Con frecuencia lo recuerdo. Casi siempre mis diálogos con él tenían lugar a través de su número telefónico residencial. Y es que siempre estaba disponible cuando lo llamaba y me anunciaba con cualquiera de las damas que tomaba el teléfono. Siempre era una voz femenina, dulce y educada, que parecía ya conocerme.
Hoy, 19 de abril de 2022, a siete años y cuatro meses de su partida, he vuelto a recordar a Pedro Peix. Su muerte, repentina, dolorosa para todos aquellos que lo admirábamos, aconteció el 12 de diciembre de 2015. Fue embestido por la parca en la plenitud de su talento creador: había nacido el 20 de marzo de 1952 en Ciudad Trujillo (hoy Santo Domingo).
Era un escritor de alta cultura, de multifacéticos saberes: cuentista, novelista, ensayista, antólogo, abogado y productor de programas culturales televisivos y radiales. Pero, sobre todo, un extraordinario lector. Daba la impresión de que no nació para vivir como un ser común y corriente, sino para ser lector; era ese su designio: el de venir a la vida para ser lector. De ahí su clásico saludo: «¿Qué estás leyendo?»
Encontramos una íntima relación entre eso que decimos —sobre su pasión por la lectura— y lo dicho por su amigo Andrés L. Mateo en la semblanza que sobre él leyó en el acto de entrega a Peix del «Caonabo de Oro» que le fuera otorgado en el 2012 por la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores:
«Yo conozco sus pasiones por la literatura, sé de su amplia cultura y de su conocimiento de la literatura universal, son muchos los que se sorprenderían del número de libros de su biblioteca y de su pasión por la lectura; pero sobre todo su perfil de escritor y de intelectual dedicado, como signo emblemático de su vida».*
Si no es el mejor, es uno de los más sobresalientes cuentistas dominicanos de todos los tiempos. Y es la obra cuentística del maestro Juan Bosch la que se levanta ante la suya como una muralla insalvable. Solo por eso no es considerado el mejor en ese género en el que hemos disfrutado a Juan Rulfo, a Julio Cortázar, a Gabriel García Márquez y a René del Risco Bermúdez.
Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional «Pedro Henríquez Ureña», Peix obtuvo el Premio Nacional de Cuento «José Ramón López» otorgado por la Secretaría de Estado de Educación de su país en dos ocasiones: en 1977 con Las locas de la Plaza de los Almendros (1978); y en 1987 con El fantasma de la calle El Conde (1988).
Fue el narrador más veces premiado en el Concurso Nacional de Cuentos de Casa de Teatro: Primer Premio en 1984, 1988, 1992 y 1994 con «Pormenores de una servidumbre», «Pasión y oprobio en el Hotel Shangai», «La quimera de la muerte» y «Hembras y tormentos», respectivamente. El primero de esos textos narrativos aparece, con su autorización, en la antología de cuentos que editamos en el 2005: El fantasma de Trujillo: antología de cuentos y relatos sobre el tirano y su Era (2005). Nunca olvidaré el pronóstico que me hiciera en una de esas conversaciones telefónicas en la que le hablaba del proyecto de la tercera edición de esa obra: «Miguel, de El fantasma de Trujillo harás 13 ediciones». Pero la razón poderosa por la que no olvidaré ese pronóstico es porque me lo dijo una semana antes de morir. En 2001 obtendría el Primer Premio en el Concurso Nacional de Cuentos «Virgilio Díaz Grullón» con su texto «22-22».
Son parte de la bibliografía activa de Pedro Peix las novelas: El placer está en el último piso (1974), El brigadier o La fábula del lobo y el sargento (1981) y El clan de los bólidos pesados (2010). También las colecciones de cuentos: La noche de los buzones blancos (1980), Los despojos del cóndor (1983), Pormenores de una servidumbre (1985) y El amor es el placer de la maldad (2006), volumen de todos sus cuentos conocidos reunidos por el investigador Jimmy Hungría. Su único poemario dado a la luz pública: El paraíso de la memoria (1985). Como antólogo: La narrativa yugulada. Antología del cuento dominicano del siglo XX (1981) y El síndrome de Penélope en la poesía dominicana (1986; en colaboración con Tony Raful).
Bajo el sello editorial de Mercado Media Network (Santo Domingo), en el 2017 vieron la luz pública cuatro libros de narrativa breve (cuentos y relatos) de la autoría de Pedro Peix como parte de un proyecto concebido por el escritor José Rafael Lantigua durante el tiempo en que fungía como Ministro de Cultura y cuyo objetivo era (o es) compilar las Obras completas del brillante narrador: La noche de los buzones, Los muchachos del Menfis (incluye siete textos inéditos), Los despojos del Cóndor y Pormenores de una servidumbre. La supervisión editorial de esas obras estuvo a cargo del poeta León Félix Batista.
Al lamentar su inesperada muerte, su entrañable amigo Carlos Sangiovanni, destacado artista plástico dominicano, dijo: «La vida es un mar que arroja sorpresas encantadoras, y también, desdichadamente, desagradables noticias. No bien acababa de traspasar el umbral de La Cafetera, cuando me notifican la muerte fulminante de un ataque al corazón, de mi compadre, amigo y hermano, el gran intelectual y escritor dominicano de alto vuelo literario Pedro Peix».
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*Discurso reproducido por Jimmy Hungría en su blog: https://buenalectura.wordpress.com/2015/12/16/pedro-peix/ [Consulta: 18-04-22].