados a vender productos en las calles. Otros fueron manumitidos por sus amos, otros porque un familiar pagó por su libertad, entre otros. Diferentes medios y condiciones permitieron que los amos dieran la manumisión. Pero el sistema no se alocaba para romper la base material que permitía obtener riqueza de la explotación de la tierra y de la fuerza de trabajo esclavo.
Las labores de los libertos serían las mismas que la de los esclavizados. Se empleaban como jornaleros, vendedores, trabajos domésticos, ganadería, cesterías, cerámicas entre otros
En la colonia de Santo Domingo se le prohibía que tuvieran tiendas, pulperías, mercerías, construcción, etc. Se le cobraba 25 pesos de multa por la primera vez y 50 por la segunda y 100 por la tercera.
Por eso tenemos datos, que los libertos muchas veces eran engañados por los blancos y eran vendidos a piratas. Otros eran acusados de asesinatos, robo, rebelión lo que provocaba la muerte o simplemente volver a la esclavitud. Por eso muchos de los libertos se quedaban trabajando con sus antiguos amos, si estos no tenían mala relación con ellos, para protegerse de otros blancos que podían esclavizarlo engañándolo o vendiéndolo a los traficantes piratas.
Ahora bien, la clasificación que hicieron sobre las etnias es digna de risas, porque la lógica de los amos era mirar si eran rabiosos, belicosos, ordenados, serviles, resignados, entre otros. Los esclavizados eran caracterizados según las etnias. Algunos de ellos eran preferidos porque lo consideraban nobles y dóciles. Se dijo que estos eran buenos para el trabajo por la contextura del cuerpo, fuerza y por su tolerancia al sistema.
Por ejemplo, los Jolofes eran considerados levantiscos y de carácter nada dócil, los Mandingas eran negociantes, hábiles, e infatigables en el trabajo. Eran fácilmente educables, generosos, francos, hospitalarios, bastantes fatalistas, muy robustos, dóciles, francos. Los Dajomé eran malos esclavos, propensos al suicidio y la nostalgia y los Biches eran tímidos y fáciles al suicidio. Los Angola eran robustos y hábiles. Tenían un fuerte olor al sudar y eran muy queridos por los amos.
En cambio, los Bisayos eran personas soberbias e indomables. Esos negros solo trabajaban por medio de la fuerza del látigo, se herían con frecuencia, y a veces se suicidaban. Estas eran las descripciones de amos y comerciantes de esclavos.
La pregunta que cualquier historiador o etnos-psiquiatra diría es que con estos no basta para definir una Etnopsiquiatría de los libertos y esclavizados. No es suficiente, pero la lógica nos dice que el sistema era abusador e injusto. Y los seres humanos tienen la misma psiquis que la da, la cultura, por tanto es posible inferir sobre su comportamiento frente al dolor y la injusticia. Con esta data insuficiente, puedo señalar, lo que compartir con mis estudiantes acerca de mis inferencias sobre la psicología de los esclavizados que residieron en la colonia de Santo Domingo.
Dentro del marco de la esclavitud en Santo Domingo colonial destacó estas conductas inferidas por la data existente:
- Algunos presentaban conducta de hiperactividad que lo colocaba en posición de ambigüedad frente al amo. Esa conducta se desarrollaba por medio de presentarse frente al amo como un buen esclavo en sus labores, mientras iban colaborando, sin que el amo se diera cuenta con los sublevados y aquellos que estaban indefensos o simplemente colaboraban para envenenar o dar información a otros enemigos del amo. Por eso lo acusaban de nerviosos y conducta con doble cara, para con los amos, cuando se le cuestionaba sus interacciones con otros esclavizados que estaban en rebelión.
- Otros tomaban posiciones violentas tales como: quemar las estancias, huertos y plantaciones. La mayoría de los esclavizados no participaba por temor. El sistema creaba esos mecanismos de miedo, por ejemplo cuando un esclavizado sublevado en un palenque o maniel era atrapado. Se jugaba públicamente con azote y muerte en la horca. Y muchas veces se colocaba el cuerpo para que se putrefacta frente a los ojos de los demás (Caso Lemba). Para amedrentar al rebelde o a quiénes se vinculen con ellos. El miedo era clave.
Esto gestó en términos sociales un sistema de ocultamiento de todo lo relativo a su cuerpo, sentimientos y comportamientos. Provocando depresión, que a mucho, lo llevo al suicidio, por el dolor con el sistema de opresión o su imposibilidad de liberarse. Esto último creó un movimiento de apoyo entre negros sublevados en los manieles para rescatar, a familiares y amigos que estaban proclives al suicidio o morir en manos de los amos.
- Hay referencia de uso indebido de alcohol en las fiestas de los esclavizados. Y en los libertos se señala que estaban relacionados con vínculos adictivos al alcohol, las cuales muchas veces ralentizaba dichas labores. Fabricaban alcohol en los cañaverales y estos eran perseguidos y controlados por los amos, pero eso da cuenta de que el alcohol fue un medio para evadir las penas del alma. La adicción al alcohol fue un problema para los esclavizados y libertos.
- Las melancolías eran propias de muchas madres que le vendían sus hijos e hijas a otros amos, por ellos muchas mujeres colaboraron con los sublevados y eso ganaba la desconfianza de los amos. En la colonia de Santo Domingo se trataba de que las negras se dedicaran al cuidado de sus propios hijos para evitar los suicidios, la baja en los trabajos, la enfermedad de la tristeza, suicidios y los envenenamientos de las comidas de los amos, entre otros.
- Otros asumieron conductas violentas no solo contra el amo, también con sus congéneres. Se conocieron casos de esclavizados y libertos que se unieron para asaltar y violar mujeres esclavizadas y libres. No importaba la etnia, el color de piel o su condición de clase.
- Se señalan casos de violencia contra todas las personas por prácticas de antropofagia, asesinatos y asaltos. Caso del “comegente”. Pero esto se consideró como parte del imaginario del amo. Aunque durante varios siglos se registraron ese tipo de comportamientos que fueron documentados y los historiadores lo asocian no con delincuencia común o perversión, sino más bien con un proyecto de lucha contra la esclavización, por parte de grupos de negros libres o rebeldes de la resistencia, contra la colonia y el sistema esclavista de producción. No obstante, en todas las culturas se ha observado este tipo de comportamiento, cuando se someten a duras experiencias de dolor. Es posible que algunos negros el sistema, lo enajenará, a tal punto que cometieran, tales violencias. Esto no fue general, ni mucho menos una conducta que solo pueda asociarse con los negros, puede que estos tactos también fueran cometidos por blancos.
La experiencia horrorosa de la esclavización daño la psique de muchos, pero otros, lograron sobreponerse a tales ignominias y gestar una cultura rica en valores y creatividad. Pensar en la psicología de los comportamientos de los amos y oprimidos por el sistema esclavista, es una apuesta que hay que darle seguimiento, para continuar reflexionando sobre el tema, para poder tener un mapa etnos-psiquiátrico de la colonia. Tengo la confianza en la memoria, como vía para superar la violencia del sistema esclavista.