La pregunta para introducir una charla para motivar a votar por la oposición va seguida por esta respuesta se ajusta al propósito: ´” Los números no mienten. Entre los primeros diez productos que explican la inflación acumulada durante el actual gobierno la gasolina regular ocupa el lugar número uno y la premium el tercero. En los gobiernos nuestros dejamos la inflación acumulada de la regular en el puesto número catorce y la premium en un puesto que parece ser hasta profético, el cincuenta más uno, similar al porcentaje con que esperamos volver al progreso…”
Los datos de las posiciones son ciertos. Los tomé de una visualización dinámica que he creado en Power BI y que está disponible gratis para consultar el ranking de todos los bienes y servicios de las dos canastas básicas con que se ha medido la inflación desde diciembre 2010. Pero en ésta, además, tenemos una gráfica en que se muestra el valor del IPC para un producto elegido en la canasta anterior y la actual que, por coincidencia, tienen la misma división que los períodos de gobierno. Por eso en la gráfica superior el fondo es morado y en la que representa la nueva canasta de azul.
Al seleccionar para esta visualización la gasolina regular se pierde su valor para usarla de esa forma, en el supuesto heroico de que los discursos políticos evitan el dolo malo. El IPC de la gasolina regular empieza a subir como un cohete en la actual administración hasta abril del 2022 cuando toma la forma que más terror causa cuando se tiene un familiar en cuidados intensivos. La línea es plana desde esa fecha, se ha mantenido igual el precio de la gasolina regular por un año y medio. El asunto es que por la velocidad de los aumentos iniciales y la alta ponderación relativa de este bien en la canasta básica, que ahora es de 364 bienes y servicios, ahí está todavía en primer lugar para la variación acumulada del período.
Pero en la gráfica de arriba, de fondo morado, noten que también en la canasta anterior la gasolina regular arranca con una trayectoria igual de aumento. De hecho, desde enero 2011 hasta noviembre 2014 la gasolina regular ocupó el primer lugar en el ranking de productos que más impactan la inflación. En casi cuatro años no se perdió un comentario en los informes del BC como el enemigo número uno de las metas de inflación del año.
En marzo 2011, por ejemplo, “En el resultado del IPC de marzo persiste el impacto de la inflación importada por el incremento del precio del petróleo en el mercado internacional…”
En marzo 2012, el grupo Transporte explicó el 76% de la variación mensual del IPC y el Banco Central explicaba que “obedece al alza experimentada en los precios de las gasolinas premium (1.21%), regular (1.34%) y gasoil (1.22%), debido a los ajustes semanales dispuestos por el Ministerio de Industria y Comercio en cumplimiento a la Ley 112-00…” En esa fecha, y en todas desde que entró en vigencia esa ley, el precio de los combustibles ha sido un precio socialista. Lo determina un acto administrativo no las interacciones libres y voluntarias de quien oferta y demanda combustible en un mercado libre.
Es en agosto del 2014 que aparece en los informes del BC una lectura diferente:” El IPC del grupo Transporte registró una disminución de 0.09%. Este resultado obedece, básicamente, a las bajas en los precios de las gasolina regular (-1.19%), y premium (-1.06%)…” y en diciembre de ese mismo año: ” La significativa contracción en los precios del grupo Transporte en el mes de diciembre se fundamenta en las bajas experimentadas en los precios de las gasolinas regular (-12.08%) y premium (-8.39%), gas licuado para vehículos (-13.07%) y gasoil (-11.72%), debido a los ajustes semanales dispuestos por el Ministerio de Industria y Comercio en cumplimiento a la Ley 112-00 sobre Hidrocarburos que estuvieron influenciados por la sustancial caída en el precio del crudo a nivel internacional que se verificó en el último mes del año.”
Dato curioso: en abril 2020, un mes antes de las elecciones generales, la gasolina regular muestra una caída en su variación mensual de -18.84%, la más baja de toda la serie para ambas canastas. Explica el Banco Central: “La reducción en el índice del grupo Transporte en abril de 2020 obedece principalmente a las rebajas aplicadas a los precios de las gasolinas regular (-18.25%) y Premium (-17.67%), gasoil (-17.14%) y gas licuado de petróleo (GLP) para vehículos (-2.00%) …”
Recuerdo, “si no me falla la memoria” como decía mi querida madre Zelanda, que la oposición le entró a la conga a esa medida por considerarla con fines de buscar votos, con todo y que el mismo Banco Central explicaba:
“El comportamiento del IPC general en el mes de abril continúa reflejando la abrupta caída de los precios del petróleo West Texas Intermediate (WTI) en los mercados internacionales por el marcado descenso en la demanda a partir de la propagación del coronavirus (COVID-19) a nivel mundial, que se tradujo a su vez en reducciones importantes en los precios internos de los combustibles.”
Había que decirlo, yo no lo hubiera objetado de ser economista en campaña, con la finalidad de provocar “llenamos el tanque con la rebaja pero no somos peledeístas”, parecida aquella de “le cojemos la fundita y no somos reformistas”. Esto es el equivalente a las “licencias poéticas” con que se deben evaluar el debate económico en las precampañas.
Si funcionó o no señalar que la rebaja fue motivada por fines políticos es difícil. La realidad es que la mayoría de los votos fueron al PRM y cuando inicia el gobierno todo vuelve a la normalidad. Se sigue aplicando la misma ley para determinar los precios de los combustibles, se continuó con la misma metodología de medir los precios y se reconfirmó al gobernador con todo su equipo.
Ahora toca el turno a la oposición de que los precios de los combustibles están fijos por fines políticos y con un alto costo fiscal, que modificarán la ley para que en la visita a la bomba de gasolina se vayan los deseos de querer explotar con ella por lo cara que está y que en la lista de los productos que más impactan en el IPC van a enviar los combustibles al último lugar, el mismo que hoy ocupan las Águilas Cibaeñas en el torneo invernal. “La política compay, la política…”