Las artes y los deportes siempre han sido el vehículo de escape de las sociedades; como paliativo a los problemas, son un componente esencial a la hora de hablarse de desarrollo. Es por ello, que recientemente el teatro hispano fue beneficiado por varias instituciones sin fines de lucro con la donación de nueve millones de dólares para apoyar a 52 compañías de teatro latinas. Convirtiéndose este reconocimiento en un significativo aporte a la expansión de esta importante expresión artística.
Las producciones de origen latino acá en los EE. UU no reciben el apoyo necesario para que se promueva el arte, principalmente en la expansión de las áreas de importancia. Sin embargo logran proyectar a talentos artísticos, por medio del estímulo de trabajos escritos, dirigidos y producidos por hispanos. Por tanto, este incentivo económico es mucho más que un aporte. Es la construcción de las vías que dinamizarán las propuestas hispanas presentes y futuras.
Que a propósito de celebrarse el mes de la Herencia Hispana, se promueva nuestra identidad cultura desde todos los ángulos al resaltar la necesaria fuerza latina que representa un 18% de la población estadounidense según datos de la Oficina de Censo 2021. Y este aporte es una invitación a otros sectores públicos y privados al reconocer las carencias de este sector y puedan emular dicha acción. Y que el teatro hispano continúe transportando el arte en todo su esplendor.
A lo anteriormente dicho, se debe destacar que las artes escénicas representan una importante fuente de empleos para muchos artistas aquí y en muchas partes del mundo y este aporte económico, especialmente para producciones latinas; seguirá contribuyendo a que esa forma autentica de expresión artística que nació en la antigua Grecia entre los siglos V y VI a. de C, impulse iniciativas que la fomenten.
En sentido general, es importante propiciar actos altruistas de esta naturaleza, para que las actividades artísticas continúen llevando producciones culturales a todos; especialmente a las zonas rurales donde existen tantas carencias. Y que la donación de las organizaciones mencionadas estimule a otros sectores a hacer más esfuerzos, para evitar que desaparezcan los grupos especialmente hispanos por falta de recursos. Ya que muchos lo hacen literalmente por amor al arte.
Y que al gestar iniciativas de esta naturaleza, se esta fomentando las herramientas que potencien las sociedades por medio de grupos de artistas difusores tan maravillosa expresión educativa, que va más allá del entretenimiento; en cambio, es precursora de muchos de los cambios sociales al llevar mensajes que tratan temas complejos. Habilitando espacios para tratar los mismos.
En conclusión, celebramos con gratitud la hermosa iniciativa de las fundaciones que han decido salir de sus espacios de confort y contribuir con tan necesario componente social como lo es el teatro. Para que mediante a las producciones hispanas, podamos seguir aprendiendo a ver el mundo desde una óptica artísticamente fascinante. Donde lloramos, reímos, pensamos y también podemos reflexionamos. Que viva el teatro, que viva.